Nuevamente la oposición ultra derechista y recalcitrante asiste a un dialogo y negociación, escogiendo como sede a Méjico, que imparcialmente y dentro de un gesto de generosidad, ofrecen sus espacios para estos entendimientos; luego de los rotundos fracasos de Republica Dominicana y Barbados, donde en la primera, se habían llegado a acuerdos, que luego el señor Julio Borges en medio de una pea, recibe una llamada del Departamento de Estado gringo, ordenándole abandonar abruptamente las conversaciones. Después de estas intentonas con la ultra derecha, aparece en el escenario Méjico, como país anfitrión, presto para un acercamiento, bajo la mediación del gobierno de Noruega.
Ya las dos partes firmaron lo que ellos llaman el memorándum de entendimiento; donde reconocen como presidente constitucional de la República de Venezuela a Nicolás Maduro Moros y sacan del medio a una pieza incómoda para ellos como lo es Juan Guaido. Donde se comprometen a cumplir con los acuerdos que se lleguen en tan discutida mesa de diálogo. Ya al menos oímos la intervención del vocero de la oposición Gerardo Bayle, en el acto inaugural haciendo hincapié sobre la grave situación que acosa a los venezolanos, las migraciones que hacen esos connacionales hacia otras latitudes, la falta de alimentos y medicinas; pero para nada hizo referencia al bloqueo criminal e inhumano que experimenta nuestro pueblo. Luego hablo el diputado Jorge Rodríguez, como vocero del gobierno, puntualizando en las abrigadoras esperanzas, para que los diálogos llegen a feliz término.
Si hacemos a vuelo de pájaro una revisión somera a los intereses que representan los nueve voceros, observamos que son connotados golpistas de la ultra derecha, cuatro son guaidoistas, cuatro caprilistas, y una por su pasado podríamos decir que es de la Causa R.
Todos sabemos que detrás de algunos de ellos, quien los maneja como títeres, está Leopoldo López un ultramontano de la derecha rabiosa. Todos ellos representan al 15% del electorado de la oposición y que su participación para algunos entendidos, seria para borrar ese pasado oscurantista que los persigue como una sombra y participar en las elecciones de noviembre. Lo único es que no tienen autonomía para moverse, todo paso que dan o es ordenado o consultado al gobierno de EEUU.
En este memorándum de entendimiento, existen reclamos que son puntuales, como serian: el levantamiento de las sanciones y el bloqueo, recuperación de los activos robados, reparación a las víctimas causadas por la violencia, protección a la economía nacional.
Aquí el juego se va a trancar. Tampoco nuestro gobierno no va ceder en aquellos puntos críticos donde se vulnere la Constitución, las leyes y la soberanía. Por los pitos que tocan esto va a ser un dialogo entre sordos. Aquí el gobierno está discutiendo con payasos; pero los que van a rubricar el documento final es el dueño del circo. Los gringos no van a ceder un ápice en echar para atrás el camino que han avanzado; ni el gobierno va a avalar una decisión que quebrante la
Constitución.