Máquina del tiempo

"Máquina del tiempo, que mi ser descansa en el recuerdo de la faena fresca", parafraseaba a Andrés Eloy Blanco, el poeta Heriberto Vidal, de San Carlos, al lado de su máquina latonera ratonera, como él decíale a su escardilla de trabajo. La máquina del tiempo, un mecanismo que funciona como un sistema de entrada y salida, de pregunta y respuesta, de insumo y reacción, de acción y reacción, estímulo y resultado, de método y resultado, fin y medio, en fin, un sistema socrático, pues. La máquina del tiempo, es el mismo planteamiento y la misma inquietud del hombre y de la mujer, desde la noche de los tiempos. Como también la búsqueda de la eterna juventud. A esta búsqueda, a buen seguro, se ha de llegar más temprano. Es más tangencial de tocarse, verse sin las arrugas, verse con las dotes sexuales deseados, pues, el sexo whitmaniano todo lo contiene, a saber, la búsqueda del tiempo perdido proustiano. En esto anduvo mi tío Julio Mantequilla, estuvo una temporada en la infernal locura de la búsqueda de la eterna juventud, al punto que logró un menjunje, y obstinado lo largo al patio de la casa de Rosa María en la calle Alegría de San Carlos, y las gallinas del corral, comieron de aquella mazamorra, y volaron la jaula y cundieron el cielo y se largaron al carajo, que mi tío corrió por la fórmula, extraviósele en aquel bochinche del cuarto, aun y aún, sigue en la búsqueda de la receta mágica perdida, imbuido en el realismo ingenuo y en el realismo mágico, casos límite contradictorios, en que el presente es la fórmula recetaria aristotélica del tercio incluso estagirita (1/2).

La máquina del tiempo, un mecanismo un tanto más difícil. Esto rompe los planteamientos científicos, religiosos, estéticos, y filosófico, en tanto en cuanto a los valores teóricos y valores prácticos. Después de la muerte, nadie se ha devuelto. Ah, que miento, Cristo ¡el único!, resucitó muertos, y resucitado entre vivos y muertos, las confesiones narrativas del apóstol Santiago y de los evangelistas Juan, Marcos, Mateo, Lucas. Cristo es el único ser que se ha devuelto en resurrección resucitada devenida del resucitar, en este cura ignaro raro cleuasmo asno. Antes de Cristo, no se tienen confesiones, ni después de él, tampoco se tienen testimonios de resurrección. Cristo es la verdadera máquina del tiempo, fue al pasado y regreso del futuro, resucitando del presente y resucitara del futuro, aspectos límbicos antagónicos, en que Cristo es el verdadero tercio incluso aristotélico profundo, entre lo pasado y lo futuro.

La máquina del tiempo, un mecanismo de difícil definición, Cervantes la denota como la historia, se aproxima en Quijote: "Es la historia madre de la verdad, émula del tiempo, depósito de las acciones, testigo de lo pasado, ejemplo y aviso de lo presente, advertencia de lo porvenir." En esta definición cervantina quijotesca, erigióse Oscar Wilde: "El hombre es en cada momento de su vida, todo lo que ha sido y todo lo que será". Es una definición borrosa, en donde el presente es continente que contiene a los contenidos del pasado y del futuro. En la misma línea, encuéntrase Jorge Luis Borges: "Somos Edipo, y de un eterno modo, la larga y triple bestia somos, todo lo que seremos y hemos sido". El presente siempre, calibrando el pasado y el futuro. Asina, ADSUM, del escudo del estado Cojedes: "Así soy, así he sido y así seré." Agropecuario hoy, ayer y mañana. Aun y aún, todos abrevaron en el Eclesiastés: "¿Qué es lo que fue? Lo mismo que será. ¿Qué es lo que ha sido hecho? Lo mismo que se hará; y nada nuevo bajo el sol." Eclesiastés, continente que contiene a todos los contenidos de la máquina del tiempo. Octavio Paz, quiso dar el salto, y cogiólo en el brinco la máquina del tiempo, cuando el poeta mexicano dijo: "No soy el que fui hace un instante, saberlo, ataríame a ese desconocido que fui." Estaba Octavio, recitando en el presente, en el continente de lo pasado y de lo futuro, casos límite contradictorios.

