Está en marcha el plan Trapo Negro. Por supuesto, liderizado por el usurpador autojuramentado Juan Guaidó. Pero él es solo un operador político de la extrema derecha. Un actor más en el engranaje de un objetivo superior que persigue encumbrar a su patrón y jefe político, Leopoldo López. La Ley de Amnistía es el Trapo Negro para distraer a los incautos y distraídos, mientras sacan por la puerta de atrás al mantuano líder de Voluntad Popular. Pura impunidad.
Esa precipitada propuesta de ley les servirá como anillo al dedo para abrir el camino presidencial al criminal Leopoldo López, condenado por la justicia a 13 años de cárcel por dirigir personalísimamente la Salida violenta del año 2014. La estrategia es clara, facilitar el acceso del jefe de Guaidó (más que Trump, incluso) hasta la cima del poder político, en un asalto certero diseñado para acabar efectivamente con las fuerzas chavistas y de paso, acabar con sus odiosos pares de la maltrecha derecha. López y Guaidó intentan descaradamente robarles en velocidad.
Otro Trapo Negro que quiere meter Guaidó, como un clandestino paquete chileno, es un infame documento (las láminas de PowerPoint aguantan todo) denominado el "Plan País: La Venezuela que Viene". Genera mucha repulsión ver a la fauna neoliberal, burguesa y apátrida, frotándose las manos tratando de explicar cómo van a salvar a este país (que ellos bloquearon y boicotearon) aplicando fiel y celosamente todas las recetas neoliberales del Fondo Monetario Internacional. Paquetazos que han hecho más pobres a los pobres y más ricos a los ricos en la totalidad de países donde han sido aplicados.
Diría Don Quijote de la Mancha: "La falsedad tiene alas y vuela, y la verdad la sigue arrastrándose, de modo que cuando las gentes se dan cuenta del engaño ya es demasiado tarde". Así es esta derecha neoliberal, farsante y embustera, que no se atreve a revelar abiertamente sus planes de rapiña y saqueo de las riquezas nacionales, por el enorme barullo que se armaría en medio de este nuevo intento de golpe de Estado.
El mentado Plan País no tiene desperdicio. La burguesía parasitaria que tiene décadas expoliando las riquezas nacionales y explotando a la masa trabajadora, ahora viene a decir descaradamente que la aplicación del paquete neoliberal permitirá "liberar a las fuerzas productivas", como si no estuvieran actuando libremente (a punta de especulación, usura y contrabando) distorsionando toda la cadena de comercialización de productos esenciales, desde la producción, la importación, hasta la distribución final. Por eso, para nada sorprende el uso desvergonzado de la frase "Restablecer los mecanismos de mercado y las libertades económicas", para facilitar que sus agentes y corporaciones, mediante el aprovechamiento del levantamiento del "sistema de controles", puedan actuar legalmente (y descaradamente) a su libre albedrio en defensa del capital y de sus intereses de clase.
Esta derecha habla de "Recuperar nuestra soberanía", pero hasta ahora sus actuaciones como usurpadores han significado un atentado directo contra nuestra integridad territorial, nuestra independencia, nuestra soberanía, la Constitución Bolivariana, nuestros valores democráticos y, por sobre todo, han puesto en riesgo la paz del país y la vida de todos los venezolanos. Están claros que han firmado un cheque en blanco con el diabólico Imperio Norteamericano. Ahora vendrá a cobrar el irascible Donald Trump, junto a todas sus corporaciones rapiñeras. No engañan a nadie estos cándidos "salvadores", vienen solo por el saqueo de nuestras riquezas naturales.
La propuesta neoliberal es clara y sin disimulos. Pretenden financiar su paquete neoliberal, espejitos en mano, gracias a que los generosos inversores les permitirán "Acceder a la banca multilateral para solicitar el financiamiento requerido en condiciones preferenciales y ayuda económica internacional". Solo en Disneylandia los banqueros dan condiciones preferenciales, besos y abrazos solidarios. El paquete neoliberal es claramente de shock, aplicado sin anestesia y en las peores condiciones financieras para el país. Endeudamiento con los bancos y fondos buitres.
Sin nada de pena sueltan también la siguiente perla, afirmando que se afanarán para "Dar apertura a la inversión privada en las empresas públicas". Quién les dio permiso a estos golpistas y bandoleros para estar privatizando las empresas del Estado, que son de absoluta y única propiedad de todos los venezolanos.
Estos aventajados discípulos de Carlos Andrés Pérez, dicen que van financiar todo su paquete de medidas económicas mediante los ingentes recursos provenientes de la "asistencia masiva de organismos financieros multilaterales y países interesados en la restitución de la democracia y el desarrollo en Venezuela". Zamuro cuidando carne. Esto parece a todas luces el endeudamiento infinito y sin control para beneficio y restauración de los intereses de la burguesía criolla. En el caso de PDVSA, quieren meterle el diente completico, por eso proponen "Permitir que el capital privado sea accionista mayoritario en proyectos petroleros" y "Atraer, de manera significativa, capital privado nacional e internacional". Esto es un burdo disfraz de privatización, que abarca no solo la industria petrolera, también quieren privatizar todos los servicios públicos y hasta acabar con el propio papel del Poder Ejecutivo, ya que con la "Reducción del tamaño del Estado" a su más mínima capacidad posible, quedará subordinado mortalmente a los intereses de clase de estos poderosos grupos empresariales.
Entre burguesía y pueblo jamás habrá "igualdad de oportunidades" como falazmente proponen los golpistas. Le mienten al pueblo. No vamos a permitir que el Trapo Negro de la derecha fascista nos engañe nuevamente como los espejitos de Carlos Andrés. El pueblo entero resistirá todas las arremetidas imperiales, y nuevamente vencerá.