La administración Trump que ejerce el control del gobierno de los Estados Unidos: están cada día, furiosamente dementes de remate con una dosis verbal de acusaciones alevosas y cobardes que, rompe con los límites de la convivencia humana entre naciones en todas sus áreas que, en vez de dedicarse a combatir su coronavirus que los está afectando como a cualquier país pobre del mundo, lo que no sucede en Venezuela y, que ellos encantados de su política distraccionista como destructiva y punitiva que, parece estar bien planificada con perversa indolencia: sueltan a diario contra nuestro país, al que quieren dañar. Sin importarle un pito como se está muriendo su gente a mengua y, los miles de afectados que esperan por su salvación o por su muerte, en que el cuadro presente es alarmante que se han llevado por delante a Italia y a China, sin poder distraer la realidad que el mundo ve de lo que sucede a dentro en sus entrañas del hábitat de los enfermos por el virus en expansión y, lo que tratan es de desnaturalizar a Venezuela con tantas mentiras contagiosas de maldad juntas que, más bien parece una amenaza ideada para acabar con la estabilidad democrática del gobierno de Maduro como un fin inmediato.
Ahora resulta por la comprometedora opinión de Carrie Filipetti como subsecretaria de Estado para Cuba y Venezuela (ambas naciones le quedan grande y su precaria angustia malvada por ellas preconiza su derrota) que "el coronavirus en Venezuela en un gran peligro para toda la región" y, posiblemente más, para la dulce madre que la parió de valiente, por lo que tamaña mentira: apretujada de burda intención comunicacional que, esa joven mujer como una alevosa serpiente venenosa, nos inocula a su voluntad secundaria una abultada mentira que, más bien cabría decir de su país los Estados Unidos con un Trump colaborando a que mueran más personas cada día que, mientras millones de venezolanos estamos en cuarentena con un muerto hasta el presente por el virus. Ellos como el país más poderoso del planeta con millones de pobres que sufren más que los venezolanos: presentan como consecuencia de su coronavirus una incidencia de más 1300 muertos que, los mantiene en el plano mundial como el país sobre la Tierra que tiene más de 86000 casos de enfermos, lo que no es nada alentador como ejemplo de nación capitalista neoliberal y, esa señora tiene el cinismo nada platónico de alertar sobre Venezuela, donde a rabiar de ella, no tenemos camas, ni agua, ni luz, ni malditos dólares, estrangulados como vivimos por sus medidas económicas, que con toda la precariedad que sufrimos no tenemos la cantidad de muertos que ellos tienen por el virus.
Y, ellos con toda la arbitrariedad del poderío económico y militar que tienen: están dando lástima con la gran cantidad de muertos que presentan por la pandemia que se los come vivos y, que tiene al mundo de cabeza que posiblemente salió de allá tal como los chinos sospechan, y la ciudad de Nueva York parece un hospital ambulante traspasada de incomodidades fértiles con un Trump más pendiente y preocupado por evitar pérdidas económicas que salven a los poderosos que de salvar a su pueblo del coronavirus que, lo arrima a Bolsonaro que además de una dictadura para Brasil quiere arrasar primero con su gente por ser muchos los pobres, que como en Estados Unidos carecen de un buen sistema de salud, y que además existen, 28 millones de personas que no gozan de un seguro privado, ¿y qué les espera? La muerte a que Trump los ha condenado como quiere acabar con Venezuela.
Parece mentira, pero es una gran verdad que, Trump se ha convertido en la mayor fatalidad agresora del mundo como presidente de los Estados Unidos que, hasta repugnante es el tratar de corrompernos adrede: haciéndonos aparecer como una amenaza regional dentro de su elaborado siniestro plan contra el país.
Y es bien posible que esa misma subsecretaria: haya recomendado a la comunidad internacional: no solicitar ni aceptar la colaboración sanitaria de Cuba, lo que no cabe como humano en ninguna mente que tenga vergüenza y paciencia de honestidad dentro de la política de cooperación que nos asiste como pueblos libres y, que para Trump es de explotación y de saqueo y de injerencia política que acá, en mi libre ratos de cuarentena de buenas intenciones me es oportuno recomendarles a mis lectores, para que disfruten junto con unos buenos ejercicios corporales con música y mucha paz que se lean como un calmante de Marguerite Youcenar para evadir un poco la miseria humana y sus problemas a Alexis, que ver el problema no es compartirlo, pero el alma se aplaca cuando, Alexis nos dice que: "tener miedo del porvenir nos facilita la muerte" y en estos momentos lo más que deseamos es vivir que, en otra página leemos. "Me reprochaba el haber tomado por lo trágico unos preceptos desmentidos por tantos ejemplos -y la moral humana no es más que un gran compromiso". Y nuestro compromiso es ser libres.