¡Ramírez, no te hagas el loco! Asómate y ponte a luchar por Venezuela, por los chavistas no, no se lo merecen por malagradecidos, entonces, dónde está Ramírez, que no hay un alma en este país que no piense en Ramírez que, Miraflores esta ahí mismo y Pdvsa, un poquito más abajo, y Ramírez que no aparece. ¿Y qué le pasa a Ramírez, si el poder es de él y solamente de él? Y lo peor: el pueblo sufriendo ahora por su causa y, vaya usted a verlo en la ONU tras de Bachelet -como sino supiera que ella es chilena- con una lista de presos que, no es el infarto en puerta que pueda traumatizar a este país que, son los yanquis quienes lo quieren para Guaidó y seguidores y, en vez de dar la cara que, habiendo luchado con la espada de la inconformidad como lo viene haciendo a brazo partido por lo suyo, por lo que se ganó en buena lid, a fuerza de trabajo y más trabajo con valentía y honorabilidad más de la aconsejada, ahora como que le da miedo enseñar su lampiña cara después, que cazó al tigre de su esperanza sin gastar pólvora en zamuros y, como un malcriado de la oligarquía destemplada se aleja y se nos pierde por temor al cuero de lo incierto y, en vez de darnos calor gubernamental a todo vapor patrio de su virginidad de pensador a tiempo completo cuando, el pueblo más lo reclama él se oculta como un sembrado grano de maíz bajo tierra que, no quiere brotar por más que lo rieguen a diario.
Esas cosas impositivas suceden solamente en nuestro país que, hemos perdido aceleradamente todo nuestro poder de machos sin afrenta que desde que Trump llegó a Presidente, los pocos que quedamos de pies después, que la mayoría se fue a ser felices en otras tierras y a vivir como reyes nos quedamos como huérfanos de orientación, y vivimos con una apatía desconsoladora que la gente lo que quiere son dólares y unos rezan y otros lloran a ver si del cielo llueven, no importa que vengan mojados de odio que, de cualquier forma valen y más en esta pereza del valor de nuestra moneda que nadie en el mundo la quiere, a no ser por los colombianos que tienen un don fluctuoso que no es ningún falso positivo que, a nuestro papel moneda los transforman en dólares con una habilidad que Trump los envidia e Iván Duque se alaba de esa hazaña de transformar papel sin valor en papel idéntico al de atracción gringa como si fueran mágicos.
Ramírez nos quiere hacer como Cabeza de Hacha: ya me voy de esta tierra y adiós, y se fue, y nosotros tras de él que se venga y, él que no, no. Y lo que más nos afrenta y nos lastima es que, en estas horas de aciago y amargura compartida con lágrimas y desvelos no nos quiere gobernar, ¿será que él piensa y desea que hagamos como se hizo con Chávez que lo manden a buscar el helicóptero de donde está a Miraflores con el Cristo del obispo Moronta? Tampoco es para tanto, sabemos que él superó a Chávez y, a Maduro más rápido, pero tiene que demostrarnos que es mejor que cilantro con guáramo de mandamás que, poco a poco, cada cosa en su lugar y sobre eso él sabe mucho, por lo que debe bajarse de esa nube perfumada de su egoísmo de hacernos padecer más de lo que lo estamos sin luz, sin agua, sin transporte y sin consuelo de unos bonos del milagroso carné de la patria que pasan de largo y caen en manos de los pobres de la oposición, quienes con doble placer más los disfrutan.
¿Y Ramírez, es qué acaso en el exterior se vive mejor que en Venezuela -me refiero, por su puesto- a los que no trabajan para el Estado cobrando en dólares que dólares es lo que Ramírez más tiene, o no? Y entonces, cuál su desprecio hacia nosotros desconsolados de cariño como andamos: marchando para comer y rogando que no se vaya la luz, no la luz de los sentidos ni de la razón y perdamos a Ramírez para siempre y, le dé la rabia por seguir escribiéndonos y mandándonos saludos en misivas perfumadas de agonía y de suspiros de consuelo para nuestro desconsuelo, sabiendo como vivimos de mal en peor, pero no como Guaidó que nos tiene de susto en susto que, salimos de uno para entrar en otro y, él gozándose el gobierno de Maduro, claro, sí para Guaidó, la "operación libertad" está en su fase final sin imaginar siquiera que él depende de Ramírez, si en verdad se decide venir a enfrentarlo de tú a tú, aquel apoyado por los gringos y él por la voluntad popular, incluyendo los militares.
Mientras, Venezuela vive de apagón en apagón, sin saber si será Guaidó o, Ramírez el que nos dé nueva vida luminosa y nos ponga a valer frente a los yanquis que, para seguir guindando mejor es caer, pero tiene que ser por Ramírez que con Ramírez conseguiremos el camino que nos lo traiga de Roma y después diremos con gozo patrio, arrivederci ..., que: "Estar con los locos o con los cuerdos, lo mismo da."
Y Podamos gritarle a Guaidó con ganas y, con razón o sin razón, que le zumbe en sus oídos en italiano: "Vai con la tua musica altrove".