En Nueva Esparta hemos perdido tantas cosas que lograban identificarnos y colocarnos como una comunidad muy particular del país, que no debe darse ninguna razón más, para que ese fenómeno lento pero persistente de disolución de nuestra identidad, encuentre un mecanismo o vía para que continuemos perdiendo cosas y valores que son parte de nuestra esencia de “SER Neoespartanos y Neoespartanas (Ñeros y Ñeras). Hay objetos que nos definen o identifican como pueblo: El sobrero, el piñonate, la hamaca, la alpargata de goma, la cerámica y el tinajón, el zapato, las tabacaleras, los dulces y otra cantidad de objetos y formas.
No es tanto el objeto lo que básicamente define ese “SER ÑERO O ÑERA”; el objeto es posible porque hay un sujeto que le da vida a través de un “hacer”. Los objetos cobran así vida y significado. Sin los artesanos y las artesanas, los objetos corren el riesgo de desaparecer. Lo calve en esto son esas dos figuras y se está en un momento histórico de alta significación para darle sentido y organización a esas dos almas básicas para nosotros, en el marco de la democracia participativa y protagónica. La conformación de un movimiento o Consejo Artesanal es un paso estratégico en la preservación de ese “SER” que debe estar conceptual y electoralmente definido dentro de ese marco y contexto
Para Nueva Esparta un Artesano y una Artesana deben y tienen que ser los soldados y soldadas de nuestra identidad, porque en definitiva, esas dos figuras alimentan y nutren la manera de “Ser” Neoespartano y Neoespartana. El Artesano(a) no es un comerciante informal; ellos tienen sus derechos y garantías, pero una artesana o artesano que también pueden ser comerciantes informales porque deben vender sus productos, son creadores, creadoras, poetas y poetizas y esa circunstancia, debe ser debidamente valorada en un proceso de organización de los soldados y soldadas para que no continuemos perdiendo las cosas que aún nos quedan.
No esto lo que parece estar pasando ahora en Nueva Esparta con la conformación del Consejo Artesanal, que se pretende formar sin la participación de los artesanos y artesanas. Entiendo que la organización de un Consejo Artesanal en Nueva Esparta es un paso muy importante, porque es una iniciativa que seguramente va a oxigenar a toda esa cantidad de ñeros y ñeras que viven creando y no tienen a veces un apoyo. No es un proceso que carece de importancia; todo lo contrario, es un paso muy importante, porque es una vía para el rescate y reguardo de lo que somos.
En costa firme como se dice, nos identifican por Musipan y el Sambil. Esas son los emblemas turísticos básicos de la Isla y como “referencias turísticas” no tienen nada que ver con nosotros. Uno observa a veces con asombros los carros que llegan y salen del terminal de Ferry con pintas como estas: “X partes para Musipan” o de “Musipan para X partes”
Los Artesanos y las Artesanas son los soldados y soldadas de nuestra identidad. Es una manera de preservar y reguardar nuestros patrimonios y si se comparte esa idea, nada más apropiado que organizar un Consejo Estadal de Artesanos y Artesanas con los cultores de Nueva Esparta. No hay que confundir los términos de buhoneros con artesanos y no hay que olvidar, que la construcción de ese Consejo Artesanal debe hacerse bajo el principio consagrado en la Constitución de la República Bolivariana que nos resalta la condición participativa y protagónica de nuestro sistema democrático.
Es necesario recordar le letra de esa canción que nos recuerda la desaparición de unos artesanos que le dieron sentido y vida a Margarita. Esa canción es un alerta crítica y como sabemos, dice así: Ya los zapatos maqueros/que se ponían Simón Guerra/Los desprecian en mi pueblo/Por comprar los extranjeros. Está en juego la pérdida de esas identidades ganadas con la artesanía y otras formas de “SER ÑEROS. Un Consejo Estadal Artesanal puede ser el cuartel que nos permita conservar y defender los que nos da sentido como Neoespartano y Neoespartana.
NOTA: Es importante preservar a los artesanos y artesanas de Nueva Esparta, pero ese interés no puede estar desconectado de una posibilidad real de comercializar sus creaciones. Si esta idea tiene pertinencia, es posible pensar en la formulación de un instrumento jurídico a través del cual se establezcan que por cada cantidad de Bs. F gasto en mercancía de puerto libre, debe utilizar un % para la compra de artesanía de Nueva Esparta.
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