Al parecer la Rectora de la UCV tiene una crisis de identidad. Afirma el destacado periodista Alberto Nolia que la tal se hace llamar Cecilia García Arocha siendo que su identidad legítima es Cecilia García Márquez.
De ser así, la referida funcionaria anda traspapelada, lo que es grave, dada su alta investidura académica pero, no para otra persona de menor responsabilidad. Una funcionaria de su rango debe ser responsable en alto grado y dar el mejor ejemplo de idoneidad. Así se hundió el Titanic es una película que viene al pelo.
Alguien intransigente bien pudiese abrirle un juicio a ella por haberle firmado un título de manera fraudulenta; mas, no es el meollo del grano, de lo que se trata es de su empecinada intención de ser candidata presidencial en vez de ocuparse de su cargo tan bueno. ¿Tan ávida de poder que desdeña regir la UCV para ir a una finalidad sin fin, o a caso anda turulata?
Y, empezó el año con un grotesco acto político, secundada por un dirigente estudiantil de apariencia desnutrida, tanto que se asemejaba a la propaganda del hambre, además de otros sujetos muy cómicos que proferían incoherencias; aquello pareció una opereta bufa.
En conclusión, la señorita Rectora arrancó su campaña presidencial con los cuatro cauchos espichaos aunque acompañada por cuatro gatos.
Mejor lo hizo la otra Cecilia, que al percatarse de no tener sal, se retiró para verle el hueso a los instigadores de trapisondas y desaguisados, tales Pedro Carmona y etc.
Otra dama que anda entusiasmada con la idea de derrocar a Chávez es la Mariaricardo Rodilla pero es maleducada. Limpiarse los mocos con la mano pelá es igual a secarse con desdén y asco (y sin un pañito siquiera), el sudor de la gente del pueblo que, engañada, se le acerca y cree que está ante la Venus de Mileto.
¿Pa`donde vais, bonita chirulia, con es pata hinchá?
oceanoatlanticoguillermo@gmail.com
