1. Trump va a la Guerra
Entre una salida negociada en Venezuela y una invasión militar, Washington parece inclinarse cada vez más por una operación militar. El bloqueo al "Grupo de Contacto Internacional" (GCI) como foro de mediación, es descaradamente público. Time for dialogue with Maduro has "long passed" -- el tiempo para dialogar con Maduro ha pasado hace mucho tiempo, regañó Elliott Abrams, el delincuente político imperial a cargo de la recolonización monroeista de Venezuela, a los representantes de la Unión Europea, Uruguay y México, reunidos en Montevideo. "En lugar de tratar de hablar con Maduro, hay que reconocer a Juan Guaidó: "We urge countries to recognize @jguaido as interim President". El procónsul nominado, Juan Guaidó, concluyó de expresar la estratagema en marcha: en una entrevista con AFP no descartó "autorizar" una intervención militar de Washington en Venezuela. Un buen bufón. Tan bueno como Maduro. ¿Desde cuando los animales del circo le "autorizan" al dueño lo que va a hacer?
2. Maduro proporciona el casus belli
Nicolás Maduro, que desde hace 2013 es objetivamente un agente del imperialismo, coopera fielmente con su homólogo gringo en la destrucción bélica de Venezuela, al rechazar la única solución que puede impedir la guerra: elecciones libres. Maduro rechazó lo que llama "la parcialización" del Grupo de Contacto Internacional, cuyos miembros más importantes demandaron elecciones "libres" en Venezuela. Esta es, de hecho, la única posición razonable y viable para evitar la guerra y para quitarle al imperialismo gringo su plataforma mundial de propaganda y presión pro-intervencionista. Pero, según el brillante "presidente obrero", el llamado a elecciones propuesto por la GCI "no es prioridad", porque lo que prevalece en importancia es la economía y la estabilidad constitucional. Con esta decisión, Maduro cierra la última puerta hacia una salida pacífica y se queda aun más aislado a nivel internacional, con excepción de los gobiernos de "izquierda" sectaristas latinoamericanos y de los partidos políticos e intelectuales de "izquierda", que tratan de mantener viva la mentira, de que Maduro es un mártir del imperialismo gringo.
3. Víctimas del Imperialismo
Víctimas del imperialismo yanqui fueron Salvador Allende, Daniel Ortega, Fidel Castro, Manuel Marulanda, Pepe Mujica y Ho Chi Minh, entre otros. Maduro y su camarilla, en cambio, son víctimas exclusivas de su ineptitud gubernamental, abuso de poder y falta de ética, que produjeron la implosión del proyecto de Hugo Chávez que presenciamos actualmente. Están llenas las mazmorras de esta dictadura burguesa de trabajadores y sindicalistas y de más de cien militares chavistas y democráticos, entre ellos el Salvador de la Patria y de la democracia venezolana durante el golpe militar de 2002, el general Raúl I. Baduel. Las fuerzas sectaristas y oportunistas de "izquierda" mundial, al igual que la soldadeska de Padrino López, que apoyan la posición intransigente de Maduro, no defienden a un proyecto progresista y antiimperialista, sino a un vil régimen burgués opresor. Toda esa lambisconería hace objetivamente el trabajo del imperialismo, porque con cada día más que Maduro queda entrenchado en su Stalingrado, sin posibilidad alguna de salida o triunfo, mejoran las condiciones para la agresión militar de Bolton, Pompeio, Trump, Duque y Bolsonaro. Tiene toda la razón la víctima del imperialismo, el exguerrillero del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, Pepe Mujica, quién pasó quince años en la cárcel y bajo torturas por su praxis revolucionaria --a quien el lumpenburgués Maduro ha vilipendiado públicamente de senil-- cuando dice, que cuanto más tiempo Maduro queda en el gobierno, más se acerca la guerra. Y que la única vía para impedirla, son elecciones libres lo antes posible. Una vergüenza la dizque "izquierda" que sostiene a la mentira y calumnia a la verdad.
4. Don Quijote y Vietnam
A Estados Unidos le espera un nuevo Vietnam, dice el nada anoréxico Jefe de las FANB, cuya panza no le permitirá entrar en un tanque de combate, la torre de un submarino o la cabina de un avión de combate, en caso de guerra. Bravucón, inculto y cínico, como siempre, el "Comandante Maduro". Vietnam venció al agresor imperialista después de quince años de combate, con un hinterland absolutamente favorable para el defensor, el apoyo militar, económico y político incondicional de todos los países socialistas, el apoyo moral del mundo, una vanguardia nacional aglutinadora del Partido Comunista con un líder carismático, como Ho Chi Minh y así pagó con una hecatombe de víctimas (más de tres millones de muertos) el precio de su soberanía. Es una cínica burla de Maduro, querer ampararse en esa heroica guerra de liberación nacional para venderle al pueblo la mentira de que algo similar podría suceder en Venezuela; como es un cinismo sin par, compararse a las víctimas del imperialismo, como Salvador Allende. En caso de una guerra contra la OTAN, lo que sucederá en Venezuela es el escenario de Irak, la destrucción y derrota total del país, no el desenlace de Vietnam.
5. Don Quijote tiene armas
Otras armas poderosas que harán temblar al imperialismo gringo --además de la demente alucinación de un nuevo Vietnam-- son dos millones de cartas de protesta que Maduro quiere enviar a la Casa Blanca. ¿Puede haber algo más quijotesco en este escenario de prospectiva guerra que enviar cartas? También habla de dos millones de milicianos el "Comandante", que se enfrentarán a la soldadesca del Pentágono. Dejando a un lado, que ninguna milicia hoy día puede resistir a un ejército moderno profesional, basta ver las caras y las condiciones físicas de combate de estos ciudadanos ya mayores de edad, para acordarse de inmediato al Volkssturm de Hitler: niños y ancianos reclutados en los últimos días de la guerra por el Fuehrer, para defender su tiranía. Al igual que el Fuehrer, Maduro y Cabello no tienen reparos de ninguna clase en sacrificar a la población como carne de cañón, para prolongar su fracasado régimen.
6. China y Rusia tienen la llave
Ante este escenario, sólo China y Rusia tienen las llaves para abrir un futuro de paz y transición ordenada en Venezuela. El método de salvación es muy sencillo. Tienen que hablar con Maduro, Cabello y sus generales de pacotilla y ponerles un ultimátum. O Maduro se va al exilio y se organiza la transición de una manera democrática y transparente, y con nuevas "elecciones presidenciales libres, transparentes y creíbles" (GCI), que garantiza los intereses del pueblo venezolano, los intereses chinos, rusos y de los gobiernos progresistas de América Latina, o se cancela toda ayuda para la mafia de Maduro, de inmediato.
¡Esta es la única manera de impedir la guerra en Venezuela y el triunfo del imperialismo petrolero!