Obama y los sonidos del silencio

Muchas sonrisas, pocas palabras y un divorcio entre el poco decir y el gran hacer, van dibujando un despliegue estratégico que sorprende sobre todo, luego del silencio que nos quedara en las cabezas al cesar la bulla del anterior presidente Bush. No quiere decir que porque el río no suene no traiga piedras, todo lo contrario, hay que afinar la oreja y escuchar los sonidos del silencio. Si bien hay ruidos en la sala de la casa blanca, murmullos y descontentos, allá el poder no duerme en la cama de Obama.

Detrás del silencio oval son muchos los cambios que en el orden militar está haciendo el imperio, son muchos los cambios en la forma de manejar su relación con los gobiernos mal llamados “progresistas” de América Latina, progresista es el gobierno que reparte lo que le sobra en forma de dádivas, aquí hablamos de gobiernos y pueblos revolucionarios, palabra urticante para los escuchas del pentágono.

La decisión de detener con un golpe brutal los coqueteos de José Manuel Zelaya con el Alba y con el presidente Chávez, obviamente obedece a una suerte de torniquete de emergencia para detener la hemorragia socialista, impuesta sin explicación, ni preocupación por darla, por parte de poder fáctico. El peor de los irrespetos es el no dignarse siquiera a explicar nada, sino hasta darse el tupé de ponerse en contra de lo que ellos mismos están haciendo. En contra sólo en palabras, pero nada de acción más allá de las declaraciones de OEA, las Naciones Unidas y sus sugerencias nacidas del más “profundo arraigo al sentimiento democrático” de poner todo en manos de un cretino como Oscar Arias, para dilatar otra solución más drástica que decidiera el presidente Zelaya junto a los países del Alba, tiempo en el que rápidamente el imperio ordena la instalación de bases militares en Colombia, a todo lo largo de la frontera con Venezuela, en el que Chile negocia la compra de misiles aire tierra con los que se podría atacar a Bolivia, en el que se insiste en deslindar a Lula de su nexo con los países más peligrosos: Venezuela, Bolivia y Ecuador; y tiempo en el que llega el canciller israelí a una gira por Brasil, Argentina, Perú y Colombia, para alertar sobre el riesgo de los pactos que entre manos realiza Hugo Chávez con el “terrorista” Iraní.

Esta partida se está complicando, el apoyo mundial al presidente Zelaya es un buen jaque en nuestro tablero, un jaque sin respaldo sólido que nos ha obligado a desplazar peones para defender el caballo de Zelaya, que sin embargo no recibe defensas rápidas del enemigo y lo dejan estar y lo dejan hacer, de manera insólita, como si nada estuviera pasando, como si no fuera ningún peligro; nadie más reacciona en el mundo, nadie dice ni hace nada, ya casi pudiera creer que cualquier capitalista pronto organizará tours turísticos con paquetes de “turismo de golpe” y traerá a sus cliente a disfrutar de Zelaya en la ciudad de Las Manos hablando por Black Berry o por megáfono y con otra parada en el Paraíso, para ver algunas escaramuzas del ejército gorila atacando a los indios. Tiene el imperio a Zelaya inmovilizado como un inútil al frente de su país, su pueblo al otro lado poniendo más vidas y más sangre y el resto del mundo impávido, decía que tendremos que rogarle al Papa Benedicto para que le preste a Zelaya su Papamóvil y poder permitir la entrada a Tegucigalpa a este valiente presidente, que día a día conoce más como juega el imperio y se compromete más con su pueblo.

Mientras esto sucede en Nicaragua y Honduras se han movido veloces los alfiles del enemigo, volando como halcones rapaces preparan el resto del tablero y mueven sus piezas apuntando otros objetivos, quizá Goriletti es una reina de sacrificio, cuyo reinado nefasto el mismo imperio finalizará para intervenir, muy cerca de fin de año, en la realización de una elecciones limpias y una reconciliación nacional, siendo que, mientras tanto, ya tienen armado un ataque a nuestro rey y al resto de nuestras piezas.

Venezuela, Bolivia y Ecuador son el target a donde calzan todas las líneas sobre las que se desplaza Obama, el no es dicharachero como su predecesor, no es un perro que ladra, pero si está demostrando mucho más inteligencia en su estrategia. La fase final del imperialismo mostrará a un imperio desesperado que no necesitará explicar nada a nadie, sino que de un solo golpe irá por lo suyo, el petróleo y el agua son el oro del futuro, Chávez y el Bolivarianismo su enemigo. A Correa lo acusarán de terrorista, a Evo y a Venezuela se les atacará desde las medias lunas.

No podemos dejar sólo a un pueblo como Honduras, donde la conciencia política ha despertado, hay que fortalecer el Alba para poder dar respuesta, ¿Dónde está aquella idea de Lula de crear nuestro propio ejército internacional? Venezuela deberá sacar los fusiles y tenerlos al alcance de las manos del pueblo, como dice nuestro Comandante Presidente: si queremos la paz, preparémonos para la guerra..No podemos dejar sola a Honduras ni quedarnos nosotros solos, la unión que proclamaron Bolívar, Martí, Morazán, Artigas y O’higgins no puede demorarse, es el enroque necesario para vencer la partida.

El ejemplo de crueldad que la humanidad entera está viendo en Honduras despertará las conciencias, el mismo pueblo americano irá contra Obama si protege tal crueldad cometida, los parados que están sin empleo por la crisis del capitalismo, en Norteamérica y Europa, también serán parte de la fuerza que luchará junto a todos por cambiar un sistema que perece envenenado con su propio veneno. Son las horas finales de la crisis imperial. El sonido del silencio es terrible, pero más atrás se escucha el canto de la gran victoria.

Latinoamérica unida, jamás será vencida!


brachoraul@gmail.com


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Raúl Bracho


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