(Hablando de cosas pasadas de Moda)

Lo que al Comandante se le olvidó decir

Nueva York y Washington, tradicionales capitales mundiales de la moda, aplaudieron, con no pocas dudas, la declaración del Presidente Chávez, según la cual la guerra de guerrillas ya a estas alturas del partido, luce agotada y está pasada de moda, en invitación directa a las FARC a deponer las armas y a prepararse para el combate democrático cuerpo a cuerpo con el enemigo de sus últimos 50 años. Aunque discutible el concepto del comandante, el mismo se justificaría más bien en la excusa perfecta que ha tenido EEUU para intervenir en los asuntos internos de la América Latina, a través de sus bases militares enclavadas estratégicamente en algunos de nuestras naciones, para monitorear in situ las eventuales operaciones de grupos subversivos en las regiones en conflicto.

Hasta allí parece una declaración unilateral, parcial y absolutamente desinteresada, sin ningún tipo de mercadeo transaccional en el que las partes, o una de las partes, obtengan una contraprestación por su sacrificio. De manera que, pienso que el Comandante, tan acucioso en esto de las relaciones ganar-ganar, omitió de manera involuntaria y hasta con cierta dosis de ingenuidad, lo cual habla muy bien de su carácter candoroso, una parte importante de su declaración de cosas pasadas de moda, ya que si bien para él la guerra de guerrillas está pasada de moda, de manera consecuencial, el enclave de bases militares estadounidenses también comienzan a lucir pasadas de moda y chimbas; es más pudo haber dicho que ellas constituían una cursilería. Es decir, en términos del de modé de nuestro país, es una práctica que no tiene nada de fachon, por lo que habría que ayudar a países como Norteamérica a lucir una fachonería más actual. En esto, tal vez, Roland Carreño pudiera tener una importante participación!!!.

Pero si bien lo anterior destella una pretérita precariedad, no es menos cierto que la posesión de propiedades ultramarinas por parte de las potencias, de todo menos de la moda, imperiales militaristas, se traduce en un total desconocimiento de lo que se está exhibiendo en las pasarelas de la globalización post modernista; de manera que si por el sur nos ponemos a la moda, tenemos fuerza moral suficiente como para pedirles que hagan lo mismo y que abandonen la práctica (chapada a la antigua) mercantilista (primera fase del Capitalismo, siglo XV) de poseer propiedades allende los mares, por lo que podrían intentar hacerlo mediante la desocupación de las Islas Malvinas, por una parte, y mediante la renuncia a poseer una parte de la Isla de Cuba como parte de su geografía.

Así, tanto EEUU como el Reino Unido, tendrían la oportunidad de seguir a la vanguardia de los últimos alaridos de la moda; aunque esta vez estimulados por una convocatoria hecha en las indias, que es como decir el traspatio de sus grandes tiendas . . o sea.

elpaisdecomiquita@hotmail.com


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Héctor Acosta Martínez

Profesor Universitario jubilado. Graduado en Historia. Especialista en Programación Neuro-Lingüística.

 elecoeco@gmail.com

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