La televisión y el cine nos familiarizó con una mundo extraño, desemejante al mundo real y lo peor, que algunas personas se identifican con este universo donde todo puede suceder. Por ejemplo, en este orbe se observa a un ratón con súper poderes volando hacia la estratosfera y regresando a la Tierra en un santiamén; unos ratones, que en la realidad contagian a los seres humanos de enfermedades infecciosas, pero en los film son un primor que logran vencer a los gatos malignos; lobos capaces de comer y digerirse una dulce niña que camina por el bosque con una caperuza roja; unos superhéroes con súper poderes que usan calzones con los colores de la bandera de EEUU convertidos en los vigilantes del orden y de la paz mundial del planeta; detectives, con licencia para matar, quienes entran a cualquier país del mundo sin pasaporte, sin visa y en aviones particulares, para resolver problemas policiales que ponen en riesgo la democracia occidental; agencias policiales radicadas en USA para combatir a los malvados chinos, árabes, rusos, iraníes, a los narcos colombianos, mexicanos y afganos. En fin, el mundo hollywoodense siempre nos ofrece un menú de opciones, un mundo insólito que pareciera real, pero que solo existe en la mente de los productores y en la testuz de los empresarios del cine. Son ellos quienes conciben tales argumentos que parecieran verdad, pero que solo sirven, además de entretener, para convencer y alienar a los incautos del planeta, que son bastantes.
El mundo que describo en el párrafo anterior pareciera que solo es posible en el celuloide o en lo videos. Si revisamos la conducta de los amos del poder y de las grandes corporaciones agroindustriales, financieras y de la industria militar, nos sorprendería que sus fundamentos coincidan con los argumentos del films de la industria del entretenimiento. Si acaso lo dudan, en el mundo de comiquita de los amos del poder es factible observar y escuchar:
Al presidente de EEUU, arengando en la ONU, una institución para la paz, un discurso para incitar un golpe de estado contra Venezuela y sanciones económicas contra otros países.
Al Secretario General de la OEA, organización que debe velar por la relación armoniosa entre los países integrantes, solicitando un golpe militar y una invasión militar contra Venezuela.
A la ONU instar al Venezuela a aceptar la "ayuda humanitaria" del país (EEUU) responsable la crisis, pero se desentiende de aplicar las resoluciones de la ONU que exigen a USA finalizar el bloqueo a Cuba y a la devolución, por parte de Israel, de las tierras al pueblo palestino.
Al presidente de EEUU acusando a Venezuela de narco estado, cuando Colombia es el mayor productor de drogas del mundo, donde USA tiene más de diez bases militares. Así mismo, el país del Tío Sam, es el mayor consumidor de narcóticos. Es decir, es en Colombia y en EEUU los lugares donde se hacen los mejores negocios y las mejores transacciones relativas a la compra y a la venta de estupefacientes.
Al presidente colombiano requerir ayuda en dólares para para atender a los inmigrantes venezolanos, cuando uno de los productos de exportación del país neogranadino es de millones y millones de refugiados hacia Venezuela y hacia todas partes del mundo. Con el agravante, que nuestra nación vecina nunca ha contribuido con un dólar para que Venezuela atienda a más de los cinco millones de sus compatriotas que emigraron, huyendo de la guerra y del caos hacia este país.
Al presidente colombiano acusar al presidente MM de corrupto, cuando gran parte de los ingresos del Norte de Santander lo obtiene de la gasolina del contrabando proveniente de Venezuela y del dinero venezolano que entra clandestinamente por su frontera.
A la Unión Europea alarmada por la situación humanitaria de los venezolanos, cuando dentro de sus fronteras existen millones de expatriados africanos que llegan diariamente a Europa huyendo de los desmanes de una guerra, propiciada y financiada por ellos mismo. Sin contar los cientos de seres humanos que mueren en los aguas mediterráneas.
