Ese sujeto como presidente de los Estados Unidos, está más preocupado por la Venezuela de Guaidó que meterle drones y misiles a sus verdaderos enemigos, que él claramente debe saber quienes son que están dentro de su mismo territorio muy cerca de él y, en vez de echar para adelante, se la pasa poniendo a flotar a Guaidó como si Guaidó fuera hacer algo medianamente por él y él no se da cuenta que lo están utilizando para sacarle más dólares y, bien confiado en su política injerencista mundial, se arroga el afán de vivir de amenaza tras amenaza para tener una colonia más a su alcance, por la que Maduro se le ha puesto duro y, por más que han soltado dólares a diestro y siniestro para tumbarlo, no han pasado de la AN que, para su martirio ahora son dos. Meta la mano, meta la mano. "¡Quite usted allá, hombre, quite usted allá!" Que Guaidó es un fiasco que en algo deben parecerse él y Trump, que cada cual nace donde puede y le dejan, y ahora con esas redes, pero ambos sufren, pero uno con más poder que el otro, por lo que, el imperial está por encima del colonial. ¿Usted cree? Pues sí y así es.
Para Trump no existe Colombia, no existe Chile, no existe Perú, mucho menos Ecuador con Bolivia lista en su lista de buenos países bien gobernados sin dictadura que criticar, con los derechos humanos vigiladitos por doña Michelle Bachelet sin muertos que llorar que, cuando hay que lanzar drones él sabe cuándo y dónde asesinar, pero Venezuela, Venezuela les parte el alma y de Cuba no se diga que, de inmediato sale PomPeo y le mete más sanciones. ¡Hombre por Dios! Y quién se atreva a refunfuñar: métalo en la lista negra y, ése es Trump, presidente de los Estados Unidos y de todas las colonias que como patio trasero se dejan y, así anda el mundo reconfortado de las confortadoras medidas que a diario tiene que tomar y, vienen más y, con más medidas el dólar se dispara y dale que ya está bien arriba que un empujoncito más es preferible. Sagaces muy sagaces los gringos con su Doctrina Monroe, qué, claro, "América para los americanos", y cuándo no, si Guaidó es su escudero y no de todo Quijote, no. ¡Quite hombre! Acaso Guaidó no tiene pelos en la cara con su cara bien limpia. ¡Cuídese hombre, qué hombre! No asusta, pero impone, y el gobierno, el gobierno que se cuide que las calles son del pueblo y la lucha sigue sin vencidos, ni vencedores. Qué bochorno para Guaidó, otro presidente, y dónde se ha visto, pero, el venezolano sigue migrando.
No se equivoquen que Guaidó sigue en el poder, no importa las AN que haya, que el poder está en la Casa Blanca, the white house, de donde algún día Guaidó debe ser presentado como el único presidente de la colonia Venezuela y, ahora sí seremos una república y no toda república con el dólar como moneda y cuánto vale eso, sólo Guaidó y Trump lo saben. No más guachafita, acabe con eso, pudiera ser la orden del magnate como presidente y, Maduro, azul, pintando de azul. ¡Quite usted, hombre, quite usted! Y los europeos, ahora sí, no más medidas, volvió la colonia que siempre ha sido para ellos, pero viviremos mejor, pajaritos preñados llenos de espejitos, y tan buenmozo que es Trump, Dios lo guarde y salve solamente a su país los Estados Unidos.
No podemos seguir viviendo de ilusiones, mejor vivir colonizados en pleno Siglo XXI, otra estrella más, no puede ser, pues sí, Guaidó lo quiere así y su asesor, Ramos Allup, así lo considera y, manos a la obra, pero, habrase visto, el señor es mi pastor y la CEV mi resguardo celestial, honestos hasta decir vasta que todos sus obispos algún día serán santos en el infierno de sus devociones. ¡Rece usted, pecador, rece usted! Con Dios me acuesto con Dios me levanto. Contra Trump y Guaidó nadie puede. Oremos: ¡Señor, cuide tanto a Trump como a Guaidó!, porque de lo contrario, qué sería de Venezuela y, de tantos zánganos ilusos. ¡Cuide usted, cuide usted! Y no nos vea con ojos de piedad.
Que la bandera de la paz nos arrope como siempre nos ha arropado, bien lejos, con los autoproclamados y alabados y apoyados por el imperio y que la cruz de la amistad nos dé su bendición y nos aparte de tanto bicho malo y de Trump más ligero.