Cuando los dardos dan en la madre de ciertas torpes intenciones, los afectados siempre buscan los más golpes bajos para atacarme. El Sr. Juan Miguel Díaz Ferrer (¿será familia de Juanes?) sostiene que cuanto he dicho contra ese concierto de mierda que Juanes quiere montar en la Plaza de la Revolución es contra Cuba socialista. Yo he mencionado a Hillary Clinton, y él, lleno de inocencia, de pulcra y múltiple pureza, de la más tierna, me responde: “El señor Sant Roz dice que el concierto de Juanes en Cuba tiene un “fin bien canalla” concertado con Hillary Clinton que es defender a Uribe – que conste que desconocemos cómo se las arregla el señor Sant Roz para saber de modo tan contundente las intenciones de la señora Clinton.” Hillary está dispuesta a ayudar para que el fulano show se monte en Cuba y en eso no hay nada de malo, señor Juan. Ahora bien, usted casi escribe un tratado para justificar los beatíficos, bellos, geniales y grandiosos que han sido muchos gringos, y de entrada le puedo advertir que conozco bastante bien la literatura norteamericana (Ralph Waldo Emerson, William Faulkner, Theodore Dreiser, Francis Scott Fitzgerald, Sherwood Anderson, Mark Twain, Gertrude Stein Jack London, Longfellow, Louisa May Alcott, Henry David Thoreau, John Dos Passos, Waldo Frank) y que hay libros como “Hojas de Hierba” (Walt Whitman) y del “Tiempo y del Río” (Thomas Wolfe) que me han acompañado toda la vida, y que leo todos los años. Que me sé de memoria toda la vida de ese lindo ejemplar yanqui llamado Ernest Hemingway, un cazador de la catadura de Teddy Roosevelt (quien se hartó de joder a Cuba) y que en plena extinción de los rinocerontes blancos él llegó a matar nueve. Usted debe saber señor Juan, que una de las razones en los últimos años por las que Hemingway quiso irse de Cuba (¡estaba harto!), fue porque el comandante Fidel Castro no quería a los norteamericanos y porque fundamentalmente les estaba confiscando sus propiedades. Que además don Ernest Hemingway trabajó para la CIA (léase a Frances Stonor Saunder: “La CIA y la guerra fría cultural”, Editorial Debate, Madrid (España), 2001).
Pues bien, el Sr Juan para defender encarnizadamente el concierto de su par Juanes en La Habana, me habla de toda la gran cultura de Estados Unidos como si yo me estuviera metiendo con eso. Qué misterios: yo no sabía que Juanes representa la esencia de las artes en EE UU, de las “Culturas alternativas (con bases en la música) como el Hip Hop, Trip Hop y la música electrónica, que se ven reflejadas en los sectores populares de las ciudades latinoamericanas, ofreciendo nuevas formas de expresión”, del movimiento del rock, de lo que movía el alma de Martin Luther King, con toda su lucha antirracista. Y para terminar de embarrarlo todo, el Sr. Juan nos dice que “la independencia de América Latina se vio enormemente influenciada por la de USA”. Ciertamente, pero de manera muy negativa. Lo invito a estudiar un poco la cosa señor Juan, que la influencia mayos fue esa de que nuestros locos liberales procurasen copiarse el sistema federativo que fue causa de la pérdida de la Primera República y de mil maldiciones. Fue el sistema que se copió con locura Francisco de Paula Santander el que traicionó a Bolívar y destruyó a la Gran Colombia. Sr. Juan, sepa que esa canalla proto-imperialista no reconoció a nuestra lucha de Independencia hasta 1821, después que Bolívar ganara la Batalla de Boyacá. Toda influencia gringa en esa época fue funesta: produjo el atentado del 25 de septiembre de 1828 contra Bolívar, llevada a cabo por el ministro plenipotenciario Harrison en Bogotá; produjo la sublevación de la Tercera División del ejército colombiano comandada por el general venezolano Jacinto Lara, la fuerza militar más importante en el Sur. Ya estaba en plena marcha la inmensa red subversiva que Santander había armado con Henry Clay, Secretario de Estado de los Estados Unidos, el diplomático Anderson radicado en Bogotá y William Tudor, cónsul de los EE UU ante el Gobierno del Perú. El que incitó y coordinó la acción de Bustamante fue William Tudor. Si Bustamante fracasaba se tenía listo el plan B que consistía en preparar la guerra del Perú, dirigida por el general Lamar (prácticamente convertido en Presidente del Perú gracias al apoyo norteamericano) contra Colombia, en cuyos intríngulis estaba también bien metido Santander. Como era difícil desestabilizar a Colombia, entonces había que empezar por el Sur. Coño, SR. Juanes, lea, lea, lea, lea, lea, lea, estudie, estudie, estudie, estudie, estudie, estudie. Yo podría darle clases sobre esto.
