En verdad que no puede existir diferencia alguna entre el zuliano Rosales y la derecha estadounidense. El zuliano ex militante adeco, que apenas si estudio, pero fue alcalde y gobernador y, por arte de magia –porque no ganaba mucho- tenía en su poder más de 15 fincas y terrenos en su natal Zulia y andaba haciendo transacciones en un banco estadounidense por millones de dólares. ¿Cómo lo hizo?
Todo lo que ha hecho ha sido aprovecharse de la gente, de los presupuestos y del poder que ha logrado, con el interés de hacerse millonario y tener poder. No importa la manera ilegal como lo haya hecho.
Atravesando parte del continente, vemos otra conducta similar, aunque en modalidad diferente, como es que una empresa estadounidense recién dona semillas transgénicas a los productores agrícolas de la república de Haití, según denunció un sacerdote inglés Jean-Yves Urfié, ex docente de química de un colegio de Puerto Príncipe.
Presuntamente, la transnacional ofrece a los agricultores haitianos unas 475 toneladas de maíz transgénicos, además de fertilizantes y pesticidas, que están siendo entregados de manera gratuita por los integrantes del proyecto Winner, apoyado, presuntamente, por la embajada estadounidense en dicho país.
La trampa o la maldad, está en que las tales “semillas híbridas de maíz sólo podrán cumplir sus promesas de productividad y adaptación al clima tropical haitiano si son tratadas con herbicidas, fertilizantes y productos químicos específicos, que no por casualidad son producidos por la propia transnacional”.
Lo anterior quiere decir que “los agricultores haitianos que reciban las semillas híbridas sólo conseguirán volverlas productivas si adquieran los herbicidas y fertilizantes de la misma transnacional”, según revela la agencia Alai-amlatina.
El otro abusador, el Rosales, que no es ningún caramelo, más bien, un violador de las leyes, un delincuente (no puede demostrar de donde ha sacado el dinero que posee), anda promoviendo variadas actividades contra el Presidente Chávez y hasta ha conformado una organización en el país del adeco peruano Alan García para seguir conspirando contra Venezuela, con el apoyo de la Confederación de Trabajadores del Perú CPC, Sindicato del APRA, especialmente de su Secretario General Elías Grijalba.
Total, que tanto el Rosales como la derecha estadounidense andan en una conducta dirigida a ocasionar daño a los demás, solo intentando satisfacer sus necesidades, por eso no hay diferencia entre unos y otro. Es más, Rosales viene siendo un pupilo más, solo que inculto.
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