Estamos en la mejor y más entusiasta disposición de apoyar a Aporrea, como en otras ocasiones lo hemos hecho, en su campaña de recolección de fondos para garantizar que continúe como foro abierto para que los ciudadanos de este país tengan la posibilidad de comunicar, libremente, sus inquietudes, sus opiniones y sus críticas sobre todo cuanto acontece en un país que ha decidido por mayoría y de manera reiterada, construir su propio camino hacia el socialismo, lo cual se ha encontrado con mil dificultades y obstáculos por parte de una oposición que intenta, con el apoyo abierto y descarado del imperialismo yanqui y sus muchos socios europeos, entre los cuales sobresale el reino de España, como el más entusiasta de todos, impedir, a como dé lugar, que lo venezolanos logremos tal objetivo.
Tenemos, pues, la absoluta claridad de que esta ventana para la más amplia discusión de las ideas, sin gríngolas de índole alguna y, por supuesto, ajena a todo tipo de componendas propias de la canalla traidora, hay que conservarla sin la menor reserva, en defensa de la Patria, de sus más altos intereses y en contra de quienes quieren entregarla a las corporaciones transnacionales, cuyas tropelías e iniquidades logró el pueblo sacudírselas, luego de décadas de sometimientos de todo tinte y calibre, con la llegada de Hugo Chávez al poder, en 1998.
Aclarada nuestra postura ante esta nueva y necesaria solicitud de recursos por parte de los responsables de Aporrea, hemos considerado necesario decir, pues nos cuesta demasiado ocultarlo, que vemos con muy alta preocupación que algunos asiduos colaboradores del medio han resuelto anteponer, en respaldo de esta solicitud de ayuda económica, no sabemos si dentro del objetivo de atraer lectores (estrategia deshonesta, por demás), que la página de Aporrea pudiera estar a punto de ser "cerrada", intentando con ello imponer la matriz que hace mucho rato ha sido la tarea que vienen cumpliendo con una disciplina sorprendente, algunos connotados "intelectuales" de la derecha, de que Venezuela padece una dictadura atroz que ha impuesto una férrea censura y aplicado una política de persecución implacable a quien se atreva tan solo a criticarla y denunciarla.
Efectivamente, no sólo es la camada legítima de "sabiondos" de la oposición, sino la banda de renegados del comunismo que allí encontraron refugio, los que andan intentando convencer a incautos de que Venezuela padece una de las dictadura más feroces que ha tenido el Continente, entre quienes se encuentran, para mencionar sólo a los más visibles de la comarca: Gloria Cuenca, Pompeyo Márquez, el Chúo Torrealba y, entre otros más, Teodoro Petkoff, para dejar a un lado a los demás plumarios de la ultra derecha, quienes a cambio de prestar sus firmas para igual campaña de falsedades, reciben, sin ningún género de dudas, abultadas sumas en dólares de organizaciones como la Usaid y la Ned, que no son otra cosa que disfraces de la CIA.
Apoyamos, por supuesto, la solicitud de ayuda económica que hace la página de Aporrea para que continúe, sin tropiezos, su innegable aporte a la libre discusión de las ideas y, por supuesto, dejamos conocer la indicada inquietud que nos produce un discurso ambiguo que pareciera estar jugando para dos bandos, lo cual consideramos sumamente peligroso…