Biblia Santa necesita una fe de erratas

No se puede corregir el pasado pero sí su relato. No obstante, El Vaticano, que vive en un mundo que no existe, se niega a enmendar su Biblia, hecho que podría reivindicarlo en algo respecto a la corrupción y la decadencia del sacerdocio contrarreformista, en vez de perder el tiempo en una finalidad sin fin: derrocar a Chávez.

La justificación de los hechos es lo que debe determinar una teoría, el incesante ir y venir entre los hechos y las ideas nos permiten recrear la realidad, apropiadamente, siempre que se asuma la actividad como un acto de relacionar partes susceptibles de complementarse.

En el contexto de estas reflexiones me permito pensar que es una necesidad tener a mano una fe de erratas para tratar de entender la Santa Biblia y, por ese camino, descubrir el juego a los curas escuálidos pero, no.

Leer la Biblia lo que hace es esgaritarme (quise decir, desgaritar).

La verdad de los altares está contaminada. Prelados malacalaña de la Conferencia  Episcopal Venezolana-CEV-son la triste y lamentable evidencia.

¡Mmmmm…..a ver! La citada CEV cumple al revés los Mandamientos 2-5-7-8- y 10. El 1 lo (in)cumple a medias, el 3 lo aprovecha para beber buen vino y, al 4 no le para.

En cuanto al 6 y al 9 es inescrutable lo que hace en la purpurada burbuja.

¿Por qué a Pedro lo crucificaron con la cabeza pa`bajo? ¿Por qué Teresa de Calcuta se hizo atea? ¿Qué dimensiones matemáticas tuvo el Arca de Noé, cupo tanto animal en esa bicha? ¿Por qué el Concilio Cadavérico es la más contundente evidencia de que esa gente es turulata? ¿Por qué tratar de tumbar a Chávez? ¿Jesús, el rebelde de Palestina, nació en Belén o en Nazaret?

Los idiomas se transforman, por lo que demandan nuevas traducciones. Mucho de lo que pudo ser escrito en arameo y en hebreo, pudo derivar en interpretaciones disímiles y ¿que no decir del griego y etc.? A todo ello podemos que añadir que hay biblias diferentes, cada religión inventó la suya a medida, de eso se trata. Los Evangelios de Marcos, Mateo, Lucas y Juan parecen ser el gran referente, además del planteamiento del tal Santiago. En cualesquiera casos, hay mucha tela para cortar, algunas cuestiones de la biblia pudiesen no ser embustes, por ejemplo, que cuando Jesús entró a Jerusalén, le entró a patadas a las mesas de los cambiadores de dinero en el templo, y les dijo de todo menos, bonitos.

Es que para entonces los bancos ya  funcionaban en las iglesias, no es de extrañar, en consecuencia, que la CEV sea tan pesetera y zángana.  La conducta de Jesús no los conmueve para nada. ¿Por qué?

Corregir modelos de pensamientos sustentados sobre criterios erróneos y llevados a la práctica durante mil años-tal El Vaticano-no es cualquier bagatela. Tanto es así  que, quinientos años más, no han bastado para enmendar la saga.

Todavía el modelo de pensar y de actuar del Vaticano- forjado durante la Edad Media- persiste.

No bastó  la Edad Media para que la Iglesia Vaticana enmendase su locura criminal, han pasado cinco siglos y, para muestra he ahí a la CEV, conspirando contra el Estado que le da una impecable protección. Mas, la tal CEV encubre la perfidia y el crimen sexual, en la propia sede de su embajada en Caracas, sin que les de pena ante la sociedad; muy por lo contrario, anda con su cara bien pelá y esgrimiendo lecciones de moral.

Y, es que ese alto clero vive en un mundo anacrónico: La Edad Media en la que prevaleció el catolicismo.

Ahora, apenas dejando atrás el Siglo XX, tiempo de grandes transformaciones científicas y de un acelerado desarrollo tecnológico, sin embargo, ese alto clero, con su Papa Benedicto XVI al frente, no es más que un tren descarrilado en retroceso.

