Desde lo profundo de las sabanas de la mesa de Guanipa no es fácil tener certeza de la estrategia del gobierno frente a Gauidó. Todo parece indicar, que el gobierno "optó" por el desgaste como estrategia obligada.
Sin tener claro la estrategia del gobierno frente a Guaidó, voy a intentar realizar una aproximación a la posible razón que tenga el gobierno para echarle mano a la estrategia del desgaste. Para ello debo echarle mano al caso Carmona y al de Chile con Allende.
Para lo que suponen que esta historia en Venezuela está media escrita, vale recordar un punto de la situación chilena en los preparativos del golpe de Estado contra Allende. La cámara de diputados de entonces, aprobó, contra lo establecido en la constitución, la ilegitimidad del gobierno de Allende. No era suficiente este paso para salir de Allende, pero fue la cortina para el golpe de Pinochet.
Se está legitimando al golpe como vía. La oposición tiene mucho rato buscando uno, puede encontrar precisamente otro y no el que busca. Si un golpe es bueno o fue bueno, porqué otro no. Ya los dos frentes políticos incursionaron en esta vía.
El caso de Venezuela no el mismo de Chile. Dejo la cortina ahí. Si lo prefieren, puedo decirlo de otra manera. La salsa que es buena para el pavo, suele igualmente ser buena y recomendada para la pava. Es decir, la oposición y los ciudadanos y ciudadanas seguidores de la oposición quieren, anhelan un golpe, qué tal si el tiro sale por la culata.
Si recordaran, la situación con Carmona tenía un cuadro más crispado. La oposición de entonces había acumulado una cierta fuerza y ambas (gobierno y oposición) estaban muy animadas y decididas a llevar el conflicto social a sus últimas consecuencias. La coordinadora democrática cuadró los escenarios y empujó la marcha hacia Miraflores cuando sintió que clase media estaba suficiente convencida para ir caer sobre el centro del gobierno. Estaban convencidos que el golpe era la salida y estaban en el momento porque tenían un segmento de generales sin tropa en la jugada. Chávez, como ya sabemos, entregó el gobierno y vino ya la concreción del golpe y todos lo vimos por televisión y en cadena.
El PSUV de entonces se "replegó". Apenas pudo verse a Isaías Rodríguez y luego casi sin dirección política; el pueblo con su fuerza salió a la calle y se crearon las condiciones para restituir a Chávez en el gobierno. Chávez restituido, decidió por el perdón sin consultar al actor político que lo restituyó. El conflicto se tapó o guardó. Fue un caso casi parecido al "por ahora no se alcanzaron los objetivos" pero con perdón.
Todo esto lo hizo la oposición desde la calle y con una parte importante de los medios de comunicación como uno de los actores importante del golpe.
Guaidó está ahora en una acción de usurpación de funciones y no sé si ese hecho cabe para homologarlo con un golpe de Estado. Se ve igual y como que huele igual. Está un poco el guión de Chile sin que ese guión tenga parecido con la situación de la FAB. La diferencia (siendo un golpe) es que está como legitimado. Guaidó escondido o no, tiene un pequeño ejército en la calle en procura de ganarle mayor legitimación al golpe.
He visto expertos opositores en televisión anunciando medidas. No están ni siquiera plasmando un proyecto de país para presentarlo a los venezolanos y venezolanas para que sepamos, cómo la oposición ve a Venezuela y lo que haría de ser gobierno a través del dispositivo o procedimiento establecido en la constitución. Percibo un proceso con participación activa de la parte rabiosa de la oposición legitimando el golpe de Estado como salida. Actúan con relativa libertad y los que aparecen como detenido o secuestrados son unos supuestos niños sin identificación y siendo como otro de los elementos o insumos del golpe.
Se ven a "expertos" asumiéndose como un gobierno paralelo. O sea, usurpando funciones de ministros. Ayer mismo, vi por un canal de TV (globovisión) un acto desde la AN en el cual se anunciaban medidas. Oí a un experto petrolero anunciar la solicitud o necesidad de un préstamo por miles de millones de dólares que se utilizarían para activar a PDVSA. El señor usurpando las funciones de Ministro de Energía y de PDVSA, pero globovisión, siendo cómplice de esta usurpación o golpe de Estado en cadena como la de Carmona.
La situación esta como caracterizada como un terreno de nadie o casi de nadie. La invasión está colocando los alambres para echar la cerca y ser pisatario. Uno oye a personas en la calle y por tv, convencido que Guaidó es presidente y que el golpe es la vía.
En la oportunidad de Carmona no había todavía el poder popular pero se vio. Ahora hay aparentemente poder popular pero no se ve o está difuso o sin capacidad (fuerza) para actuar. El gobierno parece esperar, pero no sé si ese espera en términos prácticos, es el vació de poder que no hubo con el golpe de Carmona y que ahora aparece. No sé si el vació de poder puede transformarse en un hueco o este vació de poder, es definitivamente el recurso para institucionalizar el golpe de Estado como vía para resolver ahora y después las inconsistencias y conflictos políticos.
No sé si el síndrome Libia ya está en Venezuela, sin haber actuado el tratado de la OTAN a través de Colombia. No sé si es necesaria la invasión militar. El golpe de Estado está resultando como simpático. Simpático o muy simpático, está luciendo la venta de organizaciones y "líderes" políticos para vender al país.