Corrupción, burocracia, conciencia revolucionaria

En el programa “José Vicente hoy” del domingo próximo pasado, José Vicente Rangel entrevistó al intelectual y escritor, Federico Vega, sobre su más reciente novela “Sumario” tratando el asesinato y como lo referiría José Vicente como el “primer magnicidio” de la Historia de Venezuela en la persona de Carlos Román Delgado Chalbaud. Referimos este dato histórico por la necesaria necesidad de rescatar la conciencia histórica de Venezuela, es decir, es necesario entrar en conocimiento sobre como “hechos históricos” de nuestra Historia Patria no son tratados y/o no se llegan a la necesaria respuesta final del porqué del suceso histórico, generalmente, político. Al tratarse de una novela historiada y específicamente sobre el personaje histórico siempre quedarán preguntas por responder como, por ejemplo: ¿Por qué, realmente, Delgado Chalbaud fue elegido para acompañar la conspiración del golpe de estado contra Rómulo Gallegos? ¿Por qué fue necesario su asesinato, repetimos, necesario su desaparición obligada del futuro desarrollo político? Los asesinos de dirigentes políticos son un medio y no la raison d´Etat que siempre se oculta detrás de “cortinas de satén”. ¿Por qué era necesario el golpe de estado contra Rómulo Gallegos? Algunas inquietudes. Pero esas inquietudes, independientemente de la novela “Sumario”, como historiadores, deberíamos tratar de responderlas y en ese orden, habiendo revisado años ha la documentación depositada en el Archivo Central de la Cancillería venezolana sobre el Gobierno de don Rómulo Gallegos un dato nos llamó la atención sobremanera que fue el recibimiento, muy especial, que se le dio a la visita oficial que realizara don Rómulo Gallegos a los Estados Unidos de América en aquel verano y cortos meses antes del fatídico golpe de estado de finales de noviembre de 1948. Exponemos lo anterior porque en el actual proceso revolucionario es imperativo comenzar rescatando la conciencia histórica bolivariana-nacionalista como sustento fundamental para la conciencia revolucionaria-ideológico-socialista que nos permita no solo conocer nuestro país-idiosincrasia-subconsciente colectivo sino elevar nuestras capacidades y responsabilidades tanto a lo interno-social como a lo obligante-continental-histórico.

Pero ¿a qué viene toda esta argumentación? Quizás una de las fundamentales debilidades actuales de la Revolución Bolivariana nacional es la “solidez de su conciencia”. ¿Por qué de esa debilidad? ¿Estamos estudiando comenzando por el “techo” en vez de comenzar por los “cimientos”? ¿Entendemos a Giorgio Agamben, Toni Negri, Walter Benjamin, Isaac Berlin, Karl Popper sin conocer a los “blanquistas”, Karl Marx, Engels, Bujarin, Eduard Berstein, Grigori Zinoviev, por solo mencionar algunos clásicos? ¿Conocemos los debates que se desarrollaron entre Lenin y M.N, Roy y las contradicciones entre Stalin y Trotski? ¿Qué significa, objetivamente, el movimiento anarquista y su influencia en América Latina? Las abstracciones que saquemos del conocimiento de aquellas realidades y de nuestras realidades serán los paradigmas que nos permitirán evolucionar en perfectibilidad en el proceso revolucionario de la Revolución Bolivariana nacional y compenetrarnos con las realidades internacionales continentales y allende los mares en función de factores objetivos de nuestra economía nacional. Querámoslos y/o lo rechacemos nuestra Patria está inmersa en responsabilidades nacionales e internacionales que se han manifestado históricamente y se siguen manifestando a mayor profundidad desde el triunfo de Hugo Rafael Chávez Frías a la Presidencia y los destinos revolucionarios actuales. Regresemos a don Rómulo Gallegos y su visita a los Estados Unidos de América. Don Rómulo Gallegos fue recibido como un mandatario progresista por aquella intelectualidad jolibusense; su caravana desfilo por la afamada 5ta Avenida de Nueva York cuando aún no se habían dado los primeros pinitos de la “Guerra Fría”; y Washington lo invitó a visitar una base naval para que disfrutara de la visión de barcos de guerra norteamericanos quizás con la esperanza de retrotraerle a aquel bloqueo a La Guaira. Algo ha debido manifestarles don Rómulo “el Bueno” a los yanquis cuando apenas muy pocos meses después le dieron un golpe de estado y aquel gobierno que “sucedió” al gobierno de don Rómulo Gallegos, casi inmediatamente, se suscribió a las tesis de la “Guerra Fría”, es decir, “combatir al comunismo internacional”. Fácil demostración en documentos depositados en el referido Archivo. Pero regresemos a la Tierra, es decir, a la actualidad.

El sábado próximo pasado (13, noviembre, 2010) los matutinos “Correo del Orinoco” y “El Nacional” publicaron informaciones de interés revolucionaria. El primero de ellos en su página Nacionales-7 reseñó la noticia “Productores de Apure y Barinas dicen que Sogarse les impide recibir créditos de banca privada”; mientras que el segundo de los referidos en su página 6.Economía y Negocios expuso que “Trabajadores del INTI exigen aumento salarial de 60%”. Comencemos por la segunda noticia, es decir, la de “El Nacional”: “…los empleados del organismo [INTI] afirman que han trabajado para frenar el latifundio, rescatar 2 millones de hectáreas y regularizar la tenencia de más de 4,5 millones de hectáreas que se han entregado a los campesinos y, sin embargo, no les reconocen sus derechos laborales y reivindicaciones…” (Idem, p. 6) Continúa el texto que “…están en la disposición de continuar participando en la revolución bolivariana, pero exigen que se mejoren las condiciones laborales económicas y laborales…” (Ibidem) profundizan sus peticiones cuando solicitan, formalmente, que “…aumento del 10% el aporte del patrono a la caja de ahorro, igualar el bono vacacional….” (Idem) en fin toda una solicitud muy adeca, es decir, sin negar el fondo de las peticiones “al patrono” (sic) en El Nacional se expresa una falta de conciencia revolucionaria profunda y muy seria inclusive muy grave para el propio desarrollo de la Revolución Bolivariana. Analicemos lo expuesto en este primer texto.

