Obama y la supresión de las ideas

Cuánto lloraran los estadounidenses después de Obama? No es una premonición caótica y catastrófica, es ya una realidad. A este hombre (lo singularizo), que quienes les acompañan en la función del gobierno marcan sus directrices sin tomarle en cuenta. Caso como la Clinton y sus honduras faenas en el derrocamiento del presidente Zelaya, o las opiniones de vice Biden sobre Venezuela y nuestro presidente Chávez. Lo que hace la CIA y el Pentágono es ya algo común desde que Obama asumió su cargo, el negro no manda, obedece.

En la parte económica, el hombre navega sin vela y con un mástil que solo le sirve para aferrarse al palo ante la tormenta que cruza en medio de un sistema que arremolina su hundimiento en el mar del futuro que sopla una demanda de nuevos cambios por el bien de la humanidad. Si ya la cifra de pobre alcanza a 50 millones de personas, no es de extrañar que las grandes tiendas (hipermercados) estén aceptando la llamada tarjeta de cupones de alimentos. Para el típico estilo de vida de la clase media norteamericana, es una raya que los pobres puedan comprar en locales que fueron construidos exclusivamente para ellos. Por ejemplo en la ciudad de Nueva York hacen 10 años atrás la ciudad se negaba a que estas empresas se instalaran en su jurisdicción. Pero hoy les están abriendo las puertas sin ningún reparo y sin tomar en cuenta la posiciones y quejas de los pequeños negocios. Aquí vale el refrán popular: el pez grande se come al chico. No podría ser de otra forma en un mundo donde el canibalismo económico es patrocinado, difundido, vendió y alabado por el poder.

Qué pena que este país se hundan sin que sus ciudadanos al menos reaccionen ni muestren voluntad como la que movió a aquellos que se levantaron en Boston hacen 230 años aproximadamente, y que encendió la mecha de la revolución y la posterior independencia de las tres colonias del control de Londres. El país atraviesa serios problemas, no es solo lo económico o social en lo interno, es una serie de cosas que en lo externo afecta directa y que empuja el declive del imperio como imperio. Indudablemente repercutirá fuertemente en lo económico también.
Estas cosas suenan increíble ante una cantidad de gente capacitada, con un dominio y entereza moral muy respetable. ¿Qué pasa entonces, a que se debe tanta inercia? ¿Será temor, miedo? ¿Qué pasa con el mundo de las ideas? ¿Se suprimen? Sí, parece que si, en especial las ideas políticas, la Casa Blanca no tiene espacio para desarrollar alguna, es víctima de las grandes corporaciones de mafias empresariales. Obama apela al envió de correos electrónicos y mensajes de texto a los teléfonos de muchos ciudadanos. Yo sin ser uno de ellos también los recibos, pero en mi caso las limitaciones políticas son obvias. Esta política de la administración Obama nos plantea la gran necesidad de apoyo que requiere su gobierno para llevar adelante sus promesas electorales.

Muchos sabemos que no importa el deseo de cambio de un solo hombre, faltan la sumatoria de voluntades para encausar las fuerzas necesarias para llevar a cabo los cambios prometidos, y más que prometidos cambios que urgen por el bien del planeta. Obama no tuvo luna de miel, el no ha salido de una pesadilla, y para colmo le tiran la sabana del Nobel de la Paz. Tamaño baño de responsabilidad le compromete aun mas, la cosa es que le puede crear un efecto de frustración enorme ante la verdadera lucha en contra del poder de las corporaciones. Lo único positivo en todo esto es que la olla de presión sigue aumentando. Lo que me lleva a concluir que el estallido social está a la vuelta de la esquina y cuando ese caudal humano comience su andar no habrá poder que le detenga.
Obama será un punto de inflexión en la historia de los Estados Unidos. Con la visita que le dispenso al Bush padre en su reciente viaje por el estado de Texas, sello su destino político y claudico ante un electorado que vio en él una luz de esperanza. Dentro de ese torbellino de cosas, los cañones de la rapiña se dirigen hacia la Republica Bolivariana de Venezuela. Porque en la patria de Bolívar hay el petróleo suficiente que pudiera servirle de salvavidas a un imperio de se desmorona.

Por último, nos podemos preguntar ¿Qué hay detrás de la sonrisa de Obama? Qué sostiene moral y anímicamente al muchacho hijo de inmigrante keniano, ese que ha logrado su “sueño” americano.

La paz llegara al Nobel, pero no con este Nobel de la Paz.
Patria, socialismo o muerte, nosotros los venezolanos.
¡Venceremos!


magosti00@ccny.cuny.edu


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Miguel Angel Agostini


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