Sorprendió de nuevo a los caraqueños, que el reloj de La Previsora reiniciara sus actividades un día antes de Año Nuevo y comenzó a mostrar ese brillo de luces que los ciudadanos de Caracas y quienes siempre vienen de las diversas regiones que tiene Venezuela han estado añorando desde hace casi un año.
Pese a que su rol es el de marcar el tiempo, el reloj de La Previsora cumple otras funciones en esta ciudad que no deja de crecer.
En realidad, funciona como una especie de brújula, porque uno nada mas al verlo desde cualquier parte de la ciudad, puede decir con tranquilidad que se halla más lejos o más cerca de los estadios universitarios, de la Universidad Central de Venezuela, del teleférico de Maripérez, de Sabana Grande, de Venevisión y hasta de Globovisión, aunque el lector no lo crea, porque el reloj le viene marcando el tiempo a esa organización mediática.
La gente piensa que, aunque no veíamos la hora el reloj no funcionaba, y eso no es así porque, pese a que está siendo evaluado por un equipo técnico, nunca dejaba de dar la hora, solo que no la estaba mostrando.
Un día antes del 31 vimos al economista Tomás Sánchez, quien preside La Previsora, y a su gente, dos cuadras cerca de esa institución, cuando chequeaba su funcionamiento, es decir, como era visto desde diversos lugares.
Ya que tenemos de nuevo el reloj, será posible estar más en contacto con nosotros mismos porque, aunque algunos lleven colocados sus reloj de pulseras, tanto en la mañana, las tardes como en las noches, en camioneta, bus o auto particular, esa referencia, esa brújula siempre ha estado en la cima de La Previsora.
Los escuálidos tratarán de mentir menos, porque con el reloj prendido, ¿a quien le van a venir con ese embuste de que estaban marchando desde tempranito, cuando ellos siempre se levantan tarde?
El reloj de La Previsora es como ese ciclo biológico que tenemos todos los seres humanos, siempre está en uno, aunque a veces no pensemos en eso, pero siempre está allí y por eso hay que celebrar el retorno del reloj de La Previsora, no importa que cada uno de nosotros tengamos uno, lo interesante es que el reloj de La Previsora está allí, para todos nosotros.