A cada rato el mundo da vueltas y, al final de cada vuelta, todo está  por ser, pero el alto clero parece no percatarse. A cada rato todo lo nuevo se convierte en antiguo y es reemplazado. El avance de los conocimientos científicos y de los desarrollos tecnológicos hacen caducar, a su paso, todo lo que instantes antes había sido una novedad y, sin embargo, los altos prelados pretenden seguir viviendo a costillas de los fanáticos oprimidos dentro de su iglesia caduca.

Apoyarse en el conocimiento de la realidad es esencial porque permite avanzar pero, apoyarse solo en la fe y la maldad, es otra cosa. Antes que la fe religiosa, los pueblos avanzan por la naturaleza de sus conocimientos, el conocimiento es lo que te permite vencer la ignorancia, un poco de fe no te hará mal, siempre que tú la dejes de muy bajo perfil frente al conocimiento.

Es bueno conocer algo de la saga del alto clero para saber a que atenerse.

Se me ocurre relatar algo que sucedió en mi ya remota juventud pero que recuerdo con suficiente claridad.

Era una media mañana y un niño de 14 años se acababa de ahogar. Había que buscarlo, por lo que algunos pescadores salimos a rastrear la zona hasta encontrarlo y sacarlo de las aguas. Algunos buscamos a pulmón limpio y otros, mediante el chinchorro hasta que lo encontramos. Fue un episodio desgarrador aquello.

Se trató  de un camionero que venía de muy lejos y, como era época de vacación escolar, se hizo acompañar por su hijo niño; entonces ellos  hicieron un alto en el camino para darse un chapuzón y, sucedió la tragedia.

Llevamos al niño a la capillita mientras improvisábamos un cajón porque el carpintero no estaba y, fue entonces cuando el cura, que era un buen cura, hizo una referencia importante que, al momento yo no le di importancia o quizá no la entendí. Dijo el cura que había habido un Papa cuyos restos habían sido rescatados de las aguas con las redes de un pescador.

Mucho tiempo después llegó a mis manos-por mera casualidad- un folletico o tal vez un desvencijado librito, eso no lo recuerdo con precisión, donde pude leer la referencia y se trató del Papa Formoso.

Del relato respecto al Papa Formoso no recuerdo bien si éste era partidario de enmendar la iglesia pero, él enfrentaba las injusticias y ponía en evidencia a los cardenales sinvergüenzas. Entendí que no era un Papa escuálido, por lo que, poco tiempo después de su muerte, sus restos fueron exhumados por el Papa sucesor, un tal Esteban, para someter dichos restos, a juicio.

El Papa Esteban-que era obviamente escuálido- manda a vestir el cadáver de Formoso con la usanza de las ropas papales, y lo sienta en el trono, “para ser enjuiciado” y, puesto que se le consideró “culpable”, se anularon todos los actos de su papado, luego desnudaron la osamenta y le cortaron los tres dedos de la mano, dedos con los cuales él difunto Papa impartía bendiciones y, enterraron el cadáver en un lugar ajeno a los predios papales, mas, los tres dedos fueron quemados y llevados al basurero.

El “juicio” contra el Papa Formoso es el denominado Concilio Cadavérico de esa iglesia loca de remate.

A la muerte de Esteban hubo un nuevo Papa que, al parecer, tampoco era escuálido, por lo que prohibió  esas aberraciones. No obstante, a la muerte de tal Papa, advino otro loco llamado Sergio III (si mal no recuerdo) y anula la anterior prohibición, mediante otro decreto (como los de Pedro Carmona) y, no sólo eso sino que ordena exhumar nuevamente los restos del pobre Formoso e, inicia un segundo juicio que lo sentencia culpable, nuevamente, con el agravante de que manda a echar los restos del pobre mortal, al río Tíber y, sucedió ahí que, un pescador que presenció la vaina, caló sus redes y sacó el cadáver, que luego escondió en alguna parte.

Entonces fue cuando yo comprendí  lo que aquél buen cura de pueblo quiso decirnos entonces, a los jóvenes pescadores.

El Vaticano ha sido-de acuerdo a su historia-un emporio de intrigas y crímenes de toda índole pasando por incesto, envenenamiento, apuñalar, quemar vivos, torturar, robar y “déle que no viene carro”.

Parece ser que El Papa Alexander VI- padre de Lucrecia Borgia- incurría en incesto con su todavía para entonces niña, Lucrecia. Y, supuestamente más tarde la convirtió en prostituta para obtener beneficios políticos.

