Excelentísimo Bush, por más que he tratado de alejarme de ti, lo que he logrado es acercarme más y más en tan corto tiempo que llevo ejerciendo el cargo de presidente imperial a tu gestión pasada y he llegado a creer que mis asesores fueron tus asesores por donde se les mire y busque y, es rutinario en mi administración, lo que para ti era política de estado ultra secreto. Todo lo que dejaste montado sigue igualito, ni más ni menos, ¿y para qué? Si así me preocupo menos de lo que debo ordenar y en tal sentido obro sin obrar, es decir, igual para adelante que para atrás y, lo peor es lo mejor que, las cosas caminan solas. ¿Te das cuenta mi amigo Bush que, yo me parezco a ti como si hubiéramos estado en el mismo saco materno de los 9 meses? Por lo que tú y yo: somos lo mismo dentro de lo mismo, por lo que no tienes nada de qué quejarte, duerme tranquilo que yo hago tu trabajo que para eso me pagan, quince y último.
Presidente Bush, porque eso de ex suena feo, si llevas una agenda y hurgas en toda ella mi actuación, te darás de cuenta –querido Bush- que quien sigue en el poder dominante de este país eres tú y, yo soy un fantasma que recorre al mundo detrás de tu sombra, activando lo que tú desactivaste y reorientando lo que desorientaste. Es decir, yo me veo en el espejo de tu espejo que es el espejo que nos tiene atrapado irremediablemente de por vida y, posiblemente por el bien de la humanidad que nos sigue paso a paso para dónde agarremos y, nuestra coincidencia es afín que fíjate que, tú tenías una secretaria de estado que era candela pura, la bateaba siempre de jonrón y la mía también es una mujer, que cuando no la saca se envasa por error con la diferencia que la tuya era negra y la mía es blanca y exprimera dama, pero en sus actuaciones habrá diferencia sólo de estilo y, ¿entonces, es o no es América, para los americanos? My friend.
Todo lo que te podía preocupar de mí, porque yo te lo iba a echar a perder: no lo he tocado, se mantiene persons to persons y, cuando me puedo pasar de la raya pensativa te lo hago saber para que no te indignes y lo veas de soslayo como el que no quiere y quiere.
Sé que estás bien informado por mis asesores que te lo han hecho saber que, respecto al presidente Chávez de Venezuela y del comandante Fidel de Cuba, los mantengo como a ti te gusta, prisioneros de mi persona, por su modus faciendi, sin carantoña ninguna, Guantánamo está donde siempre cumpliendo su función de guarda preso mundial como lo estableciste y, a Venezuela le meto aviones espías todas las noches para que vivan asustados que los vamos a invadir y le aumenté el número de bases desde la Colombia del amigo Uribe, por lo que puedes estar tranquilo y sin nervio que yo te aseguro que tu paz es la destrucción del mundo y por ahí andamos con la mismas actitudes y políticas mundiales que, cuando no lo hacemos a la salida lo hacemos de entrada y así mantenemos desestabilizadas regiones de todos los continentes que nos dé el calor de mantenernos caliente, aunque haya frío. Tú me entiendes Bush, porque tú eres el padre de mi demonio que llevo por dentro como un dolor de cabeza, para no decir, el padre de la criatura.
Bush, si te quejas es porque te da la gana, porque yo es tanto lo que me parezco a ti que no me desampares a ninguna hora, porque te amo y, lo nuestro no tiene vuelta atrás. Y, otra vaina, el premio Nobel de la Paz que me dieron te lo ganaste tú y en Estocolmo creyeron más prudente dármelo a mí por reforzar tu imagen y semejanza a tu actuación de policía mundial.
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