No es la primera vez que esta “misia” de origen colombiana nos desarme con sus análisis desproporcionados de forma y fondo a favor de su país, porque venezolana no es, ni por el carajo viejo de nuestros ancestros y, es tal su afán de avergonzarnos y ofendernos que meses atrás en el canal TELEVEN en el programa que conducía, la agarró de frente contra el negrito Wilmer Machado, el “Coquito” lo desplumó en un santiamén con el apoyo de la esposa de Gustavo Roosen, cuando en su presencia le soltó por el medio de la goma: “Los venezolanos son unos flojos y unos borrachos” y, Wilmer no abanicó el bate de su voz que le quebrara sin compasión ni respeto la osadía de ese orgasmo en pleno programa y, mandarla de inmediato a la frontera de sus relajos a cazar paramilitares y guerrilleros con el plano de los caprichos de su madre envuelta en la cofradía de los yanquis, a los que se están acostumbrando a su resguardo con bases militares incluidas dentro de su plan y, desde esa noche, la mermelada de su gusto pueril, y que de internacionalista como se vende en el medio televisivo, nos metió sus dedos en los ojos, destrozándonos hasta las vísceras con su odio antivenezolano y, cumbiambero para jodernos la paciencia nacional de la que ella despotrica de rabia contra nosotros –pueblo y gobierno- y, alaba a su país Colombia con el caradurismo del enemigo que nos acosa con sus infundios constantes, y ahora, más rápido en Globoterror, como estrella de la picaresca cobardona que se practica en ese canal, aunado a la plusvalía del reconcomio contra el presidente Chávez y sus colaboradores más cercanos y, se juega fácilmente con la paciencia de los retruécanos de la descalificación, de la que no se salva ni políticos ni maromeros revolucionarios y, esa dama de cara nada risueña más bien de amargura congelada con artritis rabiosa, nos condena al oprobio mundial y, en su beneficio, nos pinta al escupitajo de Uribe como el dueño absoluto del edén que navega en los glaciares del paleolítico que congelado de justicia social adorna la mente de los gringo que, ayude a consumir a quien ose estar en su contra para único y, solo beneficio le perdonen la seguidilla del espectro del panorama de sus actos vandálicos que envuelven su actuación política en lo cargos que ha ejercido en la administración publica colombiana que, se conocen en el libro de los desafueros que ilustra su récord.
La Majo, tiene el cinismo de decirnos sin tapujo que, los juristas colombianos preparan en contra de Venezuela un expediente que será introducido en la Corte Interamericana de La Haya para que se nos enjuicie como reos de sus sentimientos reprimidos que quisiera vernos desnudos en cuerpo y alma para matar su antojo de sicario intelectual, comprometida con la derecha internacional y los vende patria de venezolanos que desgraciadamente existen dentro y fuera y, sin querer, pero con su razón de escuálida enfermiza, superó y se llevó por los cachos a Marta Colomina y a Patricia Poleo cuando, vomitó sin tupé alguno que, Uribe más temprano que tarde irá a convivir con los dioses del Olimpo. Posiblemente, éste los trascienda por la fortaleza de sus actos delictivos de haber puesto a Colombia a pedir cacao delante del imperio devastador de dignidades que, confrontan sus políticas colonialistas de alcance mundial, lo que no trasnocha a Beatriz de Majo, y allí mismito frente al matacuras nos dejó otro orgasmo floreciente de vaguedades sin sudar en lo más mínimo, ni retorcerse de angustias epilépticas para gozar su gran momento dimensional.
Desde ya tengo información por ondas impertinentes de la distracción ultrasónica que, en el Olimpo se preparan para una huelga de no más dioses disfrazados de súper heroes, que hace años son una calamidad de un país conflictivo con sus vecinos, porque además, allá, en esa morada hace mucho calor y, hay poco espacio para moverse los dioses existentes para realizar las prácticas que los mantiene en acción permanente y, su lema es “mortales para otro lado y más si son proyanquis”.
¡Uribe no te queremos en el Olimpo! ¡Fuera traidor!
estebanrr2008@hotmail.com
