R.Ramírez y Ortega Díaz se han convertido en un par de personajes siniestros, políticamente hablando y, en pésimos actores de reparto de una comedia mal montada pero cargada de un cinismo vil. Obviamente orquestada milimétricamente por el enemigo número uno de los pueblos del mundo: EEUU.
Luego de haber estado en la estructura estrecha del Poder (Chávez – Maduro), oyendo y manejando información de primera línea, comprometedora y reveladora de secretos peliagudos, hoy son acusados de corrupción, chantaje y extorsión en tribunales norteamericanos y venezolanos. Las pruebas presentadas, aquí y allá, supera cualquier margen de error y muy por el contrario, replantea si ante semejantes delitos vale la pena revisar la Constitución para aprobar una enmienda que legitime la pena de muerte y cadena perpetua.
Ya está bien seguir dándole vueltas jurídicas, constitucionales y políticas cuando se debe castigar con el verdadero peso y sentido de justicia, acciones delictuales cometidas en forma deliberada y continua contra el patrimonio de la nación. Hubo un desfalco milmillonario en dólares contra nuestra principal empresa y una extorsión recurrente utilizando información privilegiada, cuyo contenido destaparía una cloaca dentro de la administración pública en complicidad con empresarios y políticos locales y nacionales,.
Hasta hace poco parecían (es la sensación propia del Poder: parecer y no ser) personajes intocables. Rodeados de escoltas. Viajando en aviones privados. Hoteles cinco estrellas. Periodistas locales y extranjeros persiguiéndoles como si fueran personajes de la farándula mundial. Estaban de moda. Tenían ese aire de falsa grandeza. Al permanecer en la cúspide de la pirámide no se atrevían – porque no tenían ni tienen coraje- de hacer lo que hoy hacen, con el más absoluto desparpajo.
El ex Ministro de Energía Petróleo y ex - presidente de PDVSA huye hacia adelante, desgarrándose las vestiduras, tratando de conmover a pendejos. ¿Quién, con dos dedos de frente, puede pensar en salir libre de responsabilidad moral y penal cuando en derredor había un festín de comisiones dolarizadas, exuberantes depósitos "de los verdes", en cuentas cifradas en los inefables paraísos fiscales, saboteo interno? Nadie sale ileso –desde ningún punto de vista- cuando camina sobre arenas revueltas. Puede sufrir desde un resbalón inoportuno hasta una caída mortal. El que anda entre ladrones aprende a robar carteras y asaltar sin cubrirse el rostro.
Por mucho artículos de opinión que publique narrando un pasado, supuestamente rebelde, familiares incólumes, acciones contestatarias durante la represión sanguinaria de la Derecha, representada en AD y Copey, el ex embajador nativo de Pampán (Tru.), R. Ramírez, tiene las manos metidas hasta el cuello porque o fue un presidente de PDVSA que solo veía desde lejos, con un solo ojo, las trapisondas de los subalternos inmediatos y mediatos o es el campeón mundial del descaro en este casi cuarto de siglo. Lo señalan de ser el Alí Baba de PDVSA durante 10 años consecutivos porque las cifras del atraco cometido a la caja registradora más importante del país, no admite otra comparación.
Quién se sabe inocente no huye y quien tiene coraje para enfrentar acusaciones sustentadas en presuntos hechos delictuales, tampoco se esconde ni pide clemencia. Las referencias gimoteadoras sobre la relación cercana con el Comandante Chávez se parecen a las misas oficiadas por los sacerdotes pederastas venidos a Obispos y Cardenales. Están manchadas por una doble moral.
En relación a la Ex Fiscal Ortega Díaz prefiero tomar unas líneas escritas por una articulista de este portal, Zulika King, Coordinadora del Movimiento de Batalla Social Punta de Lanza ( 13 /06/ 2017 cuando dice, refiriéndose a su ex -amiga:"…no honras la verdad. Sin duda, tu conciencia te traiciona y te hace dubitar a la hora de hablar. Reconozco que me duele en demasía que una mujer de tu trayectoria e ideales revolucionarios se haya perdido en el camino" y más adelante añade "… ¿En qué momento perdiste el camino? Para usar un eufemismo. ¿Olvidaste que quien traiciona a sus ideales y principios se traiciona a sí mismo? ¿Cómo es posible que hoy te veamos haciendo causa común con aquellos herederos de la IV República, esos que asesinaron, desaparecieron, torturaron a nuestro pueblo en los famosos calabozos del oprobio y en los nefastos e innombrables teatros de operaciones? ".
La inconsistencia moral e ideológica de estos ruines comediantes, tarifados en dólares al contado, no merecen más líneas que estas, porque hay tanto por delante para seguir construyendo la patria que resulta absurdo gastar un minuto más en zamuros y camaleones . A mayor traición de unos pocos mayores debe ser la envergadura revolucionario de quienes son capaces de arriesgar la vida para alcanzar la sociedad justa, humanitaria, socialista que soñamos.
Y cada día irán saliendo otros "R. Ramírez", "Ortega Díaz", porque la historia los ha parido contra su voluntad para enseñarnos a diferenciar al charlatán de cuello rojo y blanco del compañero y compañera sincero, humilde y directo. Este país ni se hunde ni se alquila al mejor postor. Quien así lo desee o promueva, tiene por delante la justicia del paredón. Ni la Patria ni el Gobierno son un botín lleno de morocotas y barriles de petróleo al que deben meterle mano lo más rápido posible. Tenemos demasiado pasado para honrar, difícil presente para enfrentar y transformar y mucho futuro por construir.
Vivimos una crisis hiperinflacionaria pero sobre todo profundamente ética, moral, espiritual y política, aunque "el juego todavía no ha terminado" y los gringos mantengan el dedo del gatillo. Ahí siguen los quintacolumnas desfilando al lado del presidente Maduro. Ellos no escatiman oportunidad para abrir más y más heridas al proceso bolivariano, pero también a lo largo y ancho del país existen hombres y mujeres hechos de cuero seco, hierro forjado y acero puro que no se doblan ni se doblarán en este camino de liberación hacia la Patria grande, la patria sembrada en la conciencia y el corazón de un pueblo con ganas de resarcir el pasado inmediato y avanzar más allá de la bolsa de Clap y los bonos paternalistas.