Ante la actual política del gobierno norteamericano adelantada por su presidente Trump de guerra global, el Departamento de Estado ha arreciado el proceso de lograr la seguridad en su patio trasero con el fin de evitar conflictos en los países latinoamericanos ante un eventual enfrentamiento con sus enemigos Rusia, China, Irán, Corea del Norte y Siria y que podría involucrar a Turquía, las India y Paquistán como aliados del Eje del Mal, como han bautizado a los países identificados con el socialismo.
Ya, desde el gobierno anterior de Obama, se puso en marcha o se reeditó la Operación Cóndor que se inicia con la Declaración del Gobierno de Venezuela como amenaza a los intereses del gobierno Norteamericano y la activación de la Cuarta Flota en la región, se crearon nuevas bases militares en Colombia, Perú, Ecuador y se iniciaron nuevos acuerdos militares con Colombia, Guatemala, las Antillas.
Con el fallido golpe de estado contra el Gobierno del Comandante Eterno Hugo Chávez se inicia el proceso de desestabilizar los gobiernos de la región a fin de imponer el dominio perdido con el advenimiento del socialismo bolivariano y la secuencia de gobiernos de corte social electos democráticamente.
En el año de 2004 un golpe de estado derroca al Presidente Aristide en Haití y un comando gringo, con apoyo de Francia lo secuestra y lo envía a un país africano.
En el año 2008 hay un intento de golpe contra el Presidente Evo en Bolivia, auspiciado por los E.U. y en el cual participan grupos de sediciosos financiados por el imperio.
En el año 2009 se produce el golpe y secuestro del Presidente Zelaya en Honduras, siendo sacado del país por un comando norteamericano.
El 30 de septiembre de 2010, se produjo una protesta de policías y sectores militares en Ecuador. El presidente Rafael Correa acude al lugar de la protesta para hablar con los agentes sobre sus inquietudes salariales. Sin embargo, es agredido y secuestrado durante varias horas, en un hospital, siendo rescatado, finalmente, por Fuerzas Especiales, luego de un intenso tiroteo.
El 22 de junio de 2012, el Senado de Paraguay realizó un juicio "express" al Presidente Fernando Lugo destituyéndolo del cargo bajo el argumento que era responsable de los enfrentamientos entre campesinos y policías, ocurridos días antes, en la localidad de Curuguaty, con un saldo de diecisiete muertos.
El 31 de agosto de 2016, luego de un "Impeachment", el Senado de Brasil destituyó formalmente a la Presidenta Dilma Rousseff, por 61 votos contra 20, por supuestos "crímenes de responsabilidad".
Con el argumento que "La dictadura de Maduro sigue privando al pueblo de Venezuela de alimentos y medicinas, encarcelando a los miembros de la oposición que fueron elegidos democráticamente y reprimiendo en forma violenta la libertad de expresión" Trump aplica medidas financieras contra el Presidente Maduro El 25 de agosto de 2017 las cuales son endurecidas a lo largo del mismo año y durante el año 2018, a las cuales se suma la UE y Canadá.
Esas medidas fueron realizadas después de una reunión del vicepresidente estadounidense, Mike Pence con los gobiernos de Colombia, Argentina, Chile y Panamá, en la cual la crisis política venezolana fue un tema central.
En Diciembre del 2017 se realizan elecciones fraudulentas en Honduras las cuales son reconocidas por los E.U., LA OEA, mientras que el fraude es denunciado por algunos países del Caribe y Latinoamérica. En Venezuela, en los meses de abril, mayo y junio del año 2017 se realizaron elecciones para elegir la ANC, gobernadores y alcaldes las cuales fueron declaradas ilegitimas por los E.U. y los miembros de la oposición venezolana con lo cual aplicaron nuevas sanciones económicas y anunciaron acciones de calle y el gobierno norteamericano amenaza con una intervención humanitaria para ayudar a la población a superar la hambruna, escasez de medicamentos y la salida del gobierno bolivariano. En abril se realiza la VIII Cumbre de Las Américas a la cual impidieron la asistencia de Venezuela y la cual tuvo como tema central la toma de medidas contra el gobierno venezolano.
En el mismo mes se apresó al ex presidente Lula de Brasil bajo el argumento de haber cometidos actos de corrupción en su gobierno y se niega así la posible participación en las elecciones del cual era el candidato favorito. Ante esta situación el pueblo permanece alerta y en la calle esperando instrucciones.
En Nicaragua, una decisión gubernamental de modificar el régimen de pensiones produce estallidos sociales que llegan a más de 10 muertos, incluyendo un periodista, destrucción de bienes públicos, alteración del orden público. Es de hacer notar que el modus operandi de las manifestaciones reproduce el formato de las guarimbas que tuvieron lugar en Venezuela durante los años 2014 y 2017, con una guerra comunicacional a través de las redes sociales, falsas matrices de opinión, armamento por parte de los manifestantes y apoyo de la derecha a través de la Cámara de Empresarios, partidos políticos y manifiestos de apoyo por parte de algunos grupos internacionales, auspiciados por los E.U.
El gobierno de Donald Trump endureció el embargo económico a Cuba en noviembre de 2017 como represalia a lo que considera el actuar poco democrático del gobierno comunista cubano.
