En 1939, la misma compañía humilló a Venezuela con un fallo a su favor

Luis Giusti: “Nos sentimos muy feliz con este paro petrolero internacional”

Todo es un mismo juego: CIA-EXXON MOBIL. Esta compañía petrolera es el mismísimo imperio, la esencia y raíz de cuanto en política decide la Casa Blanca. La EXXON MOBIL lo declaró tajantemente en el 2001: “Chávez abusa de su poder, y está desconociendo la tradicional presencia de nuestra compañía en Venezuela. Es hora de que veamos a otro gobernante en ese bello país.” ¿Ustedes pueden creer que Leopoldo Castillo defiende a la EXXON MOBIL sencillamente porque es un enfermo despreciable que está decidido a tumbar al gobierno? NO. Globovisión es un canal que trabaja directamente para las decisiones de Washington y en este sentido la EXXON MOBIL les mantiene un financiamiento especial. Hay que recordar que esta compañía era la vieja STANDARD OIL que dirigía el íntimo amigo de Rómulo Betancourt, Nelson Rockefeller. La STANDARD OIL financió a Acción Democrática desde sus inicios, fue la que derrocó a Isaías Medina Angarita y la que por todos los medio trató de impedir que nuestro petróleo se refinara en Venezuela. Cuando en 1944 se estaba aprobando la Ley de Hidrocarburos y el embajador norteamericano en Venezuela, Corrigan, fue llamado a palacio para decirle que la STANDARD OIL fuera tomando las medidas para que no se refinara más nuestro petróleo en Aruba y Curazao, entonces los Rockefeller ordenaron tumbar a Medina Angarita. Para ello, STANDARD OIL le donó una moderna rotativa al diario La Esfera, y así se echara primero a correr toda una campaña de desprestigio contra el presidente de la República. Se le achacaría sobre todo un peculado totalmente inexistente. Quien llevó a cabo este criminal ataque mediático fue el Leopoldo Castillo de aquella época, Ramón David León.

 
A partir de 1958, la STANDARD OIL se convirtió en el soporte financiero tanto de AD como de COPEI. Por eso nuestra nacionalización petrolera fue todo un fiasco. Asegurado su negocio en Venezuela comprando partidos, empresarios, jueces, periodistas, artistas y escritores artistas, la STANDARD OIL se movió hacia los países árabes y África. En ANGOLA se roba el 90% de lo que extrae y alimenta guerras civiles para que jamás el país tenga orden y así la compañía robar cuanto le venga en gana. La Exxon saca de Angola más de 1 millon de barriles diarios, y este pobre país casi todo lo que recibe por este concepto lo gasta en armamento para defenderse de la guerrilla del sur  que está financiada por los que extraen  diamantes. Toda una horrible maldición.

Apenas comienza su libro “Venezuela, Política y Petróleo[1]”, Rómulo Betancourt lanza una arrebatadora jalada a esta compañía; con una esclarecedora frase de toda su admiración y persistente idolatría por la más estupenda familia petrolera del Norte, dice: “… Coetáneamente, UN AUDAZ HOMBRE DE NEGOCIOS, JHON D. ROCKEFELLER, avizoraba el provenir de la mágica fuente de riqueza y echaba las bases de la que llegaría a ser la más gigantesca empresa industrial de los tiempos modernos: la Standard Oil.[2]

Pero Betancourt era un hombre realmente de temer, de los mejores informados que tenía el país; para esta época, un reporte oficial del Gobierno norteamericano llegó a sus manos en el que se revelaba un amplio programa de la Standard y de la Shell para controlar totalmente la producción venezolana de aceite crudo. En 1912, ya se sabía perfectamente que se avecinaba una gran guerra y los países poderosos almacenaban suficiente petróleo para que no se les cogiese desprevenido. Más del 99% de la producción de Venezuela fue poseída por tres compañías: subsidiarias de la Standard Oil of New Jersey con el 48 al 53%; la subsidiarias de la Shell con el 35 a 38%  y subsidiaria de la Gula, con el 10 al 14%. Esta última, realmente la Mene Grande Oil (con la ventaja de poseer extensas concesiones en el Oriente nacional).

En julio de 1939, la Standard Oil demando a Venezuela. Betancourt conoció un fallo de la Alta Corte y tomó nota del mismo, en el que se le daba la razón a la Standard Oil y no al Ministerio de Fomento, por lo que se obligaba a este despacho a aprobar automáticamente todas las listas de exoneraciones presentadas por la compañía de los Rockefeller. De inmediato las restantes empresas petroleras en el país solicitaron también los beneficios que se le otorgaban a la Standard Oil; incluso solicitaban exoneraciones para importar sin cubrir los derechos de aduana, las cuales les correspondía pagar todo importador.

La conducta de Betancourt, resultaba muy extraña, conociendo a fondo todas estos latrocinios que cometían las compañías petroleras, principalmente la Standard Oil. Con el tiempo su conducta sería la de ir acercándosela a Rockefeller, para conocerle mejor, enterarse lo que requería para fortalecer sus negocios en nuestro país y hacerse en definitiva su aliado.

Finalmente, la supuesta medida de congelación de bienes de Pdvsa ha hecho que casi todos los poderosos medios nacionales y del mundo lo celebren con grandes titulares. La oposición grita hoy “representa una tragedia para Venezuela, pero una gran esperanza para la oposición, pues viene a sumarse a la complicadísima situación económica del país, además del progresivo aislamiento internacional", aseguró Luis Giusti.

Luis Giusti pide a gritos que Venezuela le pague a la Exxon, entre 1 millardo y 2 millardos de dólares, rango en el cual estaría el monto que podría recibir esta petrolera estadounidense de parte de Pdvsa. Y añade: "La responsabilidad recae claramente en un Gobierno que marcha a la deriva y desatina en todo lo que hace".

El experto petrolero asesor económico del gobierno de EE UU fue quien organizó el plan de la demanda. Él preparó los documentos que probaban que "lo ocurrido en este caso es consecuencia directa de violaciones de contratos y acciones de expropiación, sin justificación y con objetivos políticopopulistas". Y completa inmensamente dichoso: "Las consecuencias económicas directas en el muy corto plazo tal vez sean de impacto modesto, pero las ramificaciones para papeles y bonos del país o de Pdvsa son terribles y de efecto inmediato. La decisión también constituye un asomo de los riesgos de eventuales embargos de cargamentos en alta mar y, más adelante, de inmensos desembolsos por parte del país".

Precisamente cuando se celebran cinco años del fin de paro petrolero, hoy la Exxon lo reactiva ya con otro cariz y con otro frente internacional. Ahora se trata de un paro petrolero internacional.



[1] Editorial Seix Barral S. A., Barcelona-Caracas-México, segunda edición, 1967.

[2] Ut supra., pág. 25.

jrodri@ula.ve



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José Sant Roz

Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.

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