Cuando estaba en este artículo borroso difuso, al mismo tiempo, Lucía Córdoba en Tele Sur, el día del monaguillo Andrés de Rubén Blades, ya canonizado monseñor Arnulfo Romero, y en la víspera del día de San Lucas, hablaba, Lucía, de las grandes corporaciones farmacéuticas transnacionales, como una justificación de lo que trataráse, veráse, leeráse, y oiráse, en tan exiguo escrito ignaro, que es mi culpa y no de mi mentor grandilocuente poeta infinito cojedeño Fáver Páez, objeto de un justo homenaje el 21 de octubre de 2018, día domingo, de San Hilario, en el Ateneo de Valencia, que ahora no sé cómo se llama; y con Lucía, recordaba a Albert Einstein, que expresaba siempre rematante que: "La educación es lo que queda, llevada por el olvido de lo que se aprendió en la escuela." Lo einsteiniano, expresado en la borrosidad entre los casos límite contradicctorios, memoria/olvido, cuyas características esenciales atributivas son conocidas, así, la optimalidad ortogonal pitagórica, el tercio incluso aristotélico (1/2), de equilibrio sostenido sistemático de unidad y lucha de contrarios, cambio reciprocidad, y transformación, al que tienden y del que trascienden todos los atributos dialecticos antagónicos, en que trasciende la memoria del olvido, asina la cultura faquir de la cultura Squibb, con sus grafías pictóricas en el yin/yang, el borroso 69 cojedeño, las pareadas pirámides paradójicas kelsenianas, y el esquema mecánico imaginario del torbellino de ideas, de lo que Dígalo Ahí y Aporrea, hanle dado un cuarto al pregonero.
Seguimos en lo einsteiniano, en el sentido de la educación como cultura, en que nos preparan para algo, que para nada, si se nos introyectara un pelito de la cultura faquir, mucho sería lo que nos ahorraríamos en tanto a salud y a las enfermedades, y qué sería de la farmacéutica Squibb, por ejemplo, de la cultura Squibb. Luis Alberto Machado en La Revolución de la inteligencia, refiérese a la cultura faquir: "Desde hace cientos de años, en el mundo occidental se ha tenido noticia reiterada de que en el lejano Oriente unos hombres llamados faquires parecían estar dotados de manera incomprensibles del poder de dominar con la voluntad buena parte de lo que tradicionalmente se ha llamado, en los textos de anatomía que se usan en las facultades de medicina de todas las universidades, el "sistema nervioso autónomo", autónomo justamente de los dictámenes de la voluntad… El "sistema nervioso autónomo" ya no es autónomo, y nunca lo había sido para esos extraños ascetas hindúes que jamás merecieron a lo largo de tanto tiempo ninguna consideración científica especial y cuyas misteriosas facultades, que parecían imposibles o sobrehumanas, se han demostrado que, mediante el entrenamiento debido, se encuentran al alcance de cualquier hombre normal…"
Helo ahí, una cultura faquir educativa enseñada, desde el vientre al lugar que las sombras vence, en tanto y en cuanto al desarrollo del sistema nervios autónomo. Avístase, https://es.wikipedia.org/wiki/Faquir: "Un es un asceta (o morabito en la cultura musulmana) que ejecuta retos de resistencia física y mental, tales como caminar sobre el fuego o cristales, introducirse antorchas o cuchillos en su boca, acostarse sobre camas con clavos. El término, originalmente islámico, se extendió a la cultura India. Actualmente también hace mención a artistas circenses que practican estas actividades como oficio."
Jesús Cristo caminaba sobre las aguas, Marcos (6:48, 49, 52), Juan (6:19), Mateo (14: 27, 31, 33). Sería que Jesús Cristo, llevaba un pelo de la cultura faquir. Pero, bueno lo que nos convoca de provecho es el desarrollo del sistema nervios autónomo. Su validez, su utilidad, los mundos fácticos como las enfermedades mentales y corporales, se atesorarían con la cultura faquir, y al mismo tiempo, cuántas empresas y transnacionales de los medicamentos no quebrarían, y las escuelas de medicina habrían de cambiar en sus pensas, las boticas quedarían para vender caramelos y bisuterías, no es he nos asina don José Herrera el boticario de San Carlos.
Qué sería de estas compañías farmacéuticas transnacionales, grandes corporaciones de los remedios, avístase, https://www.google.co.ve/search?q=Las+transnacionales+farmac%C3%A9uticas+mas+grandes+dek+mundo&nfpr=1&sa=X&ved=0ahUKEwjU7PWj-o3eAhXQslkKHdAZCCwQvgUIKCgB&biw=1152&bih=611: "China Resources National, la farmacéutica Johnson and Johnson, EE.UU.; Roche, Suiza; Merck, EE.UU.; Pfizer, EE.UU.; Sanofi, Francia; Abbott, Reino Unido; Novartis, Alemania; Tecnoquímicas, Colombia; Bayer, Alemania; Procap, Colombia; Abbvie, España; Baxter, Colombia; Tecnofarma, Chile; Bristol Myers Squibb, EEUU; Grunenthal, Alemania; Astra Zeneca, Reino Unido; La GSK Santé, Reino Unido; Allen & Hambury y Wellcome, Reino Unido; Parke Davis, EEUU; Warner Lambert y Smithkline & French, EEUU; Poulenc, Francia; Hoechst, Francia; GlaxoSmithKline, Reino Unido; Amgen, EE.UU.; McKesson, EE.UU.; Teva, Israel; Eli Lilly & Co, EE.UU.; Celgene Corp, EEUU; AbbVie, España; Gilead Sciences, EE.UU." y tantas otras empresas nacionales venezolanas que obedecerían a los dictados de las transnacionales de los remedios. Todas esas grandes corporaciones empresas transnacionales de los medicamentos, que en voz fañosa de don Salomón Pandares, carpintero y primer boxeador cojedeño, diría: "¡Indudablemente, quebrarían!", ante una cultura fenomenalmente faquir en la cabeza de todos, y cada uno de los venezolanos, levitaríamos, sobre lo fontanero, suelo, fuego y volaríamos tal Hermes por el cielo patrio, y es más viviríamos más tiempo, y cuidado si la perpetua búsqueda de la eterna juventud, estaría en el desarrollo de la cultura faquir avanzada venezolana. Cómo se vería el profe Aristóbulo, sin arrugas, estirado por el fenómeno de la cultura asceta hindú, sencilla y espectacularmente veríase muñeco.
Si el cerco médico al pueblo de Venezuela, a la patria de Bolívar, Chávez al gobierno del Presidente Maduro, por parte de las transnacionales de las medicinas ut supra, y han creado la guerra económica, y justificado una crisis humanitaria para una intervención humanitaria, en que les ha costado una bola arrodillar al pueblo venezolano, al tiempo que el tiro les ha salido por la culata. Entonces sea dicho que una cultura faquir avanzada, sepultaría definitivamente a las grandes corporaciones transnacionales de los remedios, en sostenida lucha y unidad de contrarios como la cultura faquir/la cultura Squibb, en el tercio incluso aristotélico (1/2), del golpe feroz cesarvallejoiano hacia una nueva concepción humana potente venezolana.