Entre otras perlas, tal papa no era más que un degenerado.

Inclusive, cuenta la historia que el propio Papa Esteban murió  estrangulado.

Del Papa Juan Pablo I se especula que fue envenenado por los propios cardenales porque dicho Papa planeaba separar el Banco Vaticano del Banco Ambrosiano del que se supone estaba en manos de las mafias italianas y de las que muchos cardenales eran socios. Se trató de la famosa logia “P2” italiana.

Hubo un Papa “rosado”-al que se le mojaba la canoa- hubo todo tipo de degenerados en la iglesia. Hasta se afirma y, no me consta pero, se afirma que hubo un Alto Prelado del Vaticano, que estuvo al servicio de Adolfo Hitler y así por el estilo.

No obstante, esa es la iglesia que pretende darnos clase de moral y de buenas costumbres, por lo que debemos salir al paso.

Estoy persuadido de que cuando el Papa Benedicto XVI tenga un cerebro de repuesto, él va a entender al Presidente Hugo Chávez y, pueda que hasta se disponga a enmendar y decida respetar al pueblo venezolano.  Las transformaciones que el Presidente Chávez propone para Venezuela son francamente ecuménicas y podrían servirle a Benedicto XVI para aplicarlas a su Vaticano.

Pero, la corrupción de la iglesia, la decadencia del sacerdocio y el terrorismo que el alto clero venezolano practica contra nuestro pueblo, es difícil de erradicar porque esa es una secular costumbre.

Ahí  tuvo el Nuncio Berloco a un criminal como Nixon Moreno, asilado en la Embajada del Vaticano en Caracas. ¿Y, de qué le acusa la justicia venezolana?-pues, le acusa de violar a una joven policía y de pegarle un tiro en la cabeza a otro policía.

El Nuncio Berloco se hizo el sin Ber(güenza), ante los reclamos del gobierno y de la sociedad. El Cardenal Urosa estuvo, entonces, muy ocupado dando “clases de moral”, el Lückert, el Porras, el Ugalde y demás altos prelados, estuvieron muy ocupados conspirando, quemando los árboles del Parque Wuarairarepano, que es el pulmón de Caracas.

¿Toda la conspiración?-¡Para tumbar a Chávez!-

Pero, Chávez no se va. Venezuela necesita a Chávez en la Presidencia. Para ello nosotros enmendamos la Constitución Nacional.

El solo apoyarse en el conocimiento no basta sí el beneficio de tal conocimiento se pone al margen de la ética y de la moral del pueblo; si ponemos el conocimiento al servicio de la maldad, es como estar en la fe de los curas sinvergüenzas, antes citados.

El que debe irse es Benedicto XVI o, al menos, someterse a un revocatorio en el que voten los católicos de todas partes y digan sí o no a su nefasta gestión.

Faltan testimonios acerca de que Jesús sea hijo de un tal Dios. De Dios puede decirse que es un producto social. El hombre, en determinado momento trató de explicarse las cosas y al no encontrar una respuesta convincente, se cansó de buscar, por lo que inventó a Dios para justificar su incompetencia, de ahí pudo haber nacido el cuento y, pare de contar. Teresa de Calcuta dejó de creer en Dios pero se dedicó al testimonio de Jesús-El Hombre-por eso el Vaticano la abandonó a su suerte y, Ella, rebelde, asumió el reto. Sólo mucho después, la reconoció entre dientes.

“El que no vive para servir-era su lema-no sirve para vivir”.

Mientras ella se largó  del Convento, íngrima y sola, a brillar más que el Sol,  el Papa-natas-de entonces y hasta el del presente-intrusos-flotaron y flotan en sus oscuridades

Calcuta era para 1948, la ciudad más pobre del mundo o al menos, una de las más pobres. Hombres, mujeres y niños desamparados, enfermos y hambrientos, morían en sus calles; cundía una hambruna infernal y, Teresa llegaría en tren, para ayudar.

Teresa había sido monja, pese a lo cual, no obstante, nunca hizo de escuálida; todo lo contrario, ella abandonó el convento, atribulada y descontenta con la mezquindad del Vaticano y decidió ser, a su modo, una monja solitaria. Es que ella dejó de creer en Dios, sólo se consagró a Jesús.

