Los acontecimientos del 30 de abril han generado una ya abultada explicación. La narrativa es cuantiosa y va desde las explicaciones del Departamento de Estado por intermedio de Bolton, Pompeo y Abrams, pasa por las que han dado militares que estuvieron al lado de López y Guaidó en el distribuidor de Altamira. Diarios como New York Times, Le Monde, ABC, Clarín, La Jornada, por sólo nombrar estos, también ofrecieron sus versiones tomadas en el sitio de los acontecimientos y por las que recibieron de voceros "calificados".
La página "The Clinic", bajo la firma de Patricio Fernández ha publicado lo que parece ser la primera parte de un trabajo titulado "La oposición venezolana y el golpe que no fue" que vale pena leer. https://www.theclinic.cl/2019/05/08/la-oposicion-en-venezuela-y-el-golpe-que-no-fue-falta-pueblo-parte-i/
Es interesante porque el periodista estuvo allí en el sitio donde se desarrollaron los acontecimientos y tuvo acceso a buena información y hasta vierte una conversación sostenido con un importante actor acerca de la percepción de ambos acerca del gobierno y el periodista hace comparaciones con el proceder de Pinochet y el del gobierno venezolano, poniendo en duda que aquí haya una dictadura.
Pero en ese trabajo vuelve aparecer la versión que aquello fue un golpe planificado con la complicidad de figuras importantes del Estado como el alto mando militar y el TSJ. Casi la misma que han ofrecido los medios antes mencionados. Quienes se apostaron en los alrededores de la base militar de La Carlota, sitio habitual donde opera desde hace ya veinte años la oposición, fueron allí quizás a esperar se desarrollaran los acontecimientos o pronunciamientos que esperaban, como una declaración pública del TSJ, por intermedio de Maikel Moreno y órdenes emanadas del Ministerio de la Defensa a través de Padrino López, según la versión de distintas fuentes. De acuerdo con el trabajo de Patricio Fernández, aparentemente un periodista que no parece prejuiciado contra el gobierno, esa versión le fue dada por varios de sus interlocutores mientras se desarrollaban los hechos y antes que el Departamento de Estado, por intermedio de Bolton, divulgara la misma.
Por las personas allí presentes y hasta la cantidad, como el propio Guaidó, Ramos Allup, Edgard Zambrano y Leopoldo López, por sólo nombrar algunos, pero sin olvidar que también estuvieron una buen cantidad de diputados a la AN y hasta una poca de militares, lo que no sería significativo si su ámbito son los cuarteles, quienes si se quiere por ese gesto "tiraron el resto", uno puede imaginar muchas cosas. Pudiéramos pensar que alguien llevó allí a toda esa gente bajo engaño, o como se dice en el lenguaje coloquial, les pusieron un peine que ingenuamente pisaron para justificar ciertos golpes como los relacionados con la suspensión de la inmunidad de ciertos parlamentarios. Es decir, pudo el gobierno, hasta cierto ámbito, maniobrar, incluso con la incumbencia de personajes de alto nivel, para que los golpistas desplegaran ingenuamente sus cartas. Eso pudiera explicar, la versión de Bolton, desde tempranas horas, repetida por mucha gente, hasta en el elevado de Altamira, de la complicidad hasta del TSJ y el alto mando militar. Hoy mismo, en "Últimas Noticias" se habla de un plan como de película gringa, para detener a Maduro, sacarle por la Base Militar de La Carlota, donde se instalaría en alto comando golpista. http://www.ultimasnoticias.com.ve/noticias/apertura/planeaban-sacar-a-maduro-fuera-del-pais/
La nota, que habla de un plan similar al empleado para secuestrar al ex presidente haitiano Aristide, parece como infantil al considerar la situación venezolana y el grado de compromiso de la alta oficialidad y cuadros medios del ejército venezolano, el apoyo popular sin duda alguna del cual goza el gobierno que no se borra con un discurso o deseo, el alto número de milicianos, sin negar que allá dentro pudiera estar impactando lo que acontece en la sociedad toda. ¡Pensar eso no requiere mucha imaginación y talento!
Todo eso, tomando en cuenta las explicaciones que salen a cada momento, hace pensar que factores de la oposición venezolana, manejados por John Bolton y Eliot Abrams, tienen como primordial la estrategia de la intervención militar, que nunca ha dejado de "estar sobre la mesa", pero Trump ha venido eludiendo por las enormes dificultades que significa. Es muy llamativo que esa oposición que concibe al gobierno sin apoyo popular, por lo menos esa es la narrativa de ella, agobiado por una estrategia en el manejo de la economía, donde sectores del mundo empresarial se confabulan con las sanciones de EEUU para llevar al pueblo al grado de la desesperación y la desesperanza, descalifica cualquier opción electoral y persistentemente llama a la violencia. Y en eso no hay incoherencia, pues no se trata sólo de sacar a Maduro sino por encima de todo eliminar las trabas, especialmente constitucionales y la de los factores políticos nacionalistas y democráticos, dentro de la oposición misma, que pudieran impedir a un futuro gobierno hacer lo que los intereses del capital foráneo demandan. Y esa estrategia que tiene de figura "visible" a Guaidó, preferida del extremismo del Pentágono y el gobierno todo de EEUU, es la misma del factor opositor que aquí ha fracasado por 20 años.
