Resultan públicos y
notorios los actuales planes de desestabilización que se han venido
activando recientemente desde el norte para atentar contra el gobierno
democrático de Venezuela.
En días pasados, tal
como lo reseñara Eva Golinger en un artículo publicado en Aporrea1,
el ex-secretario de estado de los EEUU, Lawrence Eagleburger declaró
a un reconocido canal de televisión norteamericano, que Washington
“debe hacer lo posible para dificultar la situación económica en
Venezuela”.
Más adelante, en la
entrevista que el periodista David Ashman le concediera a este político
del imperio, el señor Lawrence Eagleburger comentaba lo siguiente:
“… la reciente caída en los precios del petróleo estaba afectando
la capacidad de Venezuela de pagar sus cuentas”.
La periodista Eva Golinger,
al igual que otras connotadas figuras de la vida pública Venezolana,
entre los que se incluyen el profesor Vladimir Acosta y hasta el mismo
presidente de la República, el Comandante Hugo Rafael Chávez Frías
han denunciado lo que resulta ser la nueva estrategia del imperio para
derrocar al gobierno de la República Bolivariana de Venezuela. Especulación,
acaparamiento, desabastecimiento, son sólo la punta del iceberg de
la estrategia que han echado a andar George W. Bush y sus halcones en
nuestro país.
Intentar sacar más conclusiones
sobre la conspiración resulta innecesario, son suficientes las evidencias
que se han presentado hasta la fecha y que se corresponden claramente
con las declaraciones de este ex alto funcionario de la administración
Bush.
…“su popularidad
con el pueblo venezolano sólo se mantiene si la mayoría se siente
con la capacidad de mejorar su nivel de vida y bienestar. Si en algún
momento, la situación económica se pone grave, la popularidad de Chávez
en su país declinará y es la única arma que tenemos para usar contra
él que debemos ya estar utilizando, principalmente las herramientas
económicas para empeorar la economía de su país con la intención
de bajar su nivel de apoyo en Venezuela y la región.”
Comentaba Mister Eagleburger
refiriéndose a los planes en contra del presidente Chávez.
Lo que pretendemos con
este artículo no es continuar citando ejemplos que demuestren que
el golpe económico está montado, porque eso sería como llover sobre
mojado. Más bien pretendemos denunciar lo que no resulta tan evidente,
pero que se enmarca perfectamente dentro de este plan y
que serviría para anteceder las próximas acciones que están por ejecutarse
y que inclusive podrían haberse ya iniciado.
Si observamos con detenimiento
las declaraciones del ex-secretario de estado encontraremos palabras
claves que indican la ruta a seguir por los golpistas. Ante la afirmación
de que una caída de los precios del crudo está afectando la capacidad
de Venezuela de pagar sus deudas, cabría preguntarse, ¿A cuál caída
de los precios del crudo se refiere este señor?... ¿será que se equivocó,
o no está leyendo bien las cifras?. Según tengo entendido en lo que
va de año el precio ha subido hasta los 62 US$/BBL, es decir, aproximadamente
un 7% de aumento con respecto al cierre del año anterior.
Esto coincide plenamente
con lo que veníamos alertando desde finales de año pasado y que mencionábamos
en nuestro artículo titulado Irán cambia al Euro, impacto e implicaciones
geopolíticas2, publicado en Aporrea el pasado
23 de diciembre de 2006 y que mencionaba lo siguiente:
“…Ante este panorama
cobra fuerza la posibilidad de una guerra de precios petroleros desatada
por Arabia Saudita en respuesta a los intereses de los Estados Unidos,
quienes se retirarían de Irak aparentemente cediendo el control a Irán
pero que en el fondo contaría con la jugada por parte de sus aliados
sauditas de debilitar los precios del petróleo, para satisfacción
de la economía norteamericana y para desgracia de Irán, que vería
desvanecer de manera directamente proporcional su capacidad de apoyo
al régimen chiíta de Irak, lo que significaría un triunfo para
los Estados Unidos y sus aliados en la región dejando con vida a la
economía norteamericana y a su moneda, por lo menos el tiempo suficiente
para poder replantear su estrategia de dominio mundial…”
Esto lo citábamos ante
la guerra de precios, que para aquel momento, considerábamos evidente
luego de la divulgación del informe Baker-Hamilton, que alertaba al
gobierno de los EEUU de que estaba perdiendo la guerra y les recomendaba
la retirada de Irak de una manera negociada con Irán y Siria. Sin embargo,
otra vez la terquedad del Mister Bush se hacía presente, actuando
totalmente en dirección contraria a lo que sus asesores le recomendaban
y embarcándose en cambió de la manera más torpe, en un enfrentamiento
directo con Irán que podría desencadenar en un nuevo conflicto bélico.
