Este domingo 7 de septiembre en una larga entrevista de dos páginas, el periódico carabobeño Notitarde presentó la posición de Orlando Chirino, viejo dirigente sindical, uno de los coordinadores de UNETE y figura principal de la corriente CCURA, en relación a la huelga en General Motors. El reportaje, colocado en la sección Desayuno y presentado en titulares de portada se hizo con la presencia del Director del periódico y otros importantes periodistas del staff. El dirigente, según otros dirigentes sindicales hace afirmaciones falsas, alejadas de la realidad de ese conflicto y en contra de los intereses de los trabajadores. Por otra parte, lo critican severamente por defender a la transnacional General Motors, al afirmar que “es una empresa de prestigio”. Acusan a Chirino de haber asumido una actitud amenazante hacia los trabajadores, al insinuar que romperá la huelga, con el concurso de empleados, pasantes, supervisores y personal de concesionarias no sindicalizado, acompañados de “sindicatos serios”. Dirigentes de Marea Socialista, que apoyan la huelga, entre ellos Christian Pereira, del sector automotriz y el Coordinador Nacional de la UNETE Stalin Pérez Borges, así como Ismael Hernández de la UNETE regional, se hicieron presentes en la planta, ubicada en la zona industrial de Valencia, para brindarle apoyo y respaldo a los trabajadores en huelga y repudiar las declaraciones de quien en otras épocas fuera un dirigente respetado por la masa obrera del país.
En el portón de General Motors este domingo la indignación era tremenda. Es que, aseguran los trabajadores y los dirigentes antes mencionados, que las declaraciones de Chirino están construidas sobre mentiras, distorsiona la realidad, favorece a los intereses de la empresa y está hecha al mejor estilo de los dirigentes de la CTV, de Sutrautomotriz en sus tiempo de dictadura y Fetrametal.
La primera falsedad que denuncian es la versión de Chirino de que el Sindicato Vencedores Socialistas es minoritario. Informan que este sindicato, fue creado en Noviembre de 2007 y ratificado en referéndum en Abril de 2008, cuyo resultado fue 1.640 trabajadores a favor del Sindicaro de Vencedores Socialistas y 970 a favor de Sutrautomotriz. Y después comenzó la discusión del Contrato, contando ahora con el apoyo de 2300 afiliados a Vencedores Socialistas y 600 al viejo sindicato. El presidente del mismo es un trabajador despedido por la patronal yanqui por habérsele enfrentado y fue puesto al frente para defenderlo.
La segunda falsedad que señalan, es la calificación de "ilegítima" que le da Chirino a la huelga: todos los pasos se han seguido, la huelga además de legítima es también legal, reconocida así por las autoridades del trabajo y en su momento hasta por la propia empresa. Y sobre todo es el resultado de la voluntad mayoritaria de los trabajadores que deciden en asambleas.
La tercera falsedad es que el sindicato pretenda dividir. En realidad, afirman los trabajadores y los dirigentes arriba mencionados, la que intenta dividir con los métodos propios que utiliza en todas sus plantas en el mundo, es la empresa, al desconocer al sindicato y querer discutir el contrato con una supuesta Mesa Técnica, compuesta por representantes de Sutrautomotriz, empleados, supervisores, pasantes y empleados de concesionarios que no participan de la convención colectiva. Este sector, sumando a ese grupo que no tiene derecho a la convención colectiva, es el que pretende imponer un contrato para los trabajadores de GM, desconociendo a 2.300 que laboran en la planta. En esta Mesa Técnica que no representa a la mayoría participa el dirigente Chirino.
La cuarta falsedad es que se haya impedido a trabajadores participar de la asamblea del miércoles 3 con el Ministro del Trabajo, Roberto Hernández y el del MILCO, William Contreras. Allí, con la presencia de la casi totalidad de los trabajadores que hacen vida en General Motors, se les volvió a afirmar los ministros la realidad de la situación.
La posición divisionista de Chirino, afirman los dirigentes, que se acercaron este mismo domingo a dar la solidaridad y el apoyo a los trabajadores en huelga, se convierte en más peligrosa todavía cuando en el citado reportaje dice que con el apoyo de “sindicatos serios” hará garantizarles el derecho al trabajo a aquellos que quieran ir a trabajar. Chirino llega al límite, al pretender asumir la tarea que realizan los esquiroles, apelando a gente que no tiene que ver con la lucha y amenazando con intentar romper la huelga.
Pero la defensa de los patronos es lo que más ha indignado a los trabajadores: la afirmación de Chirino de que General Motors es "una empresa de prestigio", ocultando que está despidiendo miles de trabajadores en todo el mundo, que utiliza el método del cierre cuando le conviene, para imponer por la fuerza sus intereses. Esto les molestó profundamente. Se puede apreciar en el reportaje que Chirino no menciona en ningún momento que GM es la primera automotriz en el mundo, que es una multinacional del imperialismo norteamericano y esconde que hasta ahora sus trabajadores están entre los peores pagados de todo el sector automotriz en el país. Semejante posición ha desencadenado la indignación y la furia de los trabajadores en contra del que, hasta hace poco tiempo, era uno de los más respetados dirigentes sindicales.
Las argumentaciones de Chirino -dicen los miembros del Sindicato Verncedores Socialistas- son las mismas que sostiene el abogado Dionisio Morales, Asesor Legal de la Cámara de Industriales del Estado Carabobo. El apoyo a la General Motors en contra de la huelga de los trabajadores es un triste papel para quién en otra época fuera considerado por esos mismos trabajadores, como un líder sindical clasista y combativo. Por otra parte, es lamentable, afirman los dirigentes que presentaron la nota de solidaridad a los trabajadores de General Motors en la tarde del domingo 7, que hoy en las ruedas de prensa o en las reuniones con el sector rompehuelga, Chirino esté rodeado y acompañado por gente que porta pendones y cantan consignas que dicen, por ejemplo “Yo amo a General Motors” y "General Motors unida jamás será vencida".
Se puede escuchar el pedido de los trabajadores a los ministros, al del Trabajo y al del MILCO, que han podido ver con sus propios ojos la realidad, de que convenzan al resto del gobierno, para que obligue a General Motors a sentarse a discutir con el Sindicato Vencedores, que verdaderamente representa a la mayoría de los trabajadores, para que de esa forma se pueda llegar a un acuerdo satisfactorio entre las partes y ponerle punto final a la huelga.