Pareciera inminente una intervención mercenaria con apoyo-dron en la querida Patria, por parte del gobierno yanqui y sus adláteres en la región; una criminal aventura tan solo para apoderarse de nuestras riquezas. No hay otra motivación, como esa inventada por los gringos y repetida como loros en nuestro país por esos bolsas de la derecha: “en Venezuela hay una dictadura”; cuando próximamente batiremos record mundial con la venidera cuarta elección en menos de diez meses, ahora la presidencial que tanto exigían tales bolsas.
Ahí están las palabras de uno de ellos, Ricardo Hausmann, quien en su último artículo publicado en la web Proyect Syndicate, titulado “El día D para Venezuela”, hace alusión a la invasión gringa en las playas de Normandía (Francia), durante la II guerra mundial: “Si se trata de soluciones, por qué no considerar la siguiente: la Asamblea Nacional podría destituir a Maduro. Dado este vacío de poder, la Asamblea, nombraría de forma constitucional a un nuevo gobierno, el que a su vez podría solicitar asistencia militar a una coalición de países amigos, entre ellos, latinoamericanos, norteamericanos y europeos”. Agregando el miserable de Hausmann: “Esta fuerza liberaría a Venezuela de la misma forma en que canadienses, australianos, británicos y estadounidenses liberaron a Europa en 1944-1945. Más cerca de casa, esto sería semejante a la liberación de Panamá de la opresión de Manuel Noriega por parte de Estados Unidos, la que marcó el inicio de su democracia y del crecimiento económico más rápido de América Latina”.
A dicho belicista y traidor consumado se suma la otra bolsa de María Corina Machado afirmando recientemente que “la erradicación de un sistema de mafias en nuestro país indiscutiblemente requiere el apoyo de las fuerzas democráticas internacionales”. Al respecto, nunca olvidemos las palabras del sinvergüenza de Donald Trump, emitidas en agosto pasado desde su club de golf en Nueva Jersey: “Tenemos muchas opciones para Venezuela, incluyendo una posible opción militar, si es necesario”.
Pues frente a ellos, estamos millones de venezolanos, civiles y militares, que tomaremos las armas para defender nuestra revolución bolivariana, con la vida misma “si es necesario”. Oye bien Trump, con tus propias palabras: ¡si es necesario! Sin lugar a dudas y con todo mi arrojo, acompañaré a nuestra querida Fuerza Armada Nacional Bolivariana en cualquier trinchera que me asigne para combatir, cuerpo a cuerpo, contra la planta insolente del extranjero al profanar el sagrado suelo de mi Patria; parafraseando al presidente Cipriano Castro, mientras veía que las costas venezolanas eran invadidas por fuerzas extranjeras en 1902. ¡¡NO PASARÁN!!
