La estructura capitalista nos esta cayendo encima

En un articulo de  Kenneth   Rogoff  se lee:  “Después de un año de crisis financiera mundial, varios bancos centrales clave siguen extraordinariamente expuestos a la flojedad de los sectores financieros privados de sus respectivos países. Hasta ahora, la estrategia de mantener los sistemas bancarios con la sonda de alimentación del crédito a corto plazo garantizado por el contribuyente tenía sentido. Pero con el tiempo, los bancos centrales tienen que desenchufar la máquina. De lo contrario acabarán ellos también en cuidados intensivos, cuando las pérdidas crediticias arrollen a sus balances de situación.”

Esta crisis mundial del capital es preocupante, muchas personas creen que el derrumbe de la economía mundial no afectará a los países con economías débiles, siendo las primeras que sufrirían el coletazo de este huracán económico. La verdad es que estamos más expuestos los países Latinoamericanos a esta debacle, y la primera razón es la dependencia que tenemos de los centros de poder mundial. El caso Venezolano es patético, una economía totalmente dependiente de la de EEUU. Esta dependencia se ha fortificado aun más. En la época de la IV Republica, los líderes de la izquierda Venezolana afirmaban que era necesario romper con esa dependencia funesta hacia EEUU, que era necesario crear un nuevo concepto económico propio, desarrollar la agricultura, auto abastecernos, hasta tal punto,  que ese discurso nos atrapó totalmente. Veíamos una salida para Venezuela con un gobierno de izquierda,  Luego vendría Chávez, que supo canalizar este descontento por la manera como se había  manejado la economía en estos años. Pero Chávez no era de izquierda, él supo disfrazarse de izquierdista, nos habló como ellos, nos ofreció cambios, cambios que no llegaron nunca, ni se realizarán  en el corto futuro. Venezuela saca al embajador norteamericano de Venezuela, está en su derecho de hacerlo, es el Presidente de la República, pero fue bochornosa y humillante esta actitud, y siempre todas estas decisiones las hace el Presidente para la televisión, en un acto del PSUV, ¿es ese el lugar apropiado para tomar una decisión de ese tipo? De paso, estamos concientes de que necesitamos  de EEUU, y no de ahora, es de siempre.  EEUU podría  prescindir con comodidad  de nuestro petróleo y no le pasa nada, en cambio nosotros, tenemos la transculturización en la piel, una clase media atrapada con toda la tecnología actual, celulares con video incorporado, laptop, modas, marcas de renombre mundial. Se ven por nuestras calles, por los Centros Comerciales, unas chicas Venezolanas tan sifrinas y huecas, llenas de silicón por todas partes, que parecen hechas en Francia, EEUU. Esta juventud “clase media Venezolana”, que devora con ansias febriles todo producto fabricado en EEUU, ¿estará preparada para dar un salto intelectual y social, ser más auténticas,  más solidarias?  No existe revolución en Venezuela, ni las condiciones para ser socialistas, no existe revolución pero si involución. El materialismo grosero y vulgar lo promueve el mismo Estado, comprador, derrochador. Se critica el capital en manos de ciudadanos particulares, ese es el pecaminoso, pero el capital en manos del Estado es el noble, capaz de solucionar todos los problemas, comprar todas las conciencias. Pdvsa se sigue manejando de una manera ineficiente, se nos dice que Venezuela continúa en una racha ascendente en sus indicadores económicos, pero continúa  ubicada entre las Naciones de mayor riesgo país, ¿como se entiende semejante  contradicción?

“ La idea de que las mayores economías del mundo sólo se enfrentan a un pánico poco duradero parece cada vez más forzada. Por el contrario, está quedando claro que tras un periodo de beneficios y crecimiento épico el sector financiero necesita experimentar ahora un periodo de consolidación y poda. Hay que permitir que los bancos débiles se hundan o se fusionen (indemnizando a los depositarios ordinarios con los fondos de garantía estatales) para que los fuertes puedan resurgir con fuerza renovada.”

Lo dijo muy bien Kenneth   Rogoff: Hay que permitir que los bancos débiles se hundan o se fusionen. Este sálvese quien pueda global  salpicaría la economía mundial, sobreviviendo los países mas fuertes en sus economías, aun estando en un proceso de derrumbe. Esta estructura de caída económica puede aplastar nuestras Naciones Latinoamericanas, que serian las más perjudicadas. Y una de las razones es una ley de la economía:  se debe producir, el dinero por si mismo no es la riqueza, la riqueza está asociada a la producción particular de cada individuo, a su esfuerzo individual. Sin trabas del Estado.  

“La Reserva Federal de Estados Unidos, el Banco Central Europeo y el Banco de Inglaterra están particularmente expuestos. Colectivamente han concedido cientos de miles de millones de euros en préstamos a corto plazo a bancos tradicionales y a complejos bancos de inversión no regulados. Muchos otros bancos centrales observan el movimiento con nerviosismo, perfectamente conscientes de que pronto podrían encontrarse en la misma situación, porque la economía mundial sigue debilitándose y las tasas de morosidad en todo tipo de préstamos siguen aumentando”

Parece entonces que esta crisis no es  pasajera, como un castillo de naipes, uno va arrastrando al que le sigue inmediatamente. La quiebra de un banco arrastraría  a otro. La colosal estructura global podría aplastarnos en su caída vertiginosa. ¿Quién se salva de un derrumbe global de la economía?


sedelu@hotmail.com



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Sergio Delgado


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