El 20 de abril de 2018, por asesoría y solicitud de los E.U., Colombia, Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Perú anunciaron la suspensión por tiempo indefinido de su participación en la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), bloque creado hace una década para contrarrestar la influencia de Estados Unidos en la región, según dijeron a Reuters fuentes de tres países.
Todos estos acontecimientos tienen varios propósitos, por una parte Trump sabe que una alianza o acercamiento con Rusia o China por parte de los países latinoamericanos constituye una posible brecha a la hegemonía del imperio en la región ya que implicaría fractura en su frente de guerra regional porque en este acercamiento está la posible utilización del territorio americano como bases para el aterrizaje de aviones, barcos de guerra y tropas que ponen en peligro la seguridad militar de la nación del norte.
En este sentido es necesario deshacerse de gobiernos progresistas en su área de influencia inmediata como lo es México, América Centre y el Caribe y América del Sur y en consecuencia imponer gobiernos acólitos que acompañen a Colombia, Panamá, Honduras, Guatemala, Perú, Argentina, México, Paraguay como grupo de amigos defensores del orden yanqui.
Segundo la conformación de una fuerza multinacional, que incluya a los países latinoamericanos y caribeños, que acompañe a los E.U. en sus aspiraciones belicistas, tal como ha ocurrido en las invasiones a Irak, Libia y Afganistán en la cual han participado soldados mexicanos, panameños y otros como carne de cañón en los frentes de guerra.
Tercero, generar frentes internos en los países en donde hayan gobiernos progresistas para desestabilizarlos y socavar la gobernabilidad a fin de evitar posibles alianzas con Rusia, China e Irán.
No obstante hay algunas cosas que considerar.
Todavía no ha habido enfrentamientos entre las fuerzas emergentes contra las medidas que la derecha ha aplicado a los pueblos.
Pero, en México gana terreno la opción de López Obrador que de lograr la victoria constituiría un escollo a para los E.U. dado su proximidad geográfica y la lucha entre un pueblo que se ha radicalizado por las medidas racistas, segregacionistas contra los emigrantes ilegales mexicanos y sobre todo la construcción del muro de la infamia.
En Brasil hay un gigantesco movimiento popular que amenaza radicalizar las acciones contra la dictadura de Temer, por revertir las medidas neoliberales que ha aplicado Temer, así mismo por la libertad de Lula y su participación en las elecciones.
Argentina descartó cualquier participación en una eventual intervención contra Venezuela. En este caso hay dos aspectos importantes que tomar en cuenta. Primero la presión que el pueblo está haciendo para impedir que la agenda de derecha avance y por la derogación de las medidas neoliberales que el gobierno está imponiendo ilegalmente. Y segundo, una posible confrontación con Inglaterra por Las Malvinas implicaría el apoyo de los gobiernos de la región y el presidente Macri sabe que los E.U. no lo van a acompañar tal como ocurrió en el año 1982.
En Chile la presión de los estudiantes, el pueblo Mapuche y los sectores populares amenaza la tranquilidad que este país ha tenido después del Gobierno de Allende.
En Honduras hay un movimiento de resistencia contra el fraude electoral, el asesinato de dirigentes izquierdistas y en lucha por el logro de reivindicaciones de índole social y político, conculcados por la derecha después del golpe contra Zelaya.
En Bolivia los pueblos indígenas y los sectores populares respaldan al Presidente Evo y al Presidente Maduro.
La mayoría de los países del CARICOM apoyan al Presidente Maduro y manifestaron su descontento por negarle la participación en la Cumbre de los Pueblos.
En la Cumbre de los Pueblos, evento organizado por los movimientos sociales de Latino América y el Caribe celebrada en Lima, Perú se le dio un espaldarazo entre las conclusiones hubo un fuerte respaldo al Gobierno de Nicolás Maduro y se pidió la no intervención en el proceso eleccionario de los próximos meses, el levantamiento de las sanciones internacionales y se repudió la figura de Nicolás Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Y alguna acotación muy importante. El detonante que dio inicio a las protestas en Nicaragua fue la decisión del Presidente Ortega de desmejorar las condiciones sociales de la población y de los trabajadores y jubilados en especial. Que hayan sido infiltradas y utilizadas por la derecha para fomentar disturbios, asaltar instituciones gubernamentales, asesinar, desinformar y solicitar una intervención de la ONU y de los E.U. es otra cosa. Que el Pte. Ortega no haya medido el costo que le ocasionaría una decisión impopular es imperdonable más aun conociendo su experiencia como líder social, guerrillero, de haber pasado por una guerra prolongada organizada por los E.U. en 1979 y sobre todo, por no evaluar el escenario actual y las intenciones del imperio de socavar la continuidad de los gobiernos de corte social en la región.
Esto lo digo porque los pueblos que han pasado por revolución defenderán sus conquistas, sus derechos, sus logros a costa de lo que sea y contra cualquier poder represivo, represor y de intereses retrógrados y conservadores.
Ya América Latina y el Caribe dejaron de ser el patio trasero del imperio y ahora se ha convertido la región en "una región en llamas"
Hasta la victoria siempre. Venceremos.
Patria, socialismo o muerte. Venceremos