Desde mañana y hasta el jueves 25 tendrán lugar en ALCSA las elecciones sindicales para elegir las autoridades de Sintralcasa, el sindicato de los trabajadores alcasianos que desde hace mas de dos años es conducido por el Movimiento 21, quien responde a la FBT (Fuerza Bolivariana de los Trabajadores).
Estas elecciones no son una elección mas, pues se dan en un marco muy particular: una crisis operativa y financiera que amenaza con el quiebre de esta empresa pionera en la producción de aluminio.
Es por ello que el trabajador-presidente de la fábrica Elio Sayago ha declarado la emergencia en dicha empresa.
La actual crisis es resultado no sólo de décadas de manejos corruptos y burocráticos, sino que como ha denunciado públicamente Sayago hay un verdadero boicot tanto de las instituciones del Estado como de sectores sindicales que apuestan al fracaso del Control Obrero y probablemente al quiebre de la empresa para entregarla a multinacionales chinas.
Es por eso que al elegir la nueva conducción sindical no sólo se estará eligiendo quienes encabezarán las luchas reivindicativas de los trabajadores sino también que rol asumirá el sindicato en la recuperación de la empresa y fundamentalmente en el desarrollo de la incipiente experiencia de Control Obrero.
La oposición de derecha, a través de la plancha 152 encabezada por Henry Arias buscará ganar el sindicato para volver a ponerlo en manos de la derecha y sus planes, nada podemos esperar los trabajadores de quienes han sido cómplices de las privatizaciones y voceros de las trasnacionales en Guayana.
Por el lado de las corrientes que se identifican con el Proceso Revolucionario se presentan tres planchas: el Movimiento 21 (FBT) encabezado por José Gil, el Frente Socialista de Trabajadores de Alcasa 26 encabezado por Belinda Ortiz y la Plancha 8 que postula a Luis Campos.
El Movimiento 21 no es alternativa
Sectores del PSUV han planteado que hay que votar por José Gil porque sería el único “revolucionario” que puede ganarle a la derecha. Desde Marea Socialista no compartimos en absoluto esa posición, por el contrario consideramos que el Movimiento 21 es uno de los responsables fundamentales de la actual crisis de ALCASA y que ha hecho tanto o mas daño que la propia derecha.
Este Movimiento, que en el pasado fue cómplice de gestiones corruptas y liquidadoras de la empresa, se ha dedicado desde la asunción de Elio Sayago como presidente de la empresa a un verdadero boicot a la experiencia de Control Obrero.
En poco más de un año ocupó en tres ocasiones las oficinas de la presidencia, tuvo dos intentos de “golpe de estado” al interior de la empresa, trancó durante 34 días los portones de la empresa aumentando la crisis operativa de la planta y ha actuado como correa de trasmisión de los interese de las trasnacionales del aluminio. Al mismo tiempo ha impuesto un modo de hacer sindicalismo que nada tiene que ver con la democracia y la participación obrera.
Esto hace que el Movimiento 21 haya llegado a esta elección debilitado, ya que es repudiado por una parte importante de los trabajadores. Su incoherencia es tal que después de haber luchado mas de un año por la destitución de Sayago (a quien hacían responsable de la crisis de la empresa) han tenido que movilizarse junto a él exigiendo respuestas concretas al gobierno y responsabilizando a la burocracia estatal por la crisis, dándole en los hechos la razón al propio Sayago.
Votar por la plancha 26 o por la 8
Esta debilidad del Movimiento 21, sumado al desprestigio de la derecha, planteaba óptimas condiciones para que los sectores que vienen impulsando el Control Obrero, enfrentando a las mafias, a las trasnacionales y a la burocracia pudieran recuperar el Sindicato para los trabajadores. Sin embargo, la división en dos planchas (la 8 y la 26) sin duda fragmentará el voto de este sector y hará más dificultoso este objetivo. Consideramos que más allá de las críticas, diferencias o matices que podamos tener con ambas planchas era una necesidad la unidad. Y frente a las diferencias surgidas entre ambos sectores habría que haber hecho un debate de cara a los trabajadores y apelar a la base para lograr la unidad. Lamentablemente esto no se ha hecho y quienes queremos realmente impulsar el Control Obrero y una nueva manera de hacer sindicalismo nos vemos obligados a optar por una de las dos opciones.
Desde Marea Socialista tenemos profundo respeto por compañeros que hay en cada una de las dos planchas y estamos convencidos que pasadas las elecciones y sea cual fuera el resultado, la unidad se colocará como una necesidad imperiosa. Es por eso que llamamos a los trabajadores alcasianos a elegir por una de estas opciones y que al día siguiente comencemos una discusión honesta y desde las bases para lograr la unidad indispensable de cara a los desafíos que se aproximan.