Aquí está el Cardenalito

Satán en sotanas

Urosa Ladino, embutido en un traje de púrpura bajito, casi lila, enjuga sus lágrimas de cocodrilo en un pañuelo bordado con muchas cruces, vaya usted a saber si por el último grito de una moda pía o por los pecados cometidos. Entre hipidos y sollozos, pasa las cuentas del rosario y dice: ¿Troglodita yo? ¿Es que acaso no se me nota la finura y la estampa de la cual ya hablaban los alabanciosos en Valencia? Solo un dictador sería capaz de etiquetarme así. Una lágrima oscura, como una perla negra, rueda por su mejilla. El hace bien su papel.

Desde uno de los sitios más anti cristianos del planeta, El Vaticano, lanza su misiva como herido por una saeta del rrreegímen. Luego de varios pucheros continúa con sus reproches y justificaciones. Para “morigerar” la cosa, ahora no dice comunismo, dice socialismo marxista para que la ambigüedad, esa babaza resbaladiza sobre la cual se desliza con destreza, cubra sus anatemas y acentúe su cariz de mosquita muerta. José Sant Roz tendría que sacar una nueva versión de su libro “Más Putas que nunca” para describir el vodevil de pandemonio que de manera especial los medios, los empresarios y la cúpula eclesiástica, llevan ahora en conjunto. Burdelandia sería un título apropiado a tales efectos.

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Lo que está ocurriendo en este momento en nuestro país es como para tomar previsiones. Hemos visto el video de una pequeña parte de las confesiones de Francisco Chávez Abarca y la verdad es tenebroso lo que esta oposición desquiciada pretende llevar a cabo para desestabilizar. Así será lo que sabe este criminal de siete suelas, que en el reportaje de Telesur, la periodista refiere que una vez capturado, el hombre expresó que lo mejor que le pudiera pasar es que le metan un tiro. La información recabada en los interrogatorios debe tener de cabeza no solo a quienes lo esperaban, también a quienes lo enviaron.

La cofradía de obispos entre otras distinciones, tiene el estigma de la cobardía. Son incapaces por si solos de lanzar este tipo de ataques contra la revolución sin un fuerte respaldo que los resguarde de riesgos innecesarios. Son del tipo de infames que articula su saña desde las sombras. Arrojan sus alientos pestilentes a plena luz cuando huelen oportunidades singulares. Las serpientes se desenroscan y los diablos se alborotan. La captura del terrorista internacional ha provocado corto circuitos, mudez y hasta rigor mortis en la caterva opositora. Quienes estaban en el Mesón del Chivo se devolvieron desnucados.

En Abril de 2.002 estos mismos íncubos celebraron a sotana batida el golpe y sus sonrisitas sardónicas deambulando por el Palacio de Miraflores aun las tenemos clavadas entre ceja y ceja como una afrenta por cobrar. Este infeliz cardenal, quien representa intereses de mercaderes, pretende mostrarse como un santo mancillado. Es bueno recordar que la dignidad de la que se vanagloria es tan falsa como su vocación cristiana y no tuvo la más mínima vergüenza para jurar ante el Líder Comandante que no se involucraría de nuevo en conspiraciones ante la contundencia de las pruebas en su contra, cuando el enviado papal intercedió para su nombramiento.

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El Cardenalito hace un mohín de contrariedad ante el espejo por la inaceptable caída de su muceta. Nada le cuadra y está que no se halla. Jacinto Berlocco lo llama y le dice: Recuerde que Nixon es licenciado en Ciencias Políticas y creo que sería bueno que él lo asesore con el comunicado, se lo pongo en video conferencia. Al verlo, el Cardenalito le dice emocionado: ¡Dios te bendiga, muchacho! ¡Aah, pero si también están ustedes! No nos reuníamos desde lo de las bases rusas ¿Se acuerdan?

pladel@cantv.net


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Plácido R. Delgado


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