Comprendemos que la aseveración expuesta en el título de este corto análisis les resulte osado, a algunos impertinente, a otros, acertado y, por último, necesario demostrarlo. De acuerdo, es, fundamental y objetivamente, necesario precisar la fuente que nos ha permitido desarrollar las ideas a exponer las que nos lleven a la demostración objetiva de que el pensamiento político-ideológico de Barack Obama es preciso, claro, transparente, objetivamente capitalista-imperialista y expansionista. Para tranquilidad de los lectores, les incluimos la referencia bibliográfica sobre la que hemos realizado un somero pero objetivo análisis del pensamiento “obamense” a ser aplicado tanto a lo interno como en la política exterior del Imperio: “Foreign Affairs, Julio-Agosto, 2007, bajo el título: “Renewing American Leadership”.
El Sumario del texto en mención reza: “After Iraq, we may be tempted to turn inward. That would be a mistake.The American moment is not over, but it must be seized anew. We must bring the war to a responsible end and then renew our leadership -- military, diplomatic, moral -- to confront new threats and capitalize on new opportunities. America cannot meet this century's challenges alone; the world cannot meet them without America.” (“Después de Iraq, podríamos caer en la tentación de aislarnos. Ello podría ser un error. El momento americano no ha pasado, sino que debe renovarse. Debemos lograr que la guerra alcance un fin responsable para, entonces, renovar nuestro liderazgo –militar, diplomático, moral- para enfrentar las nuevas amenazas y capitalizar sobre nuevas oportunidades. [Estados Unidos de] América no puede enfrentar los retos de este siglo solos; el mundo no los podrá enfrentar sin [Estados Unidos de] América.”)
Como se puede deducir por la traducción, el pensamiento de Obama es claro, transparente, preciso y con contenido político. Analicemos. Obama expone una idea por demás muy interesante cuando manifiesta que los EEUU de América no pueden aislarse una vez que la guerra en Iraq alcance un “feliz final”. Pero la frase-concepto que expone es la de “fin responsable”; pero ¿qué significa y para quién está dirigida esa intencionalidad de “fin responsable”? ¿Es que las guerras se terminan o deberíamos decir, alcanzan la paz, responsablemente? Precisa que quizás a consecuencia de ese “fin responsable”, los EEUU de América podrían caer en la tentación de aislarse. ¿Fue entonces esa la actitud del gobierno norteamericano una vez que se firmó la derrota estadounidense en Vietnam? Si es así, ¿cuál sería la permanente declaración de Obama y su equipo de Gobierno en mantener diciendo que las guerras en Iraq y Afganistán no tienen referencia alguna con la “Guerra de Vietnam”?
Pero el concepto que expuso a continuación contiene una realidad que nos obliga a, objetiva y responsablemente, analizar su significado y sus consecuencias. Obama les comunicó a sus compatriotas que “…el momento americano no ha pasado…” Obama no se anda con sensibilidades, su realismo político raya el pragmatismo lo que nos lleva a entender aquella frase “agustiniana” de las “guerras justas” expuesta ya como Presidente, en un escenario internacional y recibiendo, al aceptar, el Premio Nobel de la Paz. Vaya! parece que todos y todas nos “hemos estrellado” con Barack Obama. Claro! que aquellos revolucionarios de manual, aquellos pequeños burgueses trasnochados, aquellos dogmáticos que viajan en los vagones y no comparten con el conductor de la Revolución Bolivariana (léase: Hugo Rafael Chávez Frías) las responsabilidades y sacrificios que impone, necesaria y obligatoriamente, la Revolución Bolivariana y Socialista, se justificarán con simples frases hechas. Barack Obama está ¡clarísimo! Expresa, claramente, que hay que reflexionar, analizar, decidir políticas y aplicarlas para que los EEUU de América siga siendo el Imperio y siga aplicando sus políticas imperialistas. Lo dice con una frase simple pero con profundo contenido: “…el “sueño americano”, el “patio trasero”, las políticas de dependencia, el control mundial de las finanzas, la “globalización pa´mi y no pa´ti”…”; Obama propone con sencillez y candidez (sic) las renovaciones tanto del sistema capitalista como del Imperialismo norteamericano. Por supuesto, nada de demostrar el profundo significado de la frase-concepto, el vulgo no está en aquellos niveles de intelectualidad para comprender el verdadero significado, es decir, cualquier explicación en el momento que expresó sus pensamientos políticos previos a las elecciones presidenciales, podrían haber significar la derrota del plan del Poder (Müller Rojas dixit) que éste se había impuesto. Enfatiza el Presidente de los EEUU de América que “…sino que debe renovarse…”, es decir, debe renovarse la permanencia en los tiempos presentes y futuros del Imperialismo norteamericano. Pero lo interesante es que Obama nos comunica que aquel poder imperial post-2da Guerra Mundial, aquel país que impuso el Plan Marshall, esa nación que nos vendió la necesidad de la “Guerra Fría”, nunca jamás, pudo superar la derrota de la “Guerra de Vietnam”. No pudo ni fue solución la fase superior de la globalización, del control financiero mundial, de las políticas fantasiosas hacia China, del “Fin de la Historia”, del “Choque de las Civilizaciones”, del 11 de septiembre, de talibanes y Al-qaedas, de Iraq, Afganistán y Yemen, de nuevas tesis de “Golpe de Estado” a lo Honduras bien explicado por el Negro Aristóbulo. Hay y es necesario ¡renovarse! imperialmente, nos dijo Barack Obama.
Interesante resulta la frase “…[debemos] renovar nuestro liderazgo –militar, diplomático, moral-…” Un análisis simple de los objetivos de quien era para aquellos momentos, el “candidato demócrata” a la Presidencia del país imperial, nos enseña las prioridades fundamentales del diseño político-programático del futuro Presidente Barack Obama. En primer lugar, los EEUU de América deberán renovarse en lo “militar”, es decir, fundamentar aquella renovación del Imperialismo norteamericano referido más arriba en las fundamentales estructurales de toda la estructura militar refiriéndose, seguramente, tanto a las políticas militares en función de la sustentación del sistema capitalista consolidando las políticas impuestas en la Secretaria de Defensa y el Pentágono durante el Gobierno de George W Bush, la profundización de la presencia del Pentágono en las estructuras del Estado: en el Poder Legislativo, sustituyendo a la Secretaría de Estado en políticas sociales concretas, la necesarias renovaciones tecnológicas en los equipos militares ofensivos y de inteligencia. El segundo punto que consideró necesaria la renovación es en el campo diplomático siendo necesaria tomar decisiones fundamentales frente a las nuevas realidades internacionales con los surgimientos de los BRIC, la Revolución Bolivariana y los países del ALBA, las incontrolables realidades en el mundo musulmán, las renovaciones en lo diplomático, financiero y militar que se vienen expresando globalmente. En ese escenario, no es de extrañar la decisión de la activación de la 4ta Flota del Caribe-Suramérica, la consolidación y aumento de presencia de tropas y paramilitares norteamericanos en las siete (7) bases colombianas, el aumento de la producción y productividad de los cultivos de materia prima para la producción de diferentes tipos de estupefacientes. Por último, Barack Obama propone renovar la moral; interesante propuesta por el profundo significado del concepto “moral” en el capitalismo cristiano.
Con esta Introducción
al pensamiento “obamense” podremos comenzar a ubicarnos en las realidades
de la Política Exterior del actual Presidente de los EEUU de América
cuyas ideas expondremos después de analizar las 14 páginas de su propuesta
imperialista renovada.