Mencionamos esto, porque
son justamente las tensiones generadas en torno al tema iraní las que
están soportando los actuales precios del petróleo, y de no ser por
la torpeza manifiesta de Mister Bush, las palabras de su ex asesor
se estuvieran cumpliendo al pie de la letra (tal vez es por eso que
es el EX asesor).
Mucho se ha hablado de
que existe una prima geopolítica sobre los precios del crudo, que podría
ubicarse entre los 10 y los 20 dólares por barril, que de no estar
presente colocaría los precios entre una banda de 40 a 50 dólares
el barril, o lo que es lo mismo, colocaría los precios de la cesta
venezolana entre 30 y 40 dólares por barril, por lo que habiéndose
calculado el presupuesto de la nación para el 2007 en 29 dólares por
barril, sin duda alguna, esto colocaría al gobierno bolivariano en
una situación difícil.
Pero más allá de la
incapacidad de los EEUU de sostener varios frentes a la vez, resulta
preocupante la dependencia de este proceso de la industria petrolera,
mucho más, cuando se escucha insistentemente en los noticieros internacionales
que la producción de crudo venezolano está descendiendo aceleradamente
y que las exportaciones de gasolina a los EEUU, que realiza Venezuela
tradicionalmente hacia a ese país, han disminuido dramáticamente en
los últimos meses debido a los repetidos y cada vez más frecuentes
problemas de refinación que enfrenta PDVSA.
Esto nos hace asegurar
que los planes de desestabilización económica no sólo consisten en
acaparar el arroz y el azúcar, sino que están concentrados en el fracaso
económico de PDVSA. El desabastecimiento y la especulación son sólo
una consecuencia del enorme desastre que pudiera significar el descalabro
la industria petrolera venezolana, razón por la cual el saboteo y la
corrupción dentro de la industria deben ser considerados, ahora
más que nunca, un delito grave contra la estabilidad de la república.
La solidaridad automática
y el ataque en contra de todo aquel que se atreva a denunciar cualquier
acto de corrupción ó saboteo, so pena de ser etiquetado de escuálido
y/o contrarrevolucionario, son parte del juego perverso que alimentan
la impunidad y que atentan contra la revolución. Frente a esta amenaza,
hacemos un llamado al Ministro Ramírez y al Presidente Chávez para
que estén alerta y castiguen con toda la severidad del caso a
todos aquellos personajes que haciéndose pasar por “rojos rojitos”
pretendan atentar contra la estabilidad del país, como ya lo hicieron
en diciembre de 2002.
Recordando las palabras
del camarada Ernesto Ché Guevara:
“La eficiencia
no debe estar reñida con la revolución”
Invocamos la contraloría
social en contra de los intentos de algunos saboteadores y corruptos
infiltrados dentro de PDVSA que pudieran estar atentando contra la operatividad
de la industria petrolera, porque estamos seguros que el golpe más
que económico es petrolero.
NOTAS:
1.- http://www.aporrea.org/tiburon
2.- http://www.aporrea.org/actualid
Escrito por: Ramón Herrera López (rhingquim2@hotmail.com) productor del programa Energuía Radio, transmitido todos los lunes a la 6:00 a 7:00 PM por la emisora comunitaria de Valle-Coche Radio Alí Primera 95,9 FM.
energuiaradio@gmail.com