Que el proceso bolivarianos haya desactivado importantes mecanismos desestabilizadores de la clase política que desplazamos por vía electoral en 1998, eso no significa que el mandado está hecho. Ahora, el complot contra el poder popular, recurre a otras herramientas más sofisticadas y vehementes con el mismo propósito de desmontar las conquistas sociales que reivindicaron al pueblo venezolano, y que dicho sea de paso, ofrece también nuevas perspectivas para aquellos países tercermundistas que luchan por zafarse de las cadenas del imperio. A siete años del fallito intento por derrocar el poder popular, todavía están vivitos y coleando los villanos que se emperran en destruir una revolución inédita que despertó a los pueblos para libarse del neoliberalismo salvaje, hoy dando sus ultimas pancadas de ahogado como lo revela la crisis mundial del capitalismo.

Intervención militar sustituye diplomacia

Estados Unidos se ve asediado por problemas internos y externos que han disminuido la eficacia de su diplomacia, y por ello recurre a la excusa de la guerra preventiva con el objeto de justificar sus groseras agresiones contra los Estados soberanos. Como parte de esa nueva política de intromisión, la CIA y el Pentágono decidieron comenzar por ampliar el número de bases militares, lo cual les permitirá preparar el terreno para desatar en los próximos años una ola de invasiones bajo diversas modalidades. Como es sabido, el ataque preventivo es una acción armada que se emprende con el objetivo (real o pretextado) de repeler una ofensiva o una invasión que se percibe como real o imaginaria. En el caso que ataña a los países sudamericanos y centroamericanos, la guerra preventiva la quiere utilizar EEUU como pretexto para atacar a los pueblos que decidieron ser libre, y que además están dispuestos a defender a como de lugar la conservación y uso racional de sus recursos naturales: renovables y no renovables.

En materia de ataque preventivo, el ex -Presidente George W. Bush intentó disfrazar esa agresión brutal, alegando de manera cínica que como gobernante trató de enfrentar la amenaza de “estados delincuentes” con armas de destrucción masiva. En la Republica de Irak, las tropas estadounidenses trataron de justificar la invasión so pretexto de que Sadam Hussein tenía armas de destrucción masiva, y luego los propios funcionarios de la ONU certificaron no haber encontrado nada. Sin embargo, el ex-presidente iraquí, Hussein fue enjuiciado por un tribunal pitiyanqui y condenado a la horca.

Victima de las agresiones de George W Buhs

Hasta el momento existen 13 bases militares estadounidenses, ubicadas estratégicamente en países complacientes a Washington, y las mismas actúan bajo el pretexto de “brindar cooperación y asistencia técnica en defensa y seguridad”, argumento chimbo que no lo creen ni los más ingenuos. No es secreto para nadie que EEUU busca rodear militarmente a Venezuela. Por el norte-el Mar Caribe-tiene bases en Cuba, Puerto Rico, Aruba y Curazao. Por el noroeste-Centroamérica-tiene bases en El Salvador, Honduras y Costa Rica, además de la Escuela de Las Ameritas en Panamá. Por el oeste tiene por lo pronto tres bases aliadas en Colombia-Arauca, Larandia y 3 Esquinas, a lo que habrá que agregar siete nuevas bases de acuerdo al convenio Álvaro Uribe-Washington. También por el Sur, EEUU maneja dos instalaciones en Perú (Iquitos y Nanay) y otra en Paraguay (Mariscal). Únicamente se salva el este venezolano, porque por ese lado nuestro país limita prácticamente con el Océano Atlántico.

Es voz pópulo que el Ministerio de Guerra de Estados Unidos tomo la decisión de instalar siete nuevas bases militares en territorio colombiano, en respuesta agresiva al Presidente de Ecuador Rafael Correa, quien ordenó la expulsión y desalojo de la Base Militar y Aeronaval de Manta. Esta base conocida también como Base Militar Eloy Alfaro, funcionaba como base militar y aeropuerto internacional en la ciudad de Manta, Manabí. Había sido inaugurada por las Fuerzas Aéreas Ecuatoriana el 28 de octubre de 1978.

Aliado importante en la construcción de la nueva Sudamérica

Estas siete nuevas bases militares en suelo neogranadino son las siguientes: las aéreas serán Malambo, en el Departamento Atlántico; Palenquero, en Cundinamarca; y Apiay, en Meta. Las bases del Ejército serán Tolemaida, Cundinamarca; y Larandia, en Caquetá. Y las navales son las de Cartagena y Bahía Málaga, en el Departamento del Valle del Cauca.

La base de Palenquero, incluye una pista de 10.000 pies, tangaraes para 100 aeronaves, alojamiento para 2.000 hombres, restaurantes, casinos, supermercados y un sistema sofisticado de radales instalados por los propios norteamericanos con la anuencia del entonces presidente Andrés Pastrana.

Bases como estas buscan intimidar a ejércitos patriotas

ALIANZA SUBCONTINENTAL CONTRA EEUU

La reciente Cumbre Presidencial de UNASUR realizada en San Carlos de Bariloche (Argentina), pusieron en evidencia que los pueblos no se están chupando los dedos, que existe la firme decisión de enfrentar en cualquier terreno a la pretensión de EEUU, potencia en franca decadencia económica que ahora por la fuerza intenta recobrar los espacios perdidos por su a errática política internacional. Hoy, no cabe dudas que la política imperial se encuentra en su peor momento, y que de nada le servirá tener como lacayo a un gobierno colombiano que se encuentra montado sobre un polvorín que amenaza con estallar.

Por suelte, Latinoamérica, Centroamérica y el Caribe hace tiempo despertaron del letargo de largos siglos de sumisión. Que EEUU no quiera abrir los ojos y aceptar la nueva realidad, esas son cosas que solo incumbe a una potencia queriendo ganar la guerra después de muerto igual que el CID Campeador.

A todas estas no hay que confiarse, pues por algo dicen que guerra avisada no mata soldad, máxime cuando el enemigo es muy dado a las puñaladas traperas. ¿O no?