Lo más ridículo es cuando este honorable socialista (que debe serlo, o creer que lo es) es cuando nos dice: “El cine de Hollywood, que marca una pauta a nivel internacional y genera en los latinoamericanos ese interés por el cine. Bien sea por seguir su ejemplo o por romper con sus esquemas. La industria cultural norteamericana transmite como efecto rebote todos los movimientos ejercidos en el resto del mundo como es el caso del movimiento Two Tones (movimiento antirracista inglés y emparentado con el movimiento Ska, nacido en Jamaica).” Verdaderamente que nosotros estamos perdiendo el tiempo y la vida en luchar contra todas esas lacras del progreso gringo. Lo mejor es que esa cultura gringa de Disney nos adopte, nos acoja y siga progresando para que algo se cuele y se filtre hacia nosotros y así procuremos salir adelante. Eso le parece bien al Sr. Juan (o Juanes, da lo mismo).
Cuando digo que Cuba tendrá que esperar siglos para sacarse de la sangre y de su cultura toda la pervertida influencia que allí dejaron los gringos, no es ninguna exageración. Yo sé que Fidel Castro en este sentido estará perfectamente de acuerdo con lo digo. Y las pruebas las tenemos a diario. Y si Juanes con su música de la “camisa negra” y “a Dios le pido” en la Plaza de la Revolución representa algo para Silvio Rodríguez y la cultura cubana, pues bien nada tengo que agregar. Adelante con eso. Y si eso vuelve hoy locos a muchos cubanos revolucionarios, adelante, también. Para mí, y lo voceo de mil maneras, lo que se debe hacer es pensar en lo contrario, en ir al meollo de nuestros sentimientos más nobles que están lo más apartado de esa función vil y miserable de cuanto se anida en esa Miami agusanada. Fidel recibió al Papa anticomunista de tú a tú; sí, al Papa vinculado a la CIA y a la Administración de Ronald Reagan. Y usted dice que el Papa hizo algo muy positivo que fue declararse en contra del bloqueo contra el pueblo cubano, ¡de los dientes para afuera! Ni por el carajo que el Papa quería eso después de saber todo lo que hizo con Polonia, y sus planes horribles para volver papillas a la URSS. Después de esa visita todo siguió peor para Cuba desde EE UU. Con eso no se ganó absolutamente nada.
Definitivamente, con todo este ataque lo que saco en claro es que definitivamente en Cuba, en todo los niveles, anida en el fondo de muchos de sus intelectuales un fervor por lo frívolo, por lo gringo, por lo novelero, lo cursi y farandulero. Para concluir aquí le coloco la respuesta de una lectora de Aporrea en relación con mi artículo sobre Juanes: “Es evidente que su intención [la de Juanes] es netamente comercial, por supuesto que esos conciertos "por la Paz" están financiados por los organismos "democráticos" de USA. Lo mercantil está detrás de sus intenciones y son oportunistas. Iban a cantar en Honduras "por la paz" pero sin fijar posición, es decir, no importa lo que pase y cómo pase pero que haya "paz". La banalización del golpe. Me gustaría saber qué opina ese grupo, en especial Juanes, sobre las bases gringas en Colombia....por qué no canta en su país por la paz, contra los paramilitares, contra el narcotráfico, etc, etc, etc. Estas palabras del susodicho reflejan el objetivo de ese concierto: "Cuba es un hermoso país, demos una mano, una canción, un momento de alegría, libertad y paz verdadera, miremos hacia el futuro". Es decir ellos van a llevar libertad y paz a ese pueblo oprimido que está a la espera de su futuro gringo. Y no me extraña nada lo que Ud. dice en cuanto a la admiración del pueblo cubano a todo lo gringo y la tan marcada influencia norteamericana. Cuando estuve allá (2002) me sorprendió la admiración de muchos hacia Ricardo Montaner, las añoranzas por vivir en España,.. Y es verdad lo que Ud. dice: Juanes es Colombia, son las bases, es Uribe, el narcotráfico, los paramilitares, etc. etc. Será que a la isla le conviene ese show? No entiendo qué pasa.”
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