Este es el momento oportuno para aplicar las 3R, pero tendremos que ser irreverentes, porque de lo contrario pasará lo que pasó con la Reforma Constitucional (02/12/07) que no se hizo nada. En esta ocasión de nuevo nuestro comandante llama a redoblar los esfuerzos y aplicar las 3R pero al cuadrado. Es decir imprimirle mayor profundidad a la evaluación con sentido crítico y autocrítico hacia lo interno, para transformar la realidad.
Veamos, independientemente de la valoración cuantitativa o cualitativa de los resultados del 26S, que se hiciera públicamente tanto por los voceros del Partido y del propio Presidente, existe una realidad objetiva nacional, regional y local, que debemos interpretar, evaluar y debatir con la mayor objetividad posible.
Son diversas las opiniones a través de artículos, entrevistas y posiciones individuales que con acierto o no, nos indican que el piso político de la sociedad venezolana se estremeció con los resultados del 26S. Lo que implica encauzar orgánicamente ese torrente de ideas, opiniones y propuestas que en muchos casos han estado represados porque no encuentran el espacio propicio para participar o contribuir y sentirse parte de este proceso.
Por ejemplo, algunos interpretan los resultados o que no logramos la meta establecida a: la mala gestión de Ministros, Gobernadores, Alcaldes y directores o al exagerado poder en manos de la burocracia estatal y partidista. A los comandos de campaña, al diseño y conducción de la campaña, a los propios candidatos importados de otros estados o impuestos por la dirección nacional, al voto castigo, a la mala racha que este año tuvo el gobierno del presidente con una larga sequía, recepción financiera, racionamiento eléctrico, la inflación, la especulación, la campaña mediática contra la inseguridad y los contenedores de comida podrida, a los efectos de las lluvias, al dilema entre la propiedad privada y propiedad social, a las expropiaciones, a la inconciencia o falta de compromiso del pueblo con la revolución o por todo lo antes mencionado y mas.
De tal forma, que es impostergable y estratégico para el futuro de la Revolución Bolivariana y la contienda electoral del 2012, que el PSUV conduzca y oriente un gran debate nacional con el pueblo y con todas las fuerzas democráticas y progresistas del país, para reorientar y reconducir el proceso.
Y como dice nuestro comandante presidente, “Ni habrá pacto con la burguesía ni habrá desenfreno revolucionario. Seguiremos avanzando y construyendo el socialismo, al ritmo y a la velocidad que impongan las circunstancias, entendidas estas como la síntesis entre las condiciones objetivas y subjetivas”
Asimismo debemos retomar la humildad, la modestia y la autocrítica como practica del quehacer político, sin bajar la guardia ante los enemigos del pueblo, los verdaderos enemigos de clase. Que no nos invada la intolerancia ante la sostenida y fustigante campaña de la contrarrevolución. Debemos desarrollar y fortalecer la democracia participativa y protagónica, combatir sin cuartel la vieja cultura política neoliberal-burguesa, excluyente y sectaria, tanto en el seno del partido como en el poder popular.
Apliquemos la “inclusión política”, impulsemos y desarrollemos la política de: “Amplia conjunción de fuerzas democráticas y progresistas”, reencontrémonos con el pueblo y sus organizaciones, pero con otros métodos, sin prepotencia o arrogancia, sin el clientelismo o chantaje político, vamos a devolverle el histórico poder y protagonismo del pueblo, enfrentemos la acumulación de poder en la burocracia estatal y partidista, construyamos el Poder y el Estado Comunal.
El escenario político por excelencia no debe ser la Asamblea Nacional, impongamos un nuevo escenario político, el poder legislativo y constituyente debe pasar a manos del pueblo, impulsemos “EL PARLAMENTO POPULAR”.
Dip. Pedro Infante
Bloq. Parlamentario de la Reg. Capital
pedro_infante2002@yahoo.es
Caracas, 04/10/10