Tweet de un opositor anónimo.
El clima ya no es amable con el rancho. En las estaciones invernales no es viable esa construcción precaria y de emergencia. Favelas, chabolas, cantegriles, callampas, villas miserias fueron siempre moradas damnificadas. A lo sumo eran sufribles en el trópico. Ya no.
Si 1) en esta temporada ha llovido cuatro veces más que en 1999; si 2) en inviernos posteriores a 1999 las lluvias fueron cada vez más catastróficas; y si 3) en 2009 tuvimos una larga sequía, pues hay que admitir que el clima cambió. Hemos hecho bien muchas cosas porque ya no padecemos la mortalidad incalculable de 1999. La acción del gobierno ha sido formidable. Es algo que no discuto y menos con quienes no hacen nada.
Es que la respuesta adecuada solo es posible en revolución. En la IV República las autoridades ordenaban medidas desde sus escritorios, como plan de machete y cosas peores. Ya no nos conducimos así, enlatando y horneando cuerpos humanos en contenedores durante décadas. O diciendo que la propiedad privada es más importante que la gente. Tenemos que inventarnos soluciones permanentes y compatibles con nuestra dignidad.
Se puede hablar largo de la dignidad y cada quien tendrá la suya, pero en todo caso convendremos en que vivir cabe aguas servidas no es digno para ningún ser humano, aunque es vida cotidiana de miles de millones.
Esta tragedia nos obliga a redefinir la dignidad. ¿Es digno quedarse en calles inundadas habiendo hoteles vacíos y edificios abandonados? Hay quien critica la ocupación de hoteles y museos en nombre de la propiedad privada y de la cultura ilustrada; obviamente esa objeción la hace gente que no está durmiendo de pie en calles inundadas. ¿Quieren que en la desesperación la multitud invada los hoteles a la mala? ¿Es digna la mezquindad? ¡Qué indignidad la de la gente que prefiere las cosas a la gente! Que no sabe que el humano debiera poner lo humano sobre cualquier cosa. Se llama reificación, es decir, ser esclavo de las cosas, ser cosa. El humanista Sartre dijo que una vida humana vale más que la Catedral de Chartres, esa joya del arte gótico.
Es un deslave de la ética. Personas que no hacen nada se dedican a maldecir a quienes andan en el barro, abreviando sus horas de sueño, buscando soluciones urgentes, mientras se ponderan las permanentes.
Porque la solución es varia. Cabe otra Caracas en Caracas, demasiado terreno baldío, demasiada chivera, demasiado galpón obsceno macizo de cerveza. Pero para insertar otra Caracas en Caracas se debe redefinir la vialidad porque la ciudad actual no puede ya circular, tupida por unos cuantos cuellos de botella; será necesario repotenciar el Metro y aumentar la dotación de otros servicios, agua, luz, teléfonos, salud. Si no sabemos recoger la basura de una sola Caracas ¿cómo colectaremos la de dos? Oportunidades para empresarios no parasitarios. Y redireccionar a la población, pésimamente distribuida en el territorio nacional. Varias personas visionarias han sugerido alternativas. Ahora es urgente escucharlas.
roberto.hernandez.montoya@gmail.com