En nuestra América Latina, América Morena, Ibero-América; hemos escuchado hablar por decenas de años, a miles de políticos: Gobernantes y gobernados sobre el sistema democrático. Han teorizado sobre lo que debe ser la democracia, y en el ejercicio de sus funciones han dado pocas muestras de sus intenciones de poner en práctica una verdadera democracia.
Los Estados Unidos de América del Norte y sus gobernantes, han teorizado y hablado sobre la democracia, pero de ahí a respaldar verdaderos gobiernos democráticos están muy lejos. Una muestra es el respaldo que dan al gobierno de facto de Michelleti en Honduras; amén de las decenas de gobiernos de esa índoles que han derrocado y hasta sus presidentes y lideres han asesinado: Salvador Allende, en Chile y Maurice Bischop en Grenada. Han demostrado que prefieren un delincuente gobernando en nuestros países, que alguien que inspire confianza en la democracia: Álvaro Uribe y Alan García.
Gobiernos como el que encabeza Rafael Hugo Chávez Frías, no serán nunca respaldados por los hipócritas consuetudinarios propagandista de la “Democracia”, y eso tiene sus justificaciones porque gobiernos como el actual en Venezuela, que intervienen bancos que no pueden justificar el aumento de sus capitales. Capitales que en su mayoría se sabe que vienen del lavado de dólares. Esos gobiernos con su presidente: hay que tumbarlos.
No se justifica en ninguna parte del mundo, a menos que sea en un país en donde se actúe en complicidad con el narcotráfico y el lavado del dinero proveniente de ese negocio, que un banco aparezca de la noche a la mañana con sus capitales aumentados, sin poder mostrarle a las autoridades de ese país de donde salieron los mismos. Solo un gobierno que se respete, y que actúe en franco enfrentamiento al narcotráfico y lavado de dinero, toma la decisión que tomó ese gobierno, con el respaldo inclusive de la institución que agrupa a los bancos de ese país, como está sucediendo en Venezuela. Un gobierno con funcionarios así, hay que tumbarlo.
Un gobierno que haga lo que hizo el de Venezuela, que destruyó unos puentes improvisados en el municipio de la Rangonvalia, Norte de Santander, en la frontera con Colombia, en donde se traficaba con Drogas y con Gasolina, es un gobierno que está enfrentando el narcotráfico y eso no es conveniente ni para los que gobiernan Colombia, ni para los magnates estadounidenses que están detrás de ese negocio. Eso esta claro, un gobierno así hay que tumbarlo, y no solo eso, después de tumbarlo hay que buscar un Álvaro Uribe, un Alan García, o sino a un “soplafundas”, como Roberto Michelleti.
Esos gobiernos que como el que encabeza Rafael Hugo Chávez Frías, que han aumentado en 10 veces más el presupuesto para la educación pública, definitivamente hay que tumbarlos; porque crean lo que se ha producido en Venezuela y es que la matricula de egresados de las Universidades se ha aumentado de 60 mil que era en el 1998, a 170 mil en el 2009 (deben estar calculando ya en EEUU, ir a conquistar cerebros formados por las universidades venezolanas para llevárselos a la gran unión americana). Pero ahí no terminan las cosas: En el 1998 eran becados en las universidades 50 mil estudiantes, ahora son 350 mil. Gobiernos así, hay que tumbarlos.
En Venezuela, se construyeron recientemente unas 300 y tantas aulas para estudiantes discapacitados que alojaran 3 mil estudiantes, esa es una decisión que mucho beneficia a los pobres de países como los nuestros, que son los más desprovistos de apoyo cuando en la familia existe un discapacitado. Gobiernos así, hay que tumbarlos, porque están dando ejemplo como deben actuar los gobiernos democráticos. En donde la corrupción no campea por todos lados y los pobres, que son los que votan en cada elecciones y son la mayoría, se siente beneficiados y protegidos por ese gobierno que eligieron. Pero, para los “demócratacas” tradicionales; gobiernos así: Hay que tumbarlos.
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