La misma libertad de acción que goza Guaidó, quien con su conducta pudiera desmentir la prédica según la cual Maduro es un dictador y en Venezuela hay una dictadura, como lo resalta el reportaje de "The Clinic", contrariamente es un estimulante para el desarrollo de la estrategia destinada a hacer creer que todos los caminos están cerrados y sólo queda la invasión. Estrategia esta que pareciera manejada por los agentes del Pentágono y destinada a convencer a Trump que no hay otra "Salida".
Esto explicaría esa como infantil práctica, de la que los viejos combatientes y hasta simples observadores venezolanos como uno bastante saben, de embarcarse en aventuras pequeñas, sin sentido ni fundamento a alto costo. Como la de los intentos de asaltos a puestos armados, pequeños cuarteles, la triste historia relacionada con Oscar Pérez, lo de la frontera cucuteña hasta llegar al 30-04 y lo que sigue anunciando el bando opositor. Sus ejecutores parecieran no medir con sensatez los costos materiales y políticos de sus actos, como demasiado elevados para los resultados. Este último acontecimiento, el del 30-4, sólo en lo que a militares se refiere, sumado a los del supuesto intento de introducir "ayuda humanitaria" por Colombia, conforman un costo que no pareciera tener compensación. Y en efecto, pudiera pensarse eso, si uno cree que, aunque estén equivocados, el interés opositor está en derrocar al gobierno con sus propios medios. Pero los errores son tan grandes y costosos, y sin que dentro de ese universo se produzca ninguna reacción contra los responsables de tan "nefasta" practica, que llevan a la conclusión que desde algún tiempo para acá, pero que tampoco fue ayer mismo, prevalece la idea de la invasión y se hace necesario convencer a Trump que ese procedimiento es inevitable. Y siendo así, sin importar el dolor y la frustración de cada quien, esos costos bien vale la pena pagarlos, sobre todo si eso recae sobre venezolanos.
Pero volvemos a lo de antes. ¿Cómo se explica que Ramos Allup, Zambrano y alguna otra gente que venía discrepando de la estrategia que maneja Guaidó aparezcan relacionados con los hechos del 30-4, tanto como para la ANC opte por levantarles la inmunidad parlamentaria?
Hecha esta interrogante y sabiendo de la sagacidad de los personajes nombrados, sobre todo el primero, uno a su vez se llena de más incógnitas. ¿Por qué Ramos Allup estuvo allí y estuvieron los suyos?
No hay forma de pensar que a uno le lleve a concluir que ellos llegaron allí bajo engaños u ofertas "tentadoras" de Guaidó. No tengo tanta imaginación para pensar que éste joven, a quien percibo tan "entusiasmado" como aquellos muchachos de la izquierda de los años sesenta, salvando las distancias, haya logrado atraerlos con su discurso y ofertas. De Ramos bien se puede decir aquello de "perro viejo late echao". Más bien pudiera haber sido un contacto directo con quienes manejan las clavijas bajo la oferta que Padrino López, todo el alto mando militar y hasta el TSJ, como se dice en varios medios y lo difundieron luego, al momento de justificar la debacle, estaban metidos en el complot y que a Maduro sacarían por La Carlota, donde se montaría el comando y el nuevo gobierno, lo que obligaba estar en el sitio de los acontecimientos. Quien allí no estuviese no iría para el baile.
Que eso terminase como terminó, en fracaso y con un altísimo costo, no importa. ¿Qué importa a quienes quieren imponer esa "Salida" el futuro de gente como la ya nombrada y de tanta otra, hasta ingenua que en eso se involucra como muchos jóvenes y hasta maduros militares? Nada importa porque esas fuerzas, imágenes, no hacen falta para el verdadero y auténtico proyecto que intentan imponer entre los tantos que Trump tiene sobre la mesa.
Pero queda una interrogante que amerita un trabajo aparte. ¿La crisis, la descomposición que abate a los venezolanos, esa que genera mucha traición entre "rodillas en tierra", revolucionarios de camisa roja todo el tiempo, no estará también produciendo sus efectos en el ejército?¿Acaso no hay un universo importante que busca salidas por vías constitucionales y por sensatez, en vista que para el gobierno el juego está trancado? ¿No habrá otra forma de narrar o mejor explicar lo que acontece? De eso hablaremos luego. Pero antes de terminar, debo decir que nadie, sobre todo la sociedad, "se suicida en primavera". Hay un viejo cuento donde se dice que en un naufragio, no habiendo ayuda a tiempo, solamente ideas y ratas se salvan abordando las tantas tablas que flotan alrededor del barco.