1. El gobierno del indio Evo Morales en Bolivia acaba de expulsar al embajador yanqui por apoyar a los sectores racistas de Santa Cruz, Tarija, Pando y Beni, departamentos donde las campañas de odio de los terratenientes y los ricos contra el gobierno central, los ha llevado incluso a pedir su independencia. El gobierno de los EEUU, desde que Morales tomó posesión del gobierno en enero de 2006 no ha dejado de sabotearlo y de buscar la mejor oportunidad para derrocarlo. Durante casi tres años el gobierno de Evo ha querido negociar con la oposición para establecer la paz, pero los intereses de esos sectores, estimulados por el embajador yanqui, han determinado el divorcio entre los gobernadores de esos departamentos que practican la oposición racista.
2. Para apoyar con toda su fuerza la actitud de gran valentía de Evo se ha levantado la figura del presidente Venezolano Hugo Chávez que de la manera más consecuente posible también a pedido que el embajador yanqui abandone el territorio venezolano mandando “a la mierda al gobierno gringo de Bush”. Ese ejemplo de Chávez parece haberse extendido hasta Nicaragua y Honduras. Aunque aquellas infaustas e ilusas declaraciones de Chávez y Castro acerca de las guerrillas de la FARC hayan causado desánimo entre las izquierdas radicales, esta actitud del presidente venezolano lo reivindica. Ni modo estas cosas no se dan por líneas rectas ni conforme a deseos, sino que obedecen a realidades concretas. Pero no siempre hay que ser crítico.
3. Es elemental aclarar que norteamericanos o estadounidenses son los habitantes de EEUU que sufren, como todos los pueblos de América, la explotación y la represión de su gobierno. Por el contrario los yanquis o gringos son esa minoría de poderosos empresarios y gobernantes que además de someter al pueblo de su mismo país (EEUU), ordenan las invasiones, los saqueos y los asesinatos en las naciones que someten. Al pueblo de ese país, lo único que puede criticársele, es que no haya sido capaz de frenar a sus gobiernos asesinos, pero se le respeta; al contrario, a sus gobernantes y grandes empresarios se les repudia en todo el mundo, con excepción de algunos gobernantes sometidos que se arrastran como lacayos frente a ellos.
4. Fidel Castro, fue el primer gobernante que desde 1960, sin tapujos, se enfrentó abiertamente al gobierno yanqui y Cuba el primer pueblo que masivamente apoyó a su gobernante cuantas veces éste lo convocó para defenderse de las agresiones gringas. No fue nada sencillo que desde una isla de 10 millones de habitantes, bloqueada política y económicamente por todas partes, en largos discursos de 3 a 6 horas frente a decenas de miles de cubanos, se hablara de la situación de los pueblos de América y el mundo y del papel guerrerista y explotador del imperio estadounidense. Los discursos de Castro e por lo menos sus primeros ocho años de gobierno, fueron verdaderas lecciones de educación política para los cubanos y el mundo.
5. A partir de 1998, para recuperar nuestro ánimo, aparece en el gobierno de Venezuela el coronel Hugo Chávez. Creímos que iba a ser un gobierno burgués militarista; sin embargo, como sucedió con Fidel Castro en 1959, las condiciones concretas de explotación y saqueo yanqui en esos países de nuestra América, los obligó a tomar medidas para poder servir a sus pueblos. Fue entonces cuando Chávez se transformó en el mejor continuador de la obra de Fidel Castro en América Latina. En la Cuba de Fidel es explicable esa confrontación porque estaba saliendo de una profunda revolución armada, muy violenta, en la que el pueblo mantenía una gran exigencia de las demandas por las que había luchado. ¿Pero en Venezuela?
6. Ni Fidel ni Chávez eran marxistas o socialistas cuando asumieron el gobierno, aunque no puede negarse que muchos compañeros de ellos sí lo eran. Fueron las condiciones concretas de cada país, en los que los inversionistas yanquis saqueaban abiertamente las riquezas mientras sus poblaciones vivían en la más grande miseria, las que los transformaron. Pero, como todos sabemos, esas son las mismas condiciones en que viven casi todos los países de Latinoamérica, de África y Asia y los cambios que se requiere no surgen como en Cuba, Venezuela, Bolivia o el Ecuador. Esto quiere decir que nuestros análisis deben ser más profundos y cuidadosos. ¿Qué pasó por ejemplo con Lula en Brasil, Tabaré de Uruguay y Bachelet de Chile, conocidos como socialistas?
7. La realidad es que el comportamiento de Evo Morales y de Hugo Chávez frente al poderoso asesino mundial que ocupa la Casa Blanca, es un ejemplo para otros gobiernos y para los pueblos de América. ¿Cuántas décadas más de miedo, cobardía y dependencia hubiesen pasado si Fidel Castro (en nombre de un pequeño país, de una isla empobrecida a unas cuantas millas del imperio más grande de la historia) no nos hubiera enseñado la dignidad y la valentía, a pesar de amenazas, invasiones y un gran bloqueo económico? Fidel demostró en la práctica que “sí se puede” luchar contra el monstruo, mientras otros países (como México y de Centroamérica) mueren de miedo de levantar la voz o por hacer una breve declaración que ofenda al gobierno yanqui.
8. Pero el remate de Chávez fue más radical aún. Señaló que apoyaría incluso un movimiento armado, una guerrilla, si el presidente Morales fuera derrocado por el gobierno de Bush. Me parece que esa sola declaración es una advertencia al imperialismo de los EEUU. Esas palabras podrían poner en guardia a los gobiernos de Nicaragua, Ecuador, a los mismos bolivianos al demostrarse hasta dónde quieren llegar los EEUU y sus aliados racistas de Santa Cruz y demás departamentos. No creo que los yanquis quieran aventurarse una vez más cuando en Iraq y Afganistán están siendo barridos por las fuerzas rebeldes. En México y varios países la oposición de izquierda ha comenzado a despertar realizando protestas en embajadas y consulados gringos. Hay que fortalecerlas.
9. Los gobiernos de Colombia, México y Perú son los más incondicionales a los intereses del presidente Bush. Tanto Uribe como Calderón y García han conformado un grupo duro dispuesto a defender como puedan la política de los EEUU en la región. Por eso los medios de (des) información dedican diariamente muchas horas para hacer campañas contra Chávez y Morales. En México no se puede esperar otra cosa de los grandes monopolios televisivos y radiofónicos. Con la asesoría de yanquis y españoles, los medios de des/información, en nombre de la libertad de expresión, han desatado enormes campañas contra las luchas de justicia y libertad de los pueblos. Por ese motivo, los medios y hombres libres, aunque con espacios limitados, tenemos la obligación de levantar la voz para ayudar al pueblo.
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