Íngrima y sin una locha (ni una rupia) en el bolsillo, dejó atrás las cuatro paredes del convento, decepcionada, aunque sin colgar los hábitos, que no eran muchos: dos saris, al principio, finalmente tres; uno para usar, uno para lavar todas las noches, cuando regresaba de los tugurios y, uno para remendar; dos juegos de ropa interior; además de un par de sandalias que ella misma remendaba una y otra vez y que además prestaba, eventualmente. Por todo  lujo, tenía un rosario y un crucifijo, una cuchara de metal, un plato y una bolsa. Más nada.

El sari que Teresa adoptó  entonces, ya no era el típico del Convento de Loreto que ella había dejado atrás, sino el que usaban las mujeres bengalíes pobres, un bicho confeccionado con algodón barato y muy fuerte, para trajinar parejo, era un sari con un par de líneas azules, si mal no recuerdo, eran dos líneas al principio pero con el tiempo, ella le agregó una línea del mismo color.

Al fin y al cabo Ella era mujer y tenía derecho a querer verse bonita. Creo que ese es el único detalle simple de su vida, pero sí  lo comparamos con el boato y la coquetería del Papa y de todos esos cardenales, respecto a sus ropas fastuosas, podríamos entender mejor el que esta genial dama brillase como el Sol mientras  que el Benedicto XVI y todos sus secuaces, floten como zánganos dentro de sus colmenas, en sus oscuridades.

Ella diría en alguna ocasión, “El que no vive para servir no sirve para vivir” y, estoy seguro que esa frase estaba dirigida contra el Vaticano que le había negado toda ayuda por ella solicitada, para abrir el claustro de Loreto a los menesterosos. Razón de sobra para que una verdadera cristiana dejase el pelero. ¡Aquí está su vaina! – pudo pensar-y se largó de ahí para asumir un nuevo hábito que reemplazaba al lujoso vestido europeo que usaban las monjas de Loreto.

Parafraseando a Teresa yo le diría al Susodicho 16, ¡Toooma tu tomate!

El 16 de agosto de 1948 Ella abandonó el convento sin que nadie la viera y abordó un tren que la dejo en alguna parte de Calcuta y, nomás bajarse empezó a consolar moribundos, tal vez, sólo cerrarles los ojos; pasó toda la tarde y toda la noche entregada al deber.

Al siguiente día Teresa se dirigió a un monasterio a dónde pidió permiso para comerse un pan que traía en su mochila, y tomar un vaso de agua pero, la mandaron a comer debajo de la escalera de la entrada porque pensaron que ella era una mendiga.

Al respecto de ese incidente ella dijo, con evidente ironía: “Dios quiere que yo sea una monja solitaria, hoy aprendí una lección: lo que sufre el pobre para obtener un simple refugio y comida”. Tiempo después, el Obispo dijo: “Pensamos que estaba loca. Por su parte, Ella nunca mencionó el nombre del monasterio, había más de uno.

Teresa nació  en Albania y su nombre original es Agnes Gonxha que significa en albanés, capullo de flor. Viajó a Francia y de ahí  a Irlanda antes de marcar ruta hacia India, desde donde su obra se escarranchó  por todo el mundo. Ahora-para entonces-en Calcuta, sólo comió arroz y sal por mucho tiempo.

Fue en el Convento de Loreto donde cambió su nombre por el de Teresa y con el cual se le conoce. Rompió con los convencionalismos religiosos de su iglesia católica y estoy convencido de que Ella complementó en su cabeza dos fuerzas inconmensurables, la intuición y la lógica, para dar el gran paso hacia la dignidad.

Para 1949, su trabajo en las calles de Calcuta había empezado a trascender, por lo que empezaron a llegar algunas jovencitas no precisamente monjas, todas.  Inspiradas por tan sacrificada obra de amor de Teresa, las jovencitas empezaron a conformar un grupo de trabajo que llegó a cinco mujeres y un hombre bondadoso que, conmovido,  ofreció el piso superior de su casa para que el grupo de muchachas vivieran con cierta holgura. Michael Gomez, que así se llamaba el solidario hombre, estuvo encantado de convivir con su familia y con Teresa y sus muchachas, bajo el mismo techo.

