Una guerra inédita inminente sacude la mente de los venezolanos, esta sobre la mesa en Venezuela, a la orden del día, del quehacer diario, no ha sido suficiente la guerra económica del dólar del imperialismo, la artillería de los precios, la escasez de bienes, la especulaciones de precios a cargo de la burguesía comercial, no ha importados para el imperio y la burguesía los hambrientos, los pobres, los desamparados, esta guerra no es una guerra de Nicolás Maduro solamente como Presidente electo del pueblo por votos, es una guerra por quienes asumimos todos el ejercicio electoral el pasado 20 de mayo, por chavistas y no chavistas, quienes no votaron por Maduro también deben reconocer que fueron votantes legítimos y ellos al reconocer la democracia, la decisión de la mayoría demuestran, que ellos también deben defender la democracia con los chavistas con mayor razón, en una guerra en defensa de la democracia contra el imperio que nos quiere imponer a Guasimodo, un rey impuesto, esa aberración política que por eso se hace una guerra de todo el pueblo, aquel que juzgue que no es su Guerra Patria, es un traidor a la misma, es una guerra por la defensa de la independencia y la soberanía, de estos ideales saldrán todo el apresto moral espiritual que requiere el país, en las ideas sagradas de Bolívar y Chávez.
No es una guerra entre capitalistas, (intercapitalistas), la guerra de Venezuela es una guerra revolucionaria al lado de Rusia, China, Cuba, y de todas las naciones del mundo que han expresado la negativa a la injerencia, la intervención, pronunciándose por el dialogo político, en contraste con quienes avivan la guerra, siembran tempestades, a diferencia del chavismo madurista que siembra la paz, defiende el socialismo y amor, no el capitalismo y la guerra, tal es el carácter de la guerra, la resistencia contra el egoísmo de la guerra económica, mejor dicho la dirección de la guerra esta clara, con Maduro como nuestro comandante en jefe de la revolución bolivariana, y los que no quieran unirse, que se vayan a los calabozos o al exilio como traidores a la Patria.
Aquí no existe termino medio en esta guerra política y militar, no es que hay un presidente y un copresidente, Maduro no lo es, es un presidente legitimo, el otro es Guasimodo, rey impostor motivo de risa y burlas, es monstruosidad del imperio, ese experimento político ensayado de crear gobiernos paralelos en el exterior, de copresidente paralelo, con tal de fracturar al pueblo, de arrebatarle la paz al pueblo, la estabilidad y la seguridad, por ellos unidos sabremos mantener y defender nuestros derechos, para defender la revolución bolivariana con el tren del gobierno, con el chavismo maduro, el madurismo firme, movilizando los corazones y el alma venezolana, bajo las banderas antiimperialistas, ideal bolivariano.
Ciertamente estamos ante la posibilidad de una guerra civil inédita, no como en Libia, Irak, Siria, aunque con acciones parecidas, pretendiendo el imperio quitarnos soberanía, usurpar al pueblo el derecho de elegir quien es su presidente, ese Guasimodo es Trump y Juan Guaidó, usurpadores descarados que no conoce ley de las Naciones Unidas, que con su dólar nos declara una guerra disfrazada, condenando al pueblo a morir de hambre toda vez que dispara los misiles del dólar contra los precios, a morir a los pacientes en los hospitales, por falta de insumos o medicamentos debido al secuestros internacional de los activos financieros, al robo del oro de Venezuela, igualmente los imperialistas opositores nada les importa la vida de los venezolanos, son capaces de todo, sacrifican su propia madre Patria y su honor.
Está claro que quienes justifican en esta guerra de rapiña imperialista, la intervención militar para resolver sus resentimientos internos, sus derrotas políticas, y sus frustraciones sociales revelan que la oposición es partidaria de la guerra contra Venezuela apoyando al imperialismo como solución al conflicto político, muestra su desespero, su angustia, no porque están solidarios con el hambre, la supresión de libertades democráticas y la degradación de la calidad de vida sino porque ven en esto una salida fácil para ahogar sus penas, su desatino, su incapacidad de luchar en la vida política nacional por medios pacíficos, por tanto se hacen mercenarios de la política. Al mismo tiempo, aquí en Venezuela hay Gobierno y hay un Estado con quien las naciones civilizadas en la OEA, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas han reconocido, precisamente ese Gobierno encarnado en Maduro, Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Presidente electo por el pueblo juramentado ante el Tribunal Supremo de Justicia debido a una Asamblea Nacional en desacato, en faltar a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, esta verdad es un hecho político, que quienes lo niegan acarrean un lastre pensante, han perdido capacidad critica, objetividad, sean hecho gratuitos fanáticos serviles del imperio, .
Quienes defendemos el madurismo en hora Patria, pese a sus defectos o errores políticos que haya tenido como humano, reconocemos al Líder chavista que humanamente se han enfrentado con la diplomacia de Paz al imperio, que ha salido airoso, quien en su juramento constitucional defiende la soberanía, la independencia del pueblo, los Legados de Guaicaipuro y Bolívar, quienes defendemos al pueblo de esa lacra hiperinflacionaria generada por la guerra económica de los comerciantes, de los parasitarios especuladores del dinero, del dólar, de los rentistas vampiros que le sacan la sangre al pueblo en el mercado con su política de precios, son los cuervos capitalistas quienes empobrecen al pueblo y los hunde en la miseria con sus cañones de precios y la artillería de la inflación dolarizada.
La revolución bolivariana es el mas bello experimento social y político en condiciones pacificas, a diferencia de las revoluciones socialistas del siglo XXI, por el contrario el capitalismo petrolero que se inicio desde el comienzo del siglo XX con Juan Vicente Gómez fue una historia de concesiones y entreguismo, de abandono de los recursos patrio, una historia de saqueo y robo hasta la aberrante democracia burguesa liberal representativa, que del mismo modo profundizo la dependencia, fue un siglo de oprobio, de parasitismo rentista, plegado a la dependencia económica, social, política y cultura, el país se hizo todo un país transculturizado, sometido por la desmedida ambición capitalista, esto es lo que buscan de nuevo los opositores imperiales y sus amos, asi que con el socialismo está devuelta la soberanía en el pueblo, la capacidad del pueblo de empoderarse del poder, en decidir su propio rumbo, su destino al socialismo bolivariano, independiente y libre en el siglo XXI, Socialismo o Barbarie, leales siempre con los valores de la Patria, nunca con la traición al pueblo soberano, unidos con Nicolás Maduro, Lider comandante de la revolución bolivariana.