Trincheras de Ideas

Triunfo en SIDOR y nombramiento del Ministro del Trabajo

Tres hechos concurrentes se han producido en las últimas semanas, el primero es el clamoroso, indiscutible e innegable triunfo de la clase obrera sidorista contra la transnacional (¿argentina?) Termiun-Sidor, propietaria, por obra y gracia del gobierno neoliberal de Caldera-Petkoff, de su venta a precio de gallina flaca, de una de las más importantes y estratégicas industrias de Venezuela como es la industria del acero. Casi regalada, rematada, la ávida empresa transnacional hizo un jugoso negocio gracias al entreguismo y la anti patria del viejo oligarca en su último gobierno y su enriquecimiento comprando igualmente a precios irrisorios las materias primas y super explotando a los trabajadores, vejados, humillados, ofendidos.

El segundo hecho se refiere a la nacionalización de SIDOR por parte del gobierno del presidente Chávez; acertada decisión, cocinada, macerada y conquistada en la rebeldía antiimperialista y antineoliberal de la aguerrida clase obrera industrial, en las luchas de años en las barricadas de la lucha de clases y en la sensatez de un gobierno revolucionario, nacionalista, antiimperialista y socialista que legitima una nacionalización necesaria fraguada en los altos hornos de la siderúrgica y se pone al lado de la clase trabajadora.

El tercer hecho es el nombramiento de un viejo comunista, de un marxista-leninista convicto y confeso, militante revolucionario de toda una vida, del camarada Roberto Hernández, hecho que no puede, a nuestro juicio, desvincularse de las recientes y aguerridas luchas de los obreros sidoristas y la salida del ministro anterior cuya conducta neoliberal favoreció ampliamente los intereses de la empresa y desfavoreció a la clase obrera, y cuyas manos, no lo dudamos, tuvo que ver –como probablemente las del Gobernador de Bolívar y las del Comando de la GN regional– en la brutal represión que se produjo recientemente contra los obreros en Guayana, desconociendo la disposición presidencial de no reprimir al pueblo como se hacía en la Cuarta República adeco-copeyana-oligarca-imperialista. ¿Quién pagará esa afrenta a los trabajadores?

Evidentemente, en este proceso de transición hacia una sociedad socialista, pero con fuertes y sólidos estamentos capitalistas, el Ministerio del Trabajo juega un papel estelar, ministerio que arrastra todos los vicios de las sociedades enfermas del capitalismo, los grupos de presión, los quintas columnas que favorecen los intereses de las clase dominantes como lo hizo el defenestrado ex ministro que ahora sale. Allí, en la lucha de clases que a diario se da en el país, en las empresas, casi siempre los ganadores son los propietarios, los explotadores; los fiscales, inspectores y todo el universo de personal que tiene que ver con los empresarios y los trabajadores. En estos 9 años, a pesar de buenos deseos, ha faltado o voluntad o visión estratégica de clase para poner el ministerio al servicio de los trabajadores y de la construcción de un modelo socialista nuevo, justo, equitativo, auténticamente democrático-participativo. Allí hay que hacer un fuerte movida de mata.

No son pocos los retos que el camarada Roberto Hernández tiene por delante, pero estoy seguro que por su condición revolucionaria, humanista y su dilatada experiencia contará con el apoyo del movimiento obrero venezolano, al cual contribuirá a organizar y a esclarecer en su conciencia clasista y del poder político.

humbertocaracola@gmail.com


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Humberto Gómez García

Director de la revista Caracola. Pertenece al Movimiento de Medios Alternativos y Comunitarios (MoMAC). revistacaracola.com.ve

 humbertocaracola@gmail.com      @hgcaracola

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