El grupo de cinco, con Teresa, salían por el vecindario pidiendo que no botaran la comida sobrante, ellas se encargaban de recoger las sobras para alimentar a los hambrientos de las calles, trabajo que hacían con afán y cariño.

El grupo de mujeres creció  hasta treinta y aunque convivían apretujadas ahí, se las arreglaban para estar contentas y, refiere él-Michael- que cuando ellas estaban en casa, andaban cantando y jugándose bromas.

Fue el 7 de octubre de 1950 cuando el  Vaticano, viendo que la obra del grupo trascendía,  oteó una oportunidad para hacer negocios y al respecto, con cinismo, se apresuró a decretar la Orden de las Misioneras de la Caridad. Es decir, que el grupo fue reconocido por el Papa de entonces. Obvió, el Vaticano se dedicó a martillar a sus compinches de grandes corporaciones y, de lo que recababa, una parte era para ellos darse la vidorra y asignaba una miseria para la obra misionera, a la que explotaba y explota todavía.

Siempre digo que yo le besaría los pies a Teresa, pese a que era monja, porque era rebelde y socialista, obvio, nunca dió su brazo a torcer como la inmensa mayoría de monjas escuálidas, descerebradas, a quienes nuestro gobierno asiste más que nadie antes y, sin embargo, andan estúpidamente protestando contra Chávez.

Teresa ayunaba para dar su comida a los hambrientos y ese es un extremo de sacrificio porque ella se debilitaba, siendo que era insustituible. Dejaba de viajar en bus, para ahorrar un dinerito que, empleaba a favor de los menesterosos. Cuando viajaba en avión, pedía a la aeromoza una bolsa para recoger los restos de comida y llevarlos para repartir.

En una oportunidad en que el Papa visitó India-1964-le obsequiaron un auto Rolls Royce que él-(se le removió la conciencia)-cedió  a Teresa y, ésta, ni corta ni perezosa, lo remató  y obtuvo finanzas para su obra.

En 1979 Teresa fue galardonada con el Nobel de Paz. Dijo entonces, “Me siento indigna(da) de recibir este premio pero el dinero me servirá para alimentar a los hambrientos de Calcuta”. Huelga decir que los 190.000 $ sirvieron para adquirir alimentos y medicinas.

Y, por si fuera poco, Ella pidió al Comité del renombrado Premio Nobel que cancelaran el banquete oficial y le dieran el dinero extra “para quienes una taza de arroz es un lujo”.

El costo del Banquete alcanzó  para darles un bocadito a 15000 hambrientos.

Mientras tanto, allá  en El Vaticano pernoctan sombras de inquina. Desde allí  se conspira contra el derecho de los pobres a ser dignos. Inclusive trasciende que un alto prelado es SS e ignoro si se trata de un ex agente de la GESTAPO o se trata de Su Santidad, eso es algo que no puedo afirmar pero cuando el río suena es que trae piedras.

Debe el tal Papa, aclararle al mundo esa especie de que él flota en esas oscuridades del nazismo y/o hacer como el tal Pilatos.

En cambio, La Teresa Capullo de Flor, brilla tan bonito. Ojalá el Partido Socialista Unido de Venezuela-PSUV-haga nuestra la tarea de reivindicar a Teresa de Calcuta, pienso que Ella era prechavista o quizá Chávez sea postteresista. Todo, por eso de dedicar los mejores esfuerzos a favor de los más pobres y necesitados.

La CEV pretende tumbar a Chávez. El Cardenal Urosa Sabino, representante de la iglesia pedófila y de los intereses del imperio norteamericano, se arremangó la falda para desafiar al Estado Venezolano, eso es muy grave.

¿A qué apela el referido Cardenal?-¡apela al hipnotismo a que suele ser sometida su feligresía!

Nosotros, en cambio, debemos apelar a mantener despierto al pueblo para que no se deje meter gato por liebre.

Y, en cuanto a benedicto 16,  ab imo pectore, cave ne cadas, au revoir. 

Nota: Mensaje de texto para Dios: ¿Puesto que Pedro es la Iglesia, quiso

          Usted decir que así como lo crucificaron-cabezabajo-han de estar

          “In saecula saeculorum” quienes, sin vuestro permiso, hablan en     

           vuestro nombre?

oceanoatlanticoguillermo@gmail.com



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Guillermo Guzmán


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