"Tienes que desconfiar del caballo por detrás de él;
del toro, cuando estés de frente;
y de los clérigos, de todos lados".
Miguel de Cervantes
Ante tantas evidencias del atentado contra el Presidente Nicolás Maduro, y la comitiva el 4 de agosto, se ha producido un silencio por parte de la dirección CEV, dando la ligera impresión de no existir, o no se han informado del suceso, o se han tomado unas vacaciones por encontrarnos precisamente en el mes de agosto, y les sale reposo espiritual. Sin embargo este mutismo es totalmente sospechoso por parte de esa organización, sabiendo el papel que han jugado en contra del proceso bolivariano, desde el mismo momento de la toma del poder del Comandante Chávez.
La CEV, ha venido utilizando una estrategia muy bien marcada, sin disimular nada, para acompañar a la oposición venezolana, en todas las arremetidas contra el gobierno, dándole una patada a las enseñanzas del guía espiritual, e insuperable del movimiento católico en el mundo: Jesús de Nazaret. La mayoría de los templos los han convertidos en sitios para incitar el odio, algo totalmente apartado de las verdaderas enseñanzas del catolicismo, y cuando cualquier novel cura de parroquia, llega a cumplir con su oficio, poniendo en práctica las buenas intenciones de enseñar el evangelio, siguiendo los mandatos de su consciencia, antes la cantidad de problemas, y avatares de los ofendidos, y humillados, rápidamente es execrado por una dirigencia tan oscura, como la ropa que los cubre.
Las excepciones son muy raras, pero muy honrosas, y dignas de seguir, porque en cada mensaje demuestran el apego a la verdadera misión, que debe cumplir un sacerdote en una comunidad. Los casos contrarios se encuentran a diario; unos más venenosos que otros, quienes prácticamente han convertido esos recintos, en sitios donde predomina el elitismo, con predicas, y homilías cargadas con mensajes politiqueros sin respetar la manera de pensar de los feligreses, y en muchos casos intimidando a los creyentes, quienes se acercan en busca de un momento de tranquilidad, y reposo espiritual, muchas veces desafiando el incontrolable torbellino montado por los predicadores "enmascarados" que aprovechan cualquier circunstancia para arremeter contra el gobierno, haciéndole el juego a los grandes capitalistas, y lo más grave aún, al imperialismo norteamericano.
¿Cuántas personas, se han alejado de las iglesias, más no del catolicismo? Conozco a una señora, pobre del bolsillo, pero una mujer acaudalada espiritualmente, quien fustiga a la iglesia venezolana, al darse cuenta de la actitud de Mario del Valle Moronta Rodríguez, quien se quitó la careta, más no la sotana, para terminar en el mismo nido de víboras de la casi pulverizada MUD. En una corta conversación con esta apreciada mujer le escuché unas palabras dirigidas al obispo de San Cristóbal: "Dos momentos de mi vida, me han golpeado profundamente: los engaños de quien fue mi marido, y la actitud decepcionante de Mario Moronta, a quien admiraba y respetaba, porque me parecía un Obispo muy serio en sus planteamientos, pero terminó acompañando a los enemigos del pueblo; parece que andaba buscando un puesto en la dirección de la CEV".
Después del fallido atentado, me la encontré en una venta de verduras, al hacerle la siguiente pregunta: ¿Has leído las últimas declaraciones de Mario Moronta? La respuesta de la mujer, fue muy clara y precisa sin apartar la sonrisa que siempre carga; un verdadero adorno en su rostro: ¡No le creo, ni que se me arrodille; no se puede estar con dios, y con el diablo! Parece que tiene razón la creyente mujer, cuando abiertamente compara al obispo de San Cristóbal, con lo más rancio de la iglesia: Baltazar Porras, Urosa Sabino, y el cura Palmar, quienes se convirtieron en unos verdaderos fariseos, usando la biblia para arremeter contra el pueblo, aprovechando la sotana para mesclar la política con la religión en nombre del señor, sin aclarar a cuál señor se refieren.
En estos momentos, cuando el noble pueblo sufre una apabullante situación económica, creada en parte por la misma iglesia, al convertirse en apoyo de guarimberos, y de cuanto banquero avaro e insaciable le da la gana de aumentar los precios, amparados en el dólar; más una oposición pidiendo a gritos una intervención militar; el silencio se convierte en una mano acusadora, y muchos de ellos deben estar rehuyendo a cualquier entrevista, porque no es fácil opinar en estos tiempos, cuando los pecadores se encuentran más enredados que nunca, y no es fácil recuperar la confianza de la feligresía, y menos, cuando el desprestigio de la iglesia católica crece en todo el mundo por la vagabundería de muchos de sus miembros, antes los sonados casos de pedofilia, y los no menos vergonzosos, el cual han estallado recientemente en la sociedad chilena.
Narciso Torrealba Narciso_t_29@hotmail.com