La máquina del tiempo, es un tanto más difícil que la fórmula de la eterna juventud, si mi tío Julio Mantequilla, estuvo propincuo a la fórmula mágica no igual suerte correría la máquina del tiempo, no obstante, la "máquina del tiempo", para objetos cuánticos ya existe, https://actualidad.rt.com/actualidad/308883-principal-autor-maquina-tiempo-contar-proyecto, 17 de marzo de 2019. Científicos de Rusia, EE.UU. y Suiza lograron en el curso de unos experimentos que una computadora cuántica regrese al pasado por una fracción de segundo. El autor principal del estudio sobre esta máquina del tiempo, Gordéi Lesovik, director del laboratorio de física cuántica de la Universidad de Física y Tecnología de Moscú, ha contado en una entrevista a RT detalles sobre la realización del proyecto. Gordéi Lesovik, dijo: "Hemos creado la máquina del tiempo, en una computadora cuántica de IBM, hace varios años parecía increíble, algo sorprendente, que nadie podría imaginar hace 10 años." Gordéi Lesovik, ha de correr igual suerte como la del efímero cuento del poeta Augusto Monterroso: "Cuando despertó, el dinosaurio aun estaba ahí". Gordéi Lesovik, ha de decir con Jorge Luis Borges: "Somos Edipo…" Lo cierto es que el presente es continente, a más de que contiene al pasado y al futuro, tiene, además, de contenido al tercio incluso aristotélico profundo (1/2), en que se resuelven todas las paradojas del mundo, en la optimalidad ortogonal pitagórica, el presente, tiene al tercio incluso estagirita abismal (1/2), al que tiende el pasado y del que trasciende el futuro. Y que más temprano que tarde, la máquina del tiempo, que es un desafío a la lógica aristotélica occidental y al tercio excluso, concomitante con el tercio incluso, y entre estos, el tercio incluso profundo (1/2), que es el tiempo presente, con lo futuro y con lo pasado, la máquina del tiempo, será una máquina borrosa, distinta de las señales bivalentes numéricas discontinuas y parecida a las señales multivalentes analógicas continuas. Pues el presente es cuestión de grado de continuidad, llevado, el todo, por un tanto factual distintivo, en el espacio muestral sombrío, de la grisura penumbra whitmaniana, en que desaparece lo cuántico y aparece lo analógico, como desafío a la lógica aristotélica occidental con más de tres mil años de vigencia, y toca su fin con el derrumbe de Las Torres Gemelas Neoyorquinas, en que George Busch, dijera, la almagra excluyente expresión: "O estás conmigo, o estás con mi enemigo", en que desatáronse los demonios, en Medio Oriente, y hoy a Mefistófeles, estamoslo viendo y viviendo en Venezuela, con el Derecho Inusual Extraordinario y el tercio excluso aristotélico, y la lucha del pueblo bolivariano chavista con su tercio incluso sostenido de victoria.

Si la máquina del tiempo, es un mecanismo que funciona como un sistema de entrada y salida, de pregunta y respuesta, de insumo y reacción, de acción y reacción, estímulo y resultado, de método y resultado, fin y medio, en fin, un sistema socrático, pues Sócrates es el padre de la reducción al absurdo, del que hablara siempre Bertrand Russell. Entonces sea dicho que la máquina del tiempo es un sistema socrático borroso, con casos límite contradictorios, con tercio incluso aristotélico profundo (1/2), entre tercio excluso norteamericano y tercio incluso bolivariano. Entonces sea dicho que la máquina del tiempo borrosa ha de funcionar como un sistema multivalente analógico continuo borroso, sin saltos cuánticos en la optimalidad ortogonal pitagórica en la difuminación continua espectral. Ergo sea dicho, un desafío.



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Miguel Homero Balza Lima


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