Está ocurriendo una situación aberrante con los docentes en el sur de Valencia.Existen unos supuestos supervisores del territorio escolar Miguel Peña, alejados de toda ética robinsoniana, que se han dedicado a la tarea de amenazar a las y los docentes y al personal obrero y administrativo, pretendiendo así impedir el normal ejercicio democrático estableido en la Constitución, como es el derecho inalienable que todo ciudadano o ciudadana posee de expresar su descontento y desacuerdo con los salarios de hambre que devengan, y exigir que se corrijan , en este sentido, las políticas económicas públicas del gobierno .
Cabe pregúntarse, si estos supuestos supervisores son en realidad docentes o más bien candidatos a ocupar puestos de cancerberos en un gobierno fascista.Todo el país sabe, que la única institución que se ha mantenido, hasta ahora, en pie resistiendo la crísis económica y política es la educación, y lo ha logrado por el sacrificio, la vocación y la humildad de la mayoría de maestros y maestras. Pero que de llegarse a paralizar estariamos presenciándo la paralización de la mitad del país. Para información de estos candidatos a cancerberos, los compañeros y compañeras también comen y necesitan ropa y calzado,y necesitan medicina, necesitan descansar y relajarse con su familia, ¿saben para qué señores cancerberos?, para restablecer la facultades cognitivas, algo con la que a ustedes, al parecer, no los dotó la naturaleza.
Los docentes deben mantenerse en la lucha unidos ya no sólo por un salario digno sino también porque esa burocracia floja enquistada en el ministerio,recolonizadora, que abandonó las aulas de clase ya no siga jodiendo y no siga irrespetando a los que día a día hacen esfuerzos para garantizar la continuidad cultural de la nación.
Por una edución libre de cancerberos y por un salario digno.