EE.UU. una vez mas arremete contra el pueblo venezolano, en efecto
Condoleezza Rice, haciendo uso del lugar común generalizado que pretende
igualar el sistema económico capitalista con el sistema político
democrático, indica que: “el problema con Chávez no radica en basar
ideologías de izquierda contra ideologías de derecha, o de EE.UU. contra
Caracas, sino en EE.UU. que defiende la democracia, pienso que hay un asalto
a la democracia en Venezuela”.
En realidad lo que Rice quiso decir es que EE.UU. defiende el Capitalismo,
el cual ya sabemos que siempre es salvaje, defiende los intereses de las
grandes corporaciones y de las minorías exageradamente privilegiadas del
mundo, por lo que la afirmación que sigue se convierte en absolutamente
cierta, efectivamente sí hay un asalto al capitalismo en Venezuela, sí hay
un asalto a la “Democracia Burquesa” en Venezuela.
En artículo anterior sostuve que el Socialismo es el único sistema social y
económico mediante el cual es posible lograr la igualdad, la cooperación y
el despliegue total de una verdadera Democracia, mientras que el Capitalismo
es la negación de estos ideales aunque, por ahora, vaya ganando la partida
en el mundo actual. Indiqué que lo único que realmente puede sostener un
sistema como el Capitalista es el Totalitarismo en cualquiera de sus
versiones: Pinochet y la "Democracia Burguesa", totalitaria aplicada en
EE.UU.
La incompatibilidad entre Capitalismo y Democracia
La Democracia y el Capitalismo son incompatibles porque este último es una
manera no democrática de organizar la economía. El Capitalismo no organiza
la producción y la distribución de la riqueza sobre la base de los derechos
del pueblo sino sobre la base de la acumulación de la riqueza, la cual una
gran proporción es poseída por unos pocos. Los pobres sólo pueden mejorar
sus condiciones de vida siempre que eso haga más ricos a los ricos. El
Capitalismo siempre tenderá a incrementar las diferencias sociales, las
cuales no han podido ser superadas a pesar de la intervención del Estado,
que es el instrumento mediante el cual la Democracia Burguesa ha intentado
cumplir las promesas de justicia social.
Este instrumento funcionó parcialmente mientras la Democracia Burguesa y el
Capitalismo tenían el mismo tamaño, es decir mientras ambos eran de escala
nacional. Sin embargo, mientras que el capitalismo se ha hecho global, las
democracias burguesas siguen siendo nacionales. Esta desproporción ha
impedido contundentemente que el Estado pueda corregir la desigualdad atroz
que genera un único capitalismo global. Por eso, por ahora, el capitalismo y
la economía de mercado le están ganando la partida a la democracia y al
socialismo.
Kant divide al hombre en dos partes: por un lado esta la razón, por el
otro las pasiones y los intereses. La Democracia y por lo tanto El
Socialismo es el sistema de la razón, un sistema de justicia y libertad
universales. la Democracia Burguesa y por lo tanto El Capitalismo es el
sistema de las pasiones y los intereses, un sistema de dominio y de poder.
Así mismo, nos ha enseñado que la justicia se aplica en nombre de la razón.
La justicia exige respeto a los derechos del otro, el sacrificio a favor de
los derechos del débil sin esperar que nos devuelva algo a cambio, éste es
el sentido más profundo de la democracia. La justicia, por lo tanto, es una
propuesta incondicional, se hace a cambio de nada. La razón (el Socialismo)
no tiene una energía propia que le permita cumplir sus propios ideales, su
incondicionalidad. Las pasiones y los intereses (el Capitalismo) en cambio,
sí tienen una fuerza propia, atraen al hombre como la gravedad atrae a los
cuerpos. Así la justicia se fundamente exclusivamente en la razón, acaba
cayendo bajo el peso de las pasiones y los intereses. Por su parte, la
Democracia y el Socialismo han basado la justicia a la fuerza inexistente de
la razón, y por esto su falta de vigencia. Por esto el Socialismo, al
basarse exclusivamente en una razón que presuntamente es autosuficiente, ha
caído, por ahora, bajo el peso del Capitalismo, de los intereses y de las
pasiones. Un mundo donde gana siempre el más fuerte, o el más competente.
Pero sí hay una esperanza, esa esperanza es el amor. La fuerza del amor es
la fuerza de los débiles, es la fuerza que necesita la razón para cumplir
sus proyectos y sus promesas, es en el amor donde puede aplicarse plenamente
la justicia. Las tradiciones religiosas, y particularmente la cristiana,
explica la potencia que implica sentirse amados como hermanos. La razón, el
Socialismo apela a la democracia, a la libertad y a la igualdad mientra que
el amor, políticamente comprendido, apela a la fraternidad, por lo que no se
puede construir la Democracia sino es sobre la base del amor a los demás. Es
así como será posible encontrar el camino adecuado para que la Democracia
finalmente pueda vencer al Capitalismo, un camino que nos permita organizar
la economía de una manera democrática, es decir, crear estructuras políticas
y económicas que nos sirvan para redistribuir la riqueza, garantizar los
derechos sociales y controlar las fuerzas productivas para ponerlas al
servicio del bien común, un Socialismo en el que la igualdad se construye
desde la libertad. Por esto, el destino natural de la Democracia debe ser el
Socialismo, el cual no tiene nada que ver con el sistema capitalista, donde
la acumulación de la riqueza seguirá siendo el instrumento que soporta a la
ley del más fuerte.
Las medidas políticas, económicas, sociales, educativas, tecnológicas y
culturales de Hugo Chávez han sido dirigidas, en esta nueva etapa de la
República Bolivariana, a la construcción del Socialismo del Siglo XXI,
mediante una propuesta basada en el amor al prójimo y en la plena aplicación
del cristianismo original, el mismo que predicó Jesucristo. Los cinco
motores constituyentes tienden a avanzar hacia ello, el primero contempla la
propuesta de la Ley Habilitante, que permitirá al Ejecutivo legislar sobre
las materias necesarias para adelantar los cambios hacia el Socialismo, el
segundo propone la profunda reforma de la Constitución Bolivariana de
Venezuela para permitir el avance de la Revolución Política, Económica,
Social y Cultural, el tercer motor es la jornada nacional denominada Moral y
Luces, que comprende una campaña de educación moral, económica y política,
el cuarto motor es la geometría del poder, integrado por la nueva manera de
distribuir los poderes político, económico, social y militar a nivel
nacional, ya que se propone revisar la distribución político- territorial
del país y generar la construcción de sistemas de ciudades y de territorios
federales. Finalmente, la explosión revolucionaria del poder comunal es el
quinto motor constituyente, el cual, según Chávez, tiene mayor fuerza y
dependerá del éxito de los anteriores motores revolucionarios de esta nueva
era de la administración pública.