Viendo y oyendo leer en teleprompter a Guillermo Zuloaga, su monólogo, al que podríamos llamar “Sr. Presidente”, generado desde el imperio y transmitido por el canal Globovisión, observamos el rostro de un hombre atormentado que con voz entrecortada pareciera estar al borde de un colapso. Esta circunstancia parece develar la angustia de quien en contra de su voluntad es compelido a concretar un acto que no es de su agrado; pero que de no hacerlo corre el peligro de que algunas amenazas se materialicen en su contra, poniendo en peligro la protección que le ofrece el imperio mientras sea un elemento dócil a las pretensiones estadounidenses de desestabilizar al gobierno revolucionario de la República Bolivariana de Venezuela presidido por el Comandante-Presidente Hugo Rafael Chávez Frías.
Esta intervención del prófugo Guillermo Zuloaga es una respuesta a las declaraciones que diera el Comandante-Presidente en su discurso al final de la marcha estudiantil celebrada en Caracas el pasado 21 del presente mes, donde por primera vez en la historia de Venezuela un presidente de la República acompaña a los estudiantes durante el evento y donde enfatizó la necesidad de aplicar medidas a Globovisión en su escalada de ataques y procedimientos desestabilizadores a través de sus transmisiones diarias y calificó a Zuloaga como traidor a la Patria. Pero para comprender mejor lo sucedido, el miércoles 17 del presente mes se efectuó en Washington una reunión entre un grupo constituido por congresistas de la nueva cámara de Representantes en su mayoría del partido republicano, con una caterva de figuras destacadas de la oposición de Bolivia, Ecuador, Nicaragua y Venezuela. Entre estos últimos fue notable la presencia de individualidades como: el ex-presidente Lucio Gutiérrez de Ecuador, protagonista del reciente fallido golpe de Estado; el presidente de Globovisión Guillermo Zuloaga, quien es solicitado por la justicia venezolana por varios delitos como usura, y vilipendio contra el Comandante-Presidente; Luis Nuñez y Javier El-Hage, miembros de los grupos separatistas de la provincia de Santa Cruz. Mientras que por los E.E.U.U. estuvieron presentes Otto Reich, otrora Embajador de E.E.U.U., en Venezuela y quien participó en la liberación de las cárceles venezolanas del terrorista cubano Orlando Bosch, además de haber sido Secretario de Estado para América Latina en el año (2.002) del golpe de Estado contra Venezuela; José Cárdenas antiguo director de la USAID para América Latina; John Walters zar antidrogas de E.E.U.U. y Joel Hirst del Consejo de Relaciones Exteriores.
Entre las declaraciones dadas, en esta reunión patrocinada por el Congreso estadounidense se evidencia una escalada de ataques contra la ALBA, al hacerlo contra sus miembros: Bolivia, Cuba, Ecuador, Nicaragua y Venezuela y los temas tratados fueron: “¿Están bajo peligro la democracia y los derechos humanos por el desarrollo del “Socialismo del Siglo XXI en Venezuela, Ecuador y Bolivia?; ¿La ALBA de Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua constituye una amenaza a los intereses estadounidenses y la seguridad interamericana? y ¿La política de Estados Unidos hacia la región está equipada para responder a la erosión de la democracia y la influencia peligrosa de actores hostiles como Irán, grupos terroristas y narcotraficantes?
En los hechos referidos de la reunión de Washington se evidencia una vez más el papel que juegan un grupo de ciudadanos venezolanos y de otras nacionalidades, quienes al colocar sus intereses económicos por encima de cualquier sentimiento humano de solidaridad, están dispuestos a las más viles traiciones contra sus connacionales, llegando al extremo de solicitar la intervención extranjera para convertirse así en traidores a sus respectivas patrias.