El secretario de Estado de Estados Unidos: no improvisó cuando pronunció su discurso sobre América Latina, en la sede de University of Texas en la ciudad de Austin, en la que fue claro, pero no preciso, ni nada imparcial al responder las preguntas de los periodistas que lo acosaron, y metido como está en el embudo político de entorpecer el desarrollo de la democracia venezolana, no nos dio un respiro de tranquilidad hacia el futuro y, más bien nos embargó más con su pedagogía política rutinaria de acabar con el país hasta no salir del presidente Maduro, que como el "dictador" que es de nuestra América que en "marcado contraste" desestabiliza el bienestar que hay en otros país del hemisferio.
-¿Señor, Rex Tillerson, díganos algo sobre Venezuela que no sepamos? Le preguntaron, y respondió:
-Les afirmo que continuaremos siguiendo de cerca la grave crisis en Venezuela y el gobierno de Nicolás Maduro. Que le pondremos más presión al régimen, para que regrese a los procesos democráticos que hicieron de Venezuela un gran país en el pasado cuando, gobernaban los adecos y los copeyanos y el barril de petróleo nos lo vendían cerca de los seis dólares y el pueblo no tenía necesidad de ninguna clase, no había hambre y el maíz sobraba, ni enfermedades, ni medicinas, ni existía el dólar today, y gobierno que no nos servían que, no fuera nuestro patio trasero en América Latina (que todavía quedan, pero eso es maña vieja), enseguida lo tumbámamos, hay muchos ejemplos, pero ahorita no recuerdo ninguno. -¿Es qué acaso el pueblo venezolano no sufre por un régimen corrupto que roba a su propio pueblo? ¿No lo creen? Pues eso es lo que está sucediendo en Venezuela que nunca había sucedido en el pasado con este régimen desfasado. ¿Y, saben ustedes quien es el verdadero culpable? No es el capitalismo, no señores, es el régimen de Maduro el verdadero culpable y debe rendir cuentas, ¿a quién? Pero debe hacerlo, a lo mejor se me ocurre, a Luis Almagro, en la OEA, o a Juan Manuel Santos en Colombia, ya que están desestabilizando a Colombia con sus desplazados, cosa nunca visto en la región (olvidadizo, el fulano).
-¿Y qué va a pasar con el presidente Maduro -señor Tillerson? Por lo que el flamante secretario de estado respondió:
-Según nuestras consideraciones sin injerencia ninguna, por ser respetuosos de ella como país ninguno que, lo más posible sería que, Nicolás Maduro, abandone la presidencia de Venezuela y se exilie en Cuba si la situación continúa deteriorándose en esa nación suramericana, y además debe irse con la primera combatiente y con su programa a bailar salsa allá que hay más ambiente, y los cubanos están prestos.
¿Señor, Tillerson: es posible qué haya cambio de gobierno en Venezuela? Claro que debe haberlo y, mi expectativa es que debe suceder de manera pacífica y, por supuesto sin guarimbas ni con bombas pupú, made in USA. Además, la oposición hace rato que espera ese cambio por nuestro bien que nada malo nos caería, pero repito, pacífico, un cambio de régimen pacífico, que siempre es mejor que la alternativa, un cambio violento, ¿tal cual como sucedió en Honduras? Exactamente.
-¿Y qué más nos puede decir, sobre el particular como inédito, señor Tillerson? Bueno, les puedo decir que, si la cocina se calienta mucho para él (Maduro) estoy seguro que tiene algunos amigos en Cuba que le pueden dar una linda hacienda sobre la playa (debajo de la playa, ni de vainas) y él puede tener una vida agradable allá (con toldos incluidos), y hacemos notar que el secretario Tillerson estaba un poco desesperado al tener que salir inmediatamente hacia ciudad de México, para iniciar su primera gira a Latinoamerica que, lo llevará a demás a prósperas e importantes naciones, nada pobretonas como Venezuela, como son: Argentina, Perú, Colombia y Jamaica. Países llenos de armonía, paz, calidad de vida nunca visto, pueblos en desarrollo bañados de medidas económicas efectivas que tienen a sus pueblos cobijados de felicidad , donde nuestros paisanos salen a vivir en otro mundo a hacer fortunas y acaparar una parte del sueño americano que todos nos merecemos, sin pobres ni miserias, ni muertes, ni drogas.
-¿Secretario Tillerson, y qué hará en Colombia? En Colombia pues, lo más seguro que vamos a explorar con ese gran presidente que es Santos -hijo del pueblo, un verdadero demócrata que goza de popularidad en exceso- a ver cómo hacemos con ese medio millón de venezolanos que han ingresado en meses recientes a Colombia y tiene el potencial de desestabilizar a ese país, por lo cual buscaremos las maneras para reimpulsar la implementación del acuerdo de paz alcanzado con la guerrilla Farc tras medio siglo en conflicto que se ha estancado un poquito. Estaban avanzando bien y ahora algunas áreas que son importantes parecen haberse detenido -dijo sin especificar, pero pensó en Maduro. Lo que no se detiene es el flujo de droga de Colombia hacia los EE.UU -¿verdad que no, Tillerson?
Y, finalmente soltó desbocado y atorado, bien calmado contra Venezuela y Maduro:
La gran tragedia es que pudiendo Venezuela ser uno de los países más prósperos de la región, es uno de los más pobres del mundo. El régimen corrupto y hostil de Nicolás Maduro en Venezuela se aferra a un sueño (¿de Bolívar, de Chávez?) y visión anticuados de la región (de la región no, del gobierno de los EE.UU) que ya ha sido un fracaso para sus ciudadanos. Menos mal señor, Tillerson, que siendo ustedes una potencia mundial capitalista, se hallen, vivan y convivan más de cuarenta millones de pobres, ¿no le da vergüenza eso a su régimen? Y, como dice la canción, yo me quedo en Venezuela. No joda.