Según lo impreso por El Nacional, los trabajadores del INTI en número de 767 empleados firmantes en comunicación dirigida al líder de la Revolución Bolivariana, al Vicepresidente Ejecutivo y al Ministro correspondiente, ellos, los empleados, repetimos, “empleados”, realizan su trabajo por motivos estrictamente de carácter administrativo-laboral y no por conciencia revolucionaria; además, como según expresan, “…están en la disposición de continuar participando en la revolución bolivariana…”. Grave y delicado. Sí los empleados del INTI realizan labores apegados estrictamente a las órdenes administrativas-laborales sin profundizar en el carácter fundamental de la “decisión política revolucionaria-humanista y socialista” que significa “combatir el latifundio” y la “Revolución Agraria Bolivariana” algo y alguien están “despistaooos”. Sí la gerencia del INTI no se ha percatado en su obligación de sostener conversaciones sobre necesidades laborales con los “empleados” de ese organismo, algo está fallando. Sí la Secretaría Agraria del PSUV (si es que está fundada) no está en conocimiento objetivo de realidades que se circunscriben al tema del “agro revolucionario”, algo no anda marchando muy bien. Pero continuemos. La referencia que según escribe El Nacional sobre el “voluntarismo revolucionario” (sic) de los empleados del INTI de continuar “participando en” la revolución bolivariana demuestra una profunda falta de conciencia revolucionaria-teórico-práctica. Esa concesión demostrada en el escrito podría implicar aquella política tan cercana a la socialdemocracia. Por otro lado, la referencia que se expone en el escrito de El Nacional sobre “…aumento del 10% el aporte del patrono a la caja de ahorro…” significa la profunda alienación del sector “empleados” del INTI porque el “patrono” como ellos mismos se califican significaría una deficiencia en la organización revolucionaria laboral a lo interno del INTI ¿quién ha fallado? ¿Significa, en el fondo-inconsciente del empleado, una manifestación de “lucha de clases” con el sector revolucionario campesino?

El texto publicado en el “Correo del Orinoco” es la típica expresión de “lucha de clases” a nivel del agro. Por un lado, según se explica, el Banco Provincial “…ya aprobó la plata…” pero la compañía Sogarsa “sociedad anónima” dependiente de Sudeban le ha exigido a productores de cachama y pollo de los estados referidos documentación no contemplada en los exigidos requerimientos para el aval correspondientes como fiador ante el banco en referencia denunciando que “…varios miembros de la actual directiva de Sogarsa tienen cargos en empresas de alimentos transnacionales, por lo que habría un conflicto de intereses…” si ese es el caso ¿cuál es la razón de ser de la presencia de la Guardia Nacional Bolivariana resguardando las instalaciones de Sogarsa y manifestando que solo “…podían entrar las y los empleados? Nos preguntamos ¿Es la Guardia Nacional Bolivariana “guachimán” y/o “porteros” de Sogarsa? Pero ¿Qué es Sogarse? ¿Por qué y quién le otorgó tales funciones tan importantes y estratégicas hacia un sector fundamental de la economía socialista como son los pequeños y medianos productores del agro? Pero, en última instancia, lo importante es la manifestación de radicalización de los “empleados” de Sogarsa que se están manifestando ante sectores fundamentales del agro provincial adscritos a los proyectos de “defensa y seguridad” alimentaria nacionales que se ha propuesto la Revolución Bolivariana nacionalista y socialista. ¿Será que se está desarrollando la “lucha de clases” con conciencia sólida burguesa en el sector contrarrevolucionario anti-nacionalista mientras que nos debatimos en los “parabienes de la burocracia” neo-revolucionaria?

En estos días pasados le comentaba a una persona, sólidamente revolucionaria, sobre la Revolución Cultural china y desde dónde se habían desarrollado las ideas primarias que sustentaron tal Revolución. Mao Zedong, un líder fundamentalmente pro-campesino en la teoría y en la práctica, percibió las debilidades que infundía la burocracia china en el proceso de cambios profundos posteriores al “Salto Adelante” y a las “Cien Escuelas”. Era evidente que el “clasismo histórico” era un factor sociológico e ideológico que se alimentaba en la propia Historia de China; percibió que la verticalidad “confuciana” era un factor sociológico y político que castraba las propias iniciativas del campesinado limitando las políticas de la organización social-revolucionaria a nivel del campo. Quizás fueron radicales las consecuencias posteriores y los errores en las desviaciones por falta de una horizontalidad en la formación previa de la conciencia revolucionaria lo que conllevo a verdaderos y graves excesos que fueron, fundamentalmente, las razones-base de decisiones políticas posteriores que un sector político y militar del PCCh asumió a partir de diciembre de 1978. En ese orden de ideas, los cuadros del PSUV, a nuestro entender, deberían profundizar sus actuales contactos con el sector campesino por varias razones. La organización social revolucionaria del sector campesino es fundamental tanto para la producción de alimentos como para la defensa de la Patria. Quizás uno de los factores que influyó en importancia en las guerrillas no urbanas en los años 60 fue el control que alcanzaron aquellos gobiernos de la 4ta República en el medio campesino venezolano a pesar del fracaso de aquella Revolución Agraria “chucuta” e interesada.

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Miguel Ángel del Pozo


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