¡Ni burocracia ni capital! Es la consigna central que se ha levantado en las dos movilizaciones convocada desde la Unión Nacional de Trabajadores y la recientemente realizada el 31 de marzo en la que se convocó junto al Movimiento de Trabajadores por la Seguridad y la Salud en el Trabajo.
Es importante destacar que en el seno de la militancia que está más pegada a sectores de la burocracia se ha tratado de imponer la tesis weberiana de que la “burocracia” es vitalmente necesaria y lo que hace daño y lo realmente perjudicial es el burocratismo.
Es necesario que entendamos que los que levantamos la consigna ¡Ni burocracia ni capital! Entendemos perfectamente que cuando hablamos de la burocracia no hacemos diferencia con el burocratismo, porque entendemos perfectamente que la tesis weberiana sólo se justifica en el sentido de mantener un estado burgués. Los revolucionarios estamos por derrotarlo. “Derrotar el Estado Burgués” es para los burócratas de Estado un elemento más de un discurso con el que no son consecuentes. Para los revolucionarios es una tarea inaplazable porque la entendemos como una casta que apunta a detener y atrasar el proceso revolucionario porque es nada más y nada menos que la otra cara del capital, acumulan de manera privada capital y confiscan poder.
Qué es la burocracia….cómo se define en este proceso revolucionario
La burocracia en el proceso revolucionario venezolano ha demostrado ser parte de la capa que se encuentra pegada junto a la burguesía tradicional en el nivel de la clase dominante. La burguesía tradicionalmente porque es dueña de los medios de producción, como clase explotadora que acumula de manera privada capital a través de la explotación de la mano de obra y que está íntimamente relacionada con la ideología dominante. La burocracia venezolana está en el Poder, acumula de manera privada capital a través de privilegios groseros, o en el peor de los casos de manera ilegal. Tiene hasta ahora el Poder que le hemos dado los “de abajo” por ser parte de una casta que cabalgó el proceso revolucionario que parió este pueblo bolivariano y que hoy decide, dirige, ordena y sobre todo “castiga” a quien hace las críticas revolucionarias
Esta afirmación nace de lo que en los últimos años de proceso hemos vivido los que apoyamos la revolución. A quienes nos pretenden manipular con lo que llaman Contraloría Social sin ningún poder de decisión…. “Nosotros obedecemos y aplaudimos, ellos deciden y dominan”
Bien sabemos desde la clase trabajadora, desde los que vivimos de nuestro trabajo que la burocracia, su casta y su lógica no tienen nada que ver con nuestras condiciones de vida, que no son iguales que nosotros, que no inscriben a sus hijos en las escuelas públicas, sino en las privadas, que no van a hospitales ni a módulos de barrio adentro, sino a clínicas, que no compran en MERCAL sino en PLAZA`S, que no se montan en el metro sino que tienen choferes, que no comen lo que nosotros comemos ni viven como nosotros vivimos. Es decir que mantienen y refuerzan la desigualdad social, que su vida es más parecida a la de la burguesía que a los de la clase trabajadora
Por ello, es que la represión que usó la burocracia el 31 de marzo, en el que le colocaron un cordón de la Guarda Nacional y la Policía Nacional Bolivariana a la gran y multitudinaria movilización de los trabajadores que por la izquierda veníamos con nuestras exigencias, denuncias y aportes, solo se justifica por entender que esta casta burocrática va avanzando dentro de su lógica de poder, dentro de la lógica capitalista y que debe reprimir para mantenerse. Ya no le basta con descalificarnos, con invisibilizarnos, porque obviamente la lucha de clases se agudiza y la clase trabajadora está en ascenso. Ahora a los que no nos dejamos manipular, a los que sabemos bien que ellos no son parte de una dirección revolucionaria nos reprimen. Esta es una de las primeras expresiones de represión, aunque tienen un nefasto precedente en SIDOR cuando en la lucha por la nacionalización el gobernador junto al flamante ministro del trabajo de turno reprimieron con la guardia nacional a los trabajadores.
De las empresas “recuperadas” por el Estado
Se ha planteado la discusión sobre las expropiaciones con indemnización, las que finalmente terminan por fortalecer a la burguesía. No son pocos los casos en que los empresarios llevan a la empresa a la desidia para luego ser beneficiado por las jugosas indemnizaciones del Estado. Más allá de eso tenemos que las expropiaciones son controladas por un grupo o “equipo” de funcionarios de Estado que se convierten en los nuevos jefes, en los nuevos empresarios muchas veces con métodos tan violatorios de la ley como los que usan los explotadores tradicionales.
Es decir que el obrero termina siendo explotado por unos funcionarios que en nombre de la revolución y el socialismo ejercen toda una práctica explotadora, violatoria de los derechos laborales, antisindical…y todo por un salario que le quita al trabajador el derecho de hacer cualquier reclamo reivindicativo, algún aporte en cuanto a la producción y mucho menos en la comercialización. Se cambia al patrón privado por el patrón Estado.
Qué hacer, qué se plantea
Ante este panorama el planteamiento de la UNETE se basa fundamentalmente en avanzar en medidas y decisiones que coadyuven a que el proceso revolucionario se profundice. En este sentido quedan muchas discusiones de fondo por dar. Pero una de las principales es la que se refiere a la experiencia incipiente, muy incipiente de Control Obrero. Lo que queremos decir que no habrá experiencia de Control Obrero, mientras la burocracia tenga a sus funcionarios operando en las mismas, fungiendo de jefes. El control obrero no tiene que ver con la planificación, administración, ejecución y evaluación de la que tanto hablan los que pretenden ser entendidos en la materia, quienes hoy piensan que el problema del control obrero se resuelve a través de una eficiente administración y gerencia sacada de los más elementales libros de administración de personal y de empresa del sistema capitalista.
Lo que tenemos que resolver en cuanto a este tema en primer lugar es la remoción de la dirección de estas empresas a los operadores políticos de la burocracia que fungen como jefes o gerentes, así sea un trabajador, luego habría que reestructurar todo lo que tiene que ver con la normativa y el funcionamiento y tiene que ver con las jerarquías que hay entre los empleados y los obreros, de la forma como se trabaja como empleado y como se trabaja como obrero. Luego de eso cómo será el proceso en el que se cumpla lo que tiene que ver con la producción y para eso tendríamos que ser parte de la comercialización del producto. Esto tiene que estar articulado en todas las empresas recuperadas y del estado. No hay misión vivienda sin este plan en el que debe entrar las empresas básicas de las cabillas, del cemento…….. no hay experiencia de control obrero sin planificación obrera, no hay control obrero con jefes del estado con métodos más explotadores que los mismos empresarios en algunos de los casos. No hay control obrero con unos operadores políticos del estado despidiendo trabajadores, no hay control obrero si no responde a un programa de la revolución…..no hay control obrero sin atrevernos a darles el poder a los que son los responsables de la producción desde siempre, de allí se desprenderá como ejercer la contraloría. De allí se desprenderá cómo será la producción y los mecanismos de control de la producción y de la comercialización…..no habrá control obrero sin la clase obrera dirigiendo los destinos de la empresa, del país y de la revolución……
Mientras tanto lo que tendremos es una casta burocrática que cada día tiene más poder político y económico y que ya ha comenzado a reprimirnos…. recordemos que la burocracia es inherente al capital.
La autora es miembro del Equipo Nacional de Trabajo y de la Corriente del PSUV Marea Socialista