A diversos presidentes neoliberales del norte, de Europa, de sur y centro América preocupados por la "crisis" humanitaria de Venezuela, pero cada vez aplican e imploran nuevas sanciones económicas y financieras para crear desabastecimiento, inflación inducida, acaparamiento de productos y la imposibilidad de la adquirir alimentos y medicinas.
El presidente de EEUU arengando sobre la "crisis" humanitaria de Venezuela, cuando en la frontera con México hay miles de emigrantes centro americanos que son inhumanamente cazados por paramilitares estadounidense, además de los miles de niños que les fueron arrebatados a sus padres para encerrarlos en una jaula.
A ciertos políticos y presidentes culpando, sin pruebas, al presidente MM de violador de los derechos humanos, cuando en EEUU los afrodescendientes son maltratados por una policía racista; en Colombia los paramilitares matan dirigentes sociales y violan el tratado de paz asesinando a exsoldados de la Farc; México es un ejemplo de llevar la política a punta de pistola, desaparecidos y fosas comunes; Israel despojando de forma violenta a los palestinos de sus tierras; los sauditas en alianza con EEUU y con las bombas que le vende España, exterminado al pueblo yemenita; Siria víctima de bombardeos por aviones provenientes de las bases de EEUU, Israel, Arabia Saudita y otros países de la OTAN, pareciera que las tierras de Alá es el escenario propicio donde se desarrolla la Tercera Guerra Mundial; Brasil y Argentina judicializando la política y por esta vía condenan a dirigentes progresista para inhabilitarlos políticamente; Perú exhibe como monumento turístico el muro que separa la zona pobre de los ricos, para que los necesitados no afeen las urbanizaciones de los millonarios. Y finalmente en diversa partes del planeta donde diariamente mueren miles y miles de seres humanos, a los cuales se les viola los más elementales derechos humanos como el derecho a la vida, a la alimentación, a la educación y a la salud, pero aquellos dirigentes que mancillan al presidente MM no se dan cuenta de estas desgracias.
Lo que describo en el párrafo anterior pareciera el mundo de comiquitas, lugar donde se desempeñan los avaros capitalistas para evitar que los pueblos alcancen la soberanía económica, que decidan el gobierno que ellos desean, que puedan utilizar sus recursos naturales para resolver los problemas graves que los agobian y no para engrosar las cuentas bancarias de las cicateras corporaciones globalizadas. Este es el verdadero mundo real que deben enfrentar los pueblos que les fue impedido desarrollarse gracias al robo y la dilapidación que los recursos naturales de las potencias extranjeras.
El mundo de comiquitas es el que difunde la mass media comprometida con el gran capital para propiciar sanciones económicas, financieras, invasiones militares e intervenciones "humanitarias" para sojuzgar y engañar a los pueblos. De esta manera, con tretas y mentiras mediáticas, apoderarse de los recursos ajenos.
Ciertamente hay dos mundos, el de las comiquitas y el mundo real. Para evitar la certidumbre basta buscar las verdaderas noticias, no las manipuladas por el gran capital, sobre la situación de Irak, Siria, Libia, Yemen, la República Democrática del Congo, Brasil, Colombia, Argentina, Grecia y otros países donde el FMI es quien dicta los lineamientos políticos y económicos del gobierno de turno.
Por fortuna nuestro presidente MM le demostró al mundo, en la 73 ava asamblea de la ONU, que la "crisis" Venezuela discrepa mucho del mundo de comiquita que denuncia Donald Trump, los cancerberos del cartel de Lima y los gobiernos derechistas de la UE. La inmensa sala de asamblea se estremeció con la ovación solidaria de más de cientos delegados que conocieron la realidad venezolana de la voz de nuestro presidente. Por tal razón me obligo a recordar parte del oficio de nuestro Libertador enviado a J. B. Arismendi que expresa: "El valor es preferible al número y la habilidad superior al valor". Lee que algo queda.