Los amargados

Amargados, con caras descompuestas. Muchas trompas largas cargadas de frustración y odio. Víctimas de la misantropía, así se veían las miradas de los líderes golpistas de la derecha continental este triste 23 de febrero, al ver fracasados sus nuevos intentos para agredir a Venezuela, intentando violar su soberanía e integridad territorial.

Las miradas perdidas en el vacío de la nada estaban llenas de un gran simbolismo. De cómo mentes guiadas por la soberbia y la maldad enfrentaban públicamente un estruendoso fracaso. Estaban ante la claridad plena de que sus macabros planes naufragaban súbitamente. Una vez más la derrota, otro fallido intento de ejecución de un golpe de Estado.

Estamos frente a gente inmoral y maquiavélica. Han llevado a su gente por el camino de la violencia y de la confrontación. Es una nueva Guarimba, repitiendo la violencia terrorista ejecutada en los años 2014 y 2017 por los partidos neofascistas Voluntad Popular y Primero Justicia. Esta es una reedición perfectamente milimetrada, planificada y ensayada para ejecutarla frente a los medios planetarios que estaban ávidos por retratar de primera mano todas las provocaciones y agresiones; también estaban listos para satanizar todas las reacciones del lado venezolano.

La respuesta ecuánime y serena de Venezuela, apegada a la defensa de su soberanía, al mantenimiento de la seguridad y del orden público, dejó estupefactos y sin excusas a los golpistas de la derecha apátrida, dirigidos por Guaidó y compañía, que querían ansiosos generar una catástrofe para justificar una intervención militar extranjera. El fracaso es evidente, se quedaron con las manos vacías. Pero en el camino, la derecha nuevamente ha frustrado a sus incautos y despalomados seguidores. También ha puesto en alerta a todos sus acreedores, que cobrarán con celo todo lo invertido en Guaidó para imponerlo por la fuerza en la presidencia. Principalmente Trump les cobrará caro el fallo, ya que ha invertido ingentes recursos, tiempo y prestigio (como "estratega guerrerista" anticomunista) para acabar con su amarga pesadilla: la aguerrida Revolución Bolivariana.

Trump, Guaidó y todos los buitres del Cartel de Lima han subestimado la capacidad de reacción y contraataque de las fuerzas revolucionarias y patriotas. Ante cada agresión, se impondrá una respuesta contundente en el marco de la defensa de nuestra soberanía.

Los desmemoriados líderes de la extrema derecha fascista, olvidaron convenientemente que en el calamitoso año 2016, el fracasado protoprócer adeco Ramos Allup, anunció desde lo alto del hemiciclo de la Asamblea Nacional, blandiendo el hacha de la guerra, que en menos de 6 meses arrasaría con el Chavismo y todos los poderes públicos por 5 vías distintas. Pues pasaron los meses y los años, y a cada intento golpista, una respuesta contundente del pueblo, llenando de fracasos y lamentos a las filas opositoras.

En lo inmediato el panorama es claro. Ante su fracaso como líder golpista, el autojuramentado Guaidó, se pondrá en modo turista para, como hacen los apátridas Julio Borges y Antonio Ledezma, viajar sibaritamente por todo el mundo, dando lastima y recogiendo las generosas "ayuditas" (en Dólares, Euros, Bitcoin, etc.) que las logias conservadoras del mundo siempre están dispuestas a suministrar. Buscará Guaidó cualquier excusa para mantenerse viajando por todo el planeta, exponiendo su "triste" caso de frustrado presidente golpista. Arrastrándose en cuanta verbena organicen los fachos por todo el mundo.

El usurpador y golpista de Guaidó debe estar más que claro. Cuando intente regresar, trocha mediante al filo de la oscuridad (como los rastreros cobardes) se le pondrán los ganchos para que pague con cana sus crímenes golpistas. Principalmente por asociarse con estados y agentes extranjeros para conspirar y agredir a nuestro país, violando descaradamente la Constitución Bolivariana. Son crímenes de traición a la patria. No debe haber más tolerancia ni impunidad.

La derecha guarimbera ha actuado intoxicada de odio, envenenada por los neofascistas de la Casa Blanca, la pandilla Almagro y el Cartel de Lima. Al tropezarse con la realidad, de que no tienen el apoyo del pueblo venezolano para sus planes golpistas y de intervención militar, seguirán con sus amarguras, cual ánimas deambulando con el alma en pena. Los golpistas se comerán sus frutos amargos, al chocar contra la férrea voluntad de paz y democracia del pueblo venezolano.



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Richard Canán

Sociólogo.

 @richardcanan

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