El tipo de información que recibe un individuo, determina decisivamente sus reacciones frente a los fenómenos que ocurren a su alrededor; la ultraderecha sabe a lo que va y por eso siembra semillas de miedo en la mente de tantos muchachos, al extremo de poder manejarlos e inclusive, volverlos contra sí mismos.
Medio millón de $ para muchachos víctimas de ilusiones, que creen subir hacia un pedestal y en realidad están bajando hacia los abismos de sus propias miserias personales, es para reflexionar. Dar a esos muchachos un guión para ir contra sí mismos, es perverso, porque, Ir en contra de tu patria, es ir contra ti mismo, independientemente de cómo pienses.
La “juventud dorada” vive una existencia improductiva, ociosa, sólo consume porquerías, y debe ser muy triste no haber sembrado nunca una mata de mangos o de guayabas. Esa es la juventud a la que me refiero y cuyo sanctasanctórum-Goycochea, o cualesquiera otros jovencitos-es depositario de dinero sucio a cambio de apuñalear a la patria de Simón Bolivar.
Por fortuna, la irrupción de Chávez ante el país nacional, desalojó de la escena política a toda la dirigencia de “izquierda” que en lugar de dar un paso al frente, se replegó a ver que pasaba, sencillamente porque esa “izquierda traidora” era un factor distraccionista y, en ese repliegue tuvo que coincidir con la ultraderecha hasta contagiarse definitivamente porque ya no pudo sostener sus máscaras. Se trata del “Jurassic Park” que, por cierto, ya cobró y no le sirve al gringo, más que para relleno. Tal vez ni para jugar banco porque el gringo juega duro y esos ya no dan nota. Ni siquiera les toca el “toconcito”. Ahora se trata de jóvenes de carne fresca a los que el gringo les mete medio palo-de los verdes- y el otro medio se los deja para bambolear.
El tonto no ve más que sus propias tonterías. Esos muchachos andan de júbilo por la avalancha de dólares, dan sus espaldas al futuro luminoso de la patria que los ha visto nacer, y se recrean en el mirar sus propias sombras. ¡Qué tristeza!
Pero, son jóvenes, y no podemos evadir la responsabilidad de intentar salvarlos de la vorágine a que han sido llevados. Traerlos con nosotros e incorporarlos a luchar a favor del destino de nuestra patria debe ser uno de nuestros objetivos porque en la guerra, curar a los heridos-sean del bando que sean-es prioritario.
La
necesidad voraz de ganar siempre y en todo, aunque tenga que pasar por
encima de los demás, y aplastarlos, es la información que esos muchachos,
representados por el tal “goicochea”, han recibido siempre. Ese
comportamiento debe ser cambiado por la solidaridad, el compartir y
el darle vida a nuestros pensamientos, siempre a favor de la patria.
