El Gobierno Revolucionario del Comandante Presidente Chávez, gobierno del pueblo, en su labor de cancelar la inmensa deuda social heredada de los malos gobiernos de la cuarta república, el pasado 1° de mayo tomó la decisión de aumentar el salario mínimo a 799 BsF con lo cual se beneficia no sólo a los trabajadores y trabajadoras de las empresas privadas y públicas, sino los miles de pensionados y pensionadas, que hoy forman parte de la nómina del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, eficientemente administrado. Paralelamente, el Comandante Presidente, toma la decisión de aumentarle en 30% el sueldo, a los empleados y empleadas de la Administración Pública Nacional, conjuntamente con la revisión y reforma del Tabulador de Salarios de los obreros y obreras y el Manual Descriptivo de Cargos de Carrera de los empleados y empleadas, atendiendo con ello, una solicitud de los sindicatos en este sentido. Se busca con esta medida, desde nuestro punto de vista, eliminar progresivamente esa herencia de la democracia burguesa, consistente en la división de los trabajadores y trabajadoras en grados de cargos, discriminándolos y propiciando diferenciaciones sociales entre los mismos. Así en la Gaceta Oficial, número 38.921 se lee el decreto donde se legaliza esta reforma, la cual consiste en la reducción sustancial en el número de grados que componen el Manual Descriptivo de Cargos, reduciéndolos a: Bachilleres o Bachilleras, Técnicos Superiores Universitarios y Profesionales Universitarios, valga decir, un Manual más horizontal, más igualitario.
En el caso de los trabajadores y trabajadoras universitarias, esta medida de justicia social que compensa, el daño patrimonial al salario del trabajador producida por la inflación del 2007, cuyas causas debemos precisarlas en las medidas de sabotaje que la oposición proimperialista llevó a cabo a lo largo del año pasado, en procura de revertir la propuesta de Reforma Constitucional, esto es bueno apuntarlo. Esta compensación no aplica, motivado a que este sector de trabajadores y trabajadoras se guían, de manera inexplicable, por las Normas de Homologación, que benefician exclusivamente al sector profesoral, más no así al trabajador y trabajadora. De manera, que es de obligación para las autoridades del Ministerio de Educación Superior en conjunto con los sindicatos, buscar mediante una Contratación Colectiva aparte, mecanismos que conlleven a la justicia salarial a este importante y mayoritario sector de trabajadores y trabajadoras. Asimismo, urge que el Ministerio y los sindicatos, reformen el Tabulador Salarial que aplican al trabajador y trabajadora, y que es una herencia nefasta dejada por la derecha endógena, enquistada en el proceso revolucionario, con nombre y apellido: el Fuenmayorismo.
En tal sentido, proponemos al ministro y los sindicatos seguir el ejemplo de la Administración Pública y reformar el Tabulador en los siguientes términos: el Personal de Apoyo, que en dicho Tabulador se expresa en 6 grados, del 201 al 206, reducirlo a 2 grados, diferenciados en los años de experiencia que tenga el trabajador o trabajadora, por ejemplo de 1 a 10 años y de 10 a 25 años de servicio, ubicar al trabajador o trabajadora en uno de estos grados y aplicar la compensación salarial. A continuación, seguiría el Personal Técnico, que en el actual Tabulador serían 6 grados, del 301 al 306, se haría en los mismos términos que el de Apoyo. Finalmente, tenemos el personal Profesional, que lo dividen en 9 grados, del 401 al 409, el cual podríamos dividir en 3 grados, por años de experiencia y estudios realizados, el mismo esquema que los anteriores.
Pero, al lado de esta medida es de obligación del Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior, igualar las primas, acabar con esa horrenda discriminación consumada en la primas por hijo, es inaudito que el Estado venezolano otorgue una prima por hijo a un profesor universitario en unos 120 BsF, mientras que un hijo de un trabajador apenas alcance, promediando, unos 50 BsF, será que un hijo de un profesor vale más que el de un trabajador, y esa discriminación la avala el Estado venezolano, al no corregir esta situación. Es de justicia, igualar la prima por hijo de los trabajadores a la de los profesores.
Otro hecho a considerar, que ha sido muy mencionado con motivo del aumento del 1° de mayo, tiene que ver con el beneficio del tiquet de alimentación, pues bien, resulta que a este sector de trabajadores y trabajadoras se les cancela con la unidad tributaria del año precedente, mientras el compatriota ministro Luis Acuña la cobra con la unidad tributaria actualizada, es de justicia proceder a actualizar el beneficio del tiquet de alimentación a la unidad tributaria vigente.
Pongo sobre el debate, estas propuestas para que abramos el debate en el sector de los trabajadores y trabajadoras universitarios, cuyo salario se ha visto muy deteriorado, gracias al Tabulador de Salarios heredado de la derecha endógena, todavía enquistada en el Ministerio